miércoles, 27 de febrero de 2019

CAPÍTULO 54: LOS PLANES EFECTIVOS

Salgo del ascensor con un ataque de risa evidente. No ha parado de hacerme cosquillas, a pesar de haberle pedido que parase. De nuevo, en el pasillo, no nos encontramos a nadie. Me va empujando mientras me hace cosquillas hacia la puerta de la habitación. Le escucho reírse a mi espalda. Me alegra que lo haga, no ha sido un día fácil pero creo que he conseguido acompañarle.

Antes de venir al hotel, le he pedido que me esperase en el coche mientras entraba a casa. Mi plan tenía que consumarse. Mi madre me ha mirado sorprendida al verme, y, sobre todo, me ha mirado sorprendida al decirle que no dormía en casa, otra vez. No he tenido que explicarle nada, pero he sentido la necesidad de decirle el día que era. Creo que nunca he visto a mi madre tan de acuerdo con que esté con alguien. Estoy con alguien. Estoy con él. Después de lo de hoy… cada vez tengo más claro que, cuando volvamos a Madrid, esto se va a formalizar del todo. Al menos me gustaría. Todos esos pensamientos se me han agolpado en la mente mientras esperaba a que el microondas terminase su labor. Me he despedido de mis padres y he desfilado rápidamente de casa de nuevo.

-Me vas a decir ya que llevas ahí? – dice abrazándome por la espalda, dejando besos por mi cuello –

Dejo la bolsa sobre la mesa mientras me río. Me doy la vuelta y, abrazados, le doy un beso fugaz en los labios.

-Es parte de mi plan para esta noche… - me separo y cojo mi móvil – cenamos antes? – me mira sonriente – vino? – pregunto mirando la carta –

-Lo que tú quieras jefa… - dice abrazándome de nuevo, totalmente mimoso –

-Hugo… - digo sonriendo – puedes esperar a después? – pregunto de forma dulce –

-Hoy me estás torturando de más… - resopla apoyando su cabeza en mi hombro mirando la carta – quieres que nos duchemos? – dice con voz sugerente – si lo digo por la arena… - río sin querer –

Me giro y le miro. Alza sus cejas varias veces de forma rápida, en un gesto que me resulta muy gracioso. Le empujo hasta el baño sin poder parar de reírme.

En la ducha vuelve a ocurrir lo que no para de ocurrir desde la primera noche. Casi se nos olvida ducharnos de verdad. Me encanta cómo me toca, con ese deseo, manoseando todo mi cuerpo pero con un toque de dulzura que me encanta.

-Gordo! – grito desde el baño con el secador enchufado –

-Dime… - aparece a mi espalda y le veo por el cristal –

-Pide algo que se va a hacer muy tarde… - sonríe y asiente – lo que tú quieras eh? Menos anchoas..

-Jajajajaja – le escucho reírse – apaga eso un momento anda… - le hago caso – algo ligero? – asiento – vale… - sonríe – entonces en la bolsa esa llevas comida seguro… - le miro a través del cristal y no puedo evitar reírme – no sabes mentir… - sonríe y me da un sonoro beso en la mejilla –

Le veo salir del baño y, al encender el secador, dejo salir un sonoro suspiro. Qué forma de pillarme tan sencilla y tan rápida. Ni me planteo volver a Madrid, ni me planteo hacerlo sin él. Me lo imagino en casa y, por un momento, tengo que reprimir un gritito de ilusión. Los dos en el sofá, con Danka y Rumba durmiendo a nuestro lado. Apago el secador y me miro al espejo. Quién me habría dicho esto hace unos meses? Quién me habría dicho que me iba a encontrar a alguien con quien, de verdad, me viera así. Con quien ilusionarme. Salgo del baño y le veo, todavía con el pelo algo mojado, hablando con el servicio de habitaciones. Sonrío tiernamente, me acerco por detrás y le abrazo. De repente, todo lo cariñosa que soy, me va saliendo. No sé cómo va a terminar esto, pero sí sé lo que quiero que pase.

-Ya está… - dice colgando el teléfono – me vas a explicar tu plan? – se da la vuelta mirándome y sonrío –

-Tengo Netflix en el móvil – digo sonriendo avergonzada por si piensa que es un plan absurdo – y en esa bolsa, palomitas y cosas varias – me mira alzando las cejas –

Mi sensación de que es un plan absurdo desaparece cuando me levanta en brazos, como ilusionado, me deja en el suelo y me planta un beso sonoro en los labios. Sonrío sorprendida por su reacción, como si fuera un niño pequeño.

-Y qué vemos? – dice todo ilusionado –

-Lo que tú quieras – respondo todavía algo sorprendida – te gusta la idea?

-Me encanta la idea… - dice abrazándome – sabes qué vería? – le miro atento – nah, es una frikada… - niega con la cabeza –

-Bah, di… - digo mirándole sonriente – si ya te he dicho que eliges tú…

-Pfff – resoplo – no sé si es lo mejor después del día que llevo… - dice riéndose sin que consiga entenderle – la volvería a ver entera pero… es un poco imposible en una noche… - frunzo el ceño – pero es que volvería a ver el último capítulo de Perdidos… - le miro estupefacta – es mi serie favorita… - se ríe algo avergonzado – bueno, tengo otras… - aparta la mirada – pero vