lunes, 25 de febrero de 2019

CAPÍTULO 45: DÚO

Tras la cena y tras el cigarro de rigor, Pepe se levanta y aparece con la guitarra. Otra vez esa guitarra que el otro día me hizo llorar y, a la vez, me dio tanta paz. Malú me mira como preguntándose si me pone incómodo y sonrío. Me devuelve la sonrisa y me acaricia el muslo de forma cariñosa.

-Como el otro día conseguiste que mi hija cantara… - dice dándome la guitarra – qué mejor que conseguirlo otra vez?

-Papá… - digo con algo de vergüenza –

Agarro la guitarra. Está afinada. De unos cuantos movimientos, lo compruebo, bajo la atenta mirada de su padre.

-Hija, canta algo – dice su madre mirándola –

-A dúo – dice mirándome – que mi padre no te ha escuchado cantar yo creo… - la miro asustado –

-Mejor que no me haya escuchado, yo creo… - digo de forma rápida, haciendo que se rían todos –

-A dúo o nada… - dice mirándome con cara de retarme y resoplo –

-Pues a dúo hijo, si cantas muy bien – dice su madre –

-Si, cantas muy bien Hugo – dice Carlota sonriendo –

-Hasta mi hija… - dice Vero mirándome –

-Ya te dije que no tengo repertorio… - digo mirándola –

-Para eso están los móviles… - Vero saca rápidamente su móvil – qué busco?

-Una mía no – dice Malú convencida –

La miro sorprendida. De repente, se me ocurre una canción, pero no se si proponérsela. Me da vergüenza hacerlo. Me mira interrogante, creo que sabe que se me ha ocurrido una. Es increíble, pero sabe lo que pienso, o eso me parece.

-Cuál se te ha ocurrido, a ver… - dice dándome el móvil –

Suspiro y la busco. Cuando se la enseño me mira sorprendida. Y sonríe.

-Me encanta esa canción… - dice mirándome – y la película… - sonrío –

-Y a mí… - digo mirándola –

No sé cuánto tiempo nos hemos tirado mirándonos pero una risilla de Vero me hace sacudir la cabeza. Me sonrojo al ver de reojo a su madre mirándonos atenta.

-No la he cantado nunca… - dice un poco avergonzada – no se si llego… - le miro alzando una ceja –

-El que no sabe si llega soy yo, y mira que la parte de él está baja eh? – sonríe – te sabes la letra? – asiente –

Sonrío y veo la partitura con acordes que aparece en internet. No me parece difícil, a pesar de mi evidente falta de práctica. De pronto, me da mucha vergüenza cantar esto con ella. La letra dice bastantes cosas…

-Sabes lo que significa la letra? – le pregunto en voz baja, intentando que no nos escuchen y asiente sonriendo mirándome –

-Empiezas tú… - dice señalándome y sonrío sin querer –

Carraspeo un poco y comienzo a tocar el inicio de la canción y Malú me mira sorprendida mientras sonríe. Escucho a Carlota exclamar algo sorprendida. Supongo que ha escuchado la canción. Vero nos mira alternativamente a nosotros y a sus padres, que yo creo que no saben qué canción.



-Tell me something girl – comienzo a cantar y Malú me mira con gesto sorprendido y sonriente - Are you happy in this modern world? – tuerce su cabeza un poco con gesto algo tierno - Or do you need more? – sonríe y mira al suelo - Is there something else you’re searching for? – miro al móvil fugazmente para acordarme del cambio - I’m falling, In all the good times I find myself longing for change – asiento y veo como ella asiente también - And in the bad times I fear myself

Sigo tocando de nuevo la melodía y le hago un gesto de que ahora le toca a ella.

-Tell me something boy – la miro sorprendido y sonrío. No me voy a acostumbrar a escucharla cantar tan cerca - Aren’t you tired trying to fill that void? – hago un gesto afirmativo - Or do you need more? – la miro sonriendo, me encanta escucharla. No sabía que cantaba tan bien en inglés - Ain’t it hard keeping it so hardcore? – hago el cambio de acordes sin mirar al móvil, no puedo evitar mirarla a ella todo el tiempo - I’m falling. In all the good times I find myself longing for change – asiente mientras canta con los ojos cerrados - And in the bad times I fear myself.

Cojo aire al saber que comienza la parte que más me gusta escuchar.

-I’m off the deep end – abro los ojos sorprendido por la potencia que le pone a su voz, mientras sigo tocando la guitarra acompañándola - Watch as I dive in. I’ll never meet the ground – niega con la cabeza con los ojos cerrados - Crash through the Surface. Where they can’t hurt us – abre los ojos y me mira. No puedo evitar sonreír y parece que ella tampoco - We’re far from the shallow now

-In the sha… shallow… - cantamos la vez, mirándonos - In the sha… shalalalallow – sonreímos a la vez - In the sha… shallow – nos miramos de una forma bastante intensa y vuelvo a notar esa punzada en el estómago que se distribuye al pecho - We’re far from the shallow now

Asiento al ritmo y le indico que haga la parte de los agudos mientras toco la guitarra con todas mis ganas.

-Ouh… oooh…. – comienza de forma suave – oh… ooooh – va subiendo el tono y no puedo evitar morderme el labio inferior al ver cómo canta mientras toco la guitarra con todas las ganas que puedo – oh, uoh – cierra los ojos y veo como le pone toda la potencia a su voz y aprieto las manos fuerte en la guitarra haciendo gestos de que me está encantando – oh, oh, oooooooh – la última parte es tan intensa que cierro los ojos y suelto un “wow” que no puedo evitar mientras marco el ritmo con la guitarra - I’m off the deep end – canta con mucha potencia, agudo, afinado, con mucha fuerza, mientras doy un golpe seco a las cuerdas - Watch as I dive in – vuelvo a golpear las cuerdas solo una vez, pero fuerte - I’ll never meet the ground – doy varios golpes seco a la guitarra conforme marca la partitura, mirándola como hipnotizado - Crash through the Surface – rasgo las cuerdas al ritmo y entonces abre los ojos y me mira de nuevo - Where they can’t hurt us – sonreímos por la frase - We’re far from the shallow now

-In the sha… shallow… - cantamos a la vez de nuevo - In the sha… shalalalallow – sonreímos mirándonos - In the sha… shallow – su mirada es intensa y creo que la mía también - We’re far from the shallow now.

La canción termina y, durante unos segundos, quizá décimas de segundo, el silencio vuelve a ese patio. Nos miramos y, de repente, escuchamos a sus padres, a Vero y a Carlota. Aplauden y no sé si dicen algo, porque solo puedo mirarla. Sonríe avergonzada y me aparta la mirada, sonrojada. Río nervioso. No sé cómo me he atrevido a hacer esto, pero me ha encantado.

-No he entendido una palabra – dice su padre haciendo que me ría – pero hija, hacía mucho que no te escuchaba cantar así – la miro y veo como está algo emocionada – y tú? – me da un golpe en el hombro –

-De aquí a la voz! – exclama Vero –

-No que yo ya no estoy allí – dice Malú riéndose –

-Qué canción es esta? – pregunta su madre –

-Una de una película – responde Malú mirándome – me encanta… - sonrío y ahora soy yo el que baja la cabeza –

-Y también te gusta a ti? – pregunta su madre mirándome –

-Me encanta… - respondo sin poder evitar mirarla –

Sé que esas frases han tenido un doble sentido evidente. El tonteo tan extremo que acabamos de tener, lo percibiría hasta el más ciego. Necesito beber algo de cerveza para digerir esto. Justo cuando estoy bebiendo, veo como Carlota nos mira y siento miedo de repente.

-Sois novios?

Me atraganto y escupo parte de la cerveza sin poder evitarlo. Me entra la tos y no puedo pararla. Agarro una servilleta y me limpio los restos de cerveza de los labios. Creo que hasta se me ha metido por la nariz. Escucho como Vero se mea de risa en un principio, pero luego para de hacerlo. Imagino que Malú la está matando con la mirada. No he podido mirar a nadie, ni a Malú, ni a Carlota ni a nadie. He estado demasiado concentrado no ahogándome. Miro de reojo a Malú que mira a Vero y ella se alza de hombros como si no tuviera nada que ver. Carraspeo, todavía tengo ganas de toser. Entonces escucho como a su padre y a su madre se les escapa una leve risita. Miro de nuevo a Malú que se ríe sutilmente mientras me mira y me da palmaditas en la espalda.

-Estás bien? – pregunta –

-Si si… - digo mirando a Carlota de reojo, que nos mira con gesto divertido –

-Se está haciendo mayor, qué quieres que haga? – escucho decir a Vero mientras Malú la mira –

-Pero lo sois o no? – vuelve a preguntar Carlota, haciéndome notar un calor muy intenso en mi cara –

-Carlota – escucho a Vero – mamá tiene que enseñarte qué preguntas puedes hacer y cuáles no… - la niña la mira sin entender nada -

-Vero – escucho a Malú – Malú te tiene que enseñar a callarte un poquito también… - dice de forma irónica pero graciosa – Carlota – miro a Malú de reojo – somos amigos… - sonrío – no Hugo? – pregunta mirándome con cierta ironía –

-Claro – respondo con la misma ironía de forma sutil – amigos Carlota…

Nos mira no muy convencida. Prefiero no mirar al resto. Ni siquiera a Vero. Veo el bote de cerveza y vuelvo a cogerlo para beber un buen trago.

-Bueno, pues después de esta cosa tan maravillosa – dice Vero – ahora tenéis que seguir no?

-No no… - suelto la guitarra y se la doy a Pepe que me mira con un gesto un poco intrigante para mí – suficiente por hoy…

-No, venga… - escucho a Malú y me giro para mirarla extrañado – una más…

-Una más? – pregunto mirándola con gesto ligeramente pícaro que le hace bajar la cabeza levemente – pues elige… - digo señalando el móvil –

-Una en español, que nos enteremos de algo – dice su madre mirándonos de forma extraña –

Miro a Malú de reojo y veo como se ríe levemente.

-Mía no – vuelve a decir –

-Qué manía! – exclama Vero –

-Extremoduro… - dice cogiendo el móvil y escribiendo mientras me quedo sorprendido –

-Extremoduro? – pregunto sin salir de mi asombro –

-Qué pasa? – me mira como ofendida – que te piensas? – se hace la chula – me encanta ese tipo de música…

-No no… - me alzo de hombros – si yo no digo nada…

-Quien es Extremoduro mamá? – pregunta Carlota inocente –

-Demasiado pequeña para escucharlos Vero – digo de forma graciosa, haciendo que Malú se ría – una que pueda escuchar anda… - le digo acercándome a ella a ver qué canciones está mirando…

-Te gusta Extremoduro? – me mira sorprendida –

-Que te piensas? – digo imitándola –

- Jesús! – exclama Pepi – ya me acuerdo quienes son…  

Me río y Malú me señala una canción que me deja un poco sorprendido. No por nada, sino porque es la misma que hubiera elegido yo y quizá no es tan conocida porque no es de la época antigua precisamente.

-Igual no sabes tocarla… - dice Malú mirando el móvil –

-Ahí todavía tocaba – digo rápidamente y me mira instantáneamente – además, fue una de mis canciones favoritas durante algún tiempo… - me alza una ceja y sonríe –

Veo como Vero nos mira apretando los labios. Se nota mucho. Se nota muchísimo lo que nos ocurre. Hasta para lo más inverosímil, tenemos cosas en común.

-Pero sabes tocarla? – asiento –

-Tengo que mirarlo, pero creo que me voy a acordar… - digo acercándome a ella para ver mejor el móvil – me encantaba hacer el punteo del principio – le señalo y la miro y nos quedamos demasiado cerca durante unos segundos. Los justos para separarme rápidamente – a ver si me acuerdo… - digo disimulando –

Comienzo a tocar las primeras notas y me mira sorprendida. Efectivamente, me acuerdo. Me acuerdo como si la hubiera tocado ayer. Me hace un gesto para que empiece yo pero niego con la cabeza.



-Juntos coño – dice justo antes de empezar, haciéndome reír – Cómo quieres que escriba una canción – empieza a cantar y se me hace raro escuchar esta canción una voz tan dulce - si a tu lado no hay reivindicación – sonrío mirándola, está un poco avergonzada - La canción de que el tiempo no pasara, donde nunca pasa nada…

Me mira mientras sigo tocando la melodía de la canción y, ahora sí, me hace un gesto para que cante yo.

-Los dos – le respondo antes de empezar, me muero de la vergüenza si canto solo otra vez –

-Una racha de viento nos visitó – me deja cantando solo y pongo los ojos en blanco, mientras escucho como se ríe - y al árbol ni una rama se le agitó – la miro y me mira, diría que hasta embelesada. Me pone nervioso - La canción de que el viento se parara, donde nunca pasa nada.

Sigo tocando la guitarra, mirándonos. No me hace falta mirar el móvil, me acuerdo perfectamente de todo. Esta canción era especial para mí, por muchas cosas. La he tocado tantas veces que es como si no hubiera pasado el tiempo. Le hago un gesto de que, esta vez sí, no me deje solo, y asiente.

-Un otoño el demonio se presentó – cantamos juntos, no puedo evitar sonreír - Fue cuando el arbolito se deshojó – sonreímos mientras nos miramos - La canción de que el tiempo se atrasara, donde nunca pasó nada – miro de reojo a Vero que nos está mirando con una cara de ternura que me está dando mucha vergüenza - Una racha de viento nos visitó – seguimos cantando juntos - Pero nuestra veleta ni se inmutó – sonreímos - La canción de que el viento se parara, donde nunca pasa nada…

Empiezo a tocar la guitarra el riff que toca en esa parte. Por alguna sorprendente razón, me acuerdo perfectamente. Miro a la guitarra y, por un momento pienso en qué cojones hago tocando una canción de Extremoduro en casa de Pepe de Lucía con una guitarra de Paco. Miro a Malú con ese pensamiento y me está mirando con una ceja levantada mirándome a mí y a la guitarra alternativamente. Viene mi parte favorita, más cañera. Me sonríe asintiendo al ritmo de la canción y comenzamos de nuevo a cantar a la vez.

-Mientras tanto pasan las horas – nos miramos - sueño que despierto a su vera – se ríe - me pregunto si estará sola, y ardo dentro de una hoguera.

Hago de nuevo un impass con la guitarra y el punteo que tanto me gusta. Concentrado no, lo siguiente. Le hago un gesto pero me vuelve a decir que los dos. Pongo los ojos en blanco.

-Cómo quieres que escriba una canción – miro de reojo a Vero, que sigue mirándonos de esa forma que me pone tan nervioso - si a tu lado he perdido la ambición – nuestras miradas se cruzan de nuevo - La canción de que el tiempo no pasara, donde nunca pasa nada… - viene mi parte favorita y parece que la de ella también porque se incorpora un poco en la silla - Se rompió la cadena que ataba el reloj a las horas – cantamos con un tono más fuerte - se paró el aguacero, ahora somos flotando dos gotas – se ríe levemente - Agarrado un momento a la cola del viento me siento mejor – asiente al ritmo de la canción como sintiéndola - me olvidé de poner en el suelo los pies y me siento mejor – nos miramos a punto de reírnos - ¡Volar! ¡Volar!

Estalla en una carcajada, contagiándome, pero no dejo de tocar la parte que toca. Otro riff de guitarra que sería mucho más fácil con una eléctrica pero que suena bien con esta igualmente. La miro y ya no hace falta ningún gesto. Vamos a cantar a dúo de nuevo. 

-Una racha de viento nos visitó… y a nosotros ni el pelo se nos movió – hace un gesto moviéndose el pelo que me hace sonreír - La canción de que el viento se parara, donde nunca pasa nada – nos miramos durante unos segundos mientras toco la guitarra -

Viene la parte heavy de la canción. Le doy caña a las cuerdas todo lo que puedo.

-Dale eh? – le digo advirtiéndole que no me deje solo con la parte más heavy y asiente riéndose –

Me concentro en tocar esta parte bajo su atenta mirada. Me siento muy observado y, a la vez, me siento muy bien.

-Ya no queda una piedra en pie porque el viento lo derribó – me río sin querer al ver como mueve su pelo como una auténtica cantante de heavy - ¡No! – nos señalamos a la vez al decir ese “no” - No hay esa canción – se mea de risa pero seguimos cantando - Ya no queda nada de ayer, porque el viento se lo llevó… ¡No! – nos volvemos a señalar y a reírnos - No hay esa canción.

Sigo tocando la guitarra pero con el ataque de risa que me está pegando, decido ir parando porque no puedo concentrarme. Cuando dejo de tocar la guitarra me da una palmetada en el muslo.

-Sabes los años que hacía que no cantaba esto? – dice riéndose -

-Y los años que hacía que no la tocaba… - digo moviendo mi mano izquierda con los dedos algo doloridos –

-Pero tú! – exclama Pepe a mi espalda – que decías que no querías tocar porque era un sacrilegio? – pregunta indignado –

-Fíjate! – exclama Pepi – como toca el niño…

-Tocando Extremoduro con una guitarra de Paco de Lucía… - digo negando con la cabeza escuchando las risas – a quién se lo cuentes, no se lo cree…

-Jajajajajaja – exclama Malú – pues le hubiera gustado seguramente… - dice con un aire algo nostálgica –

Sonrío mirándola. Parece que se ha puesto triste de repente, supongo que la melancolía. La entiendo. A veces a mí también me pasa cuando recuerdo a mi padre. No puedo evitar hacerle una carantoña, con una leve caricia en la mejilla. No pasa desapercibida para Vero que, con una risilla, así me lo hace saber. 

1 comentario:

  1. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

    ResponderEliminar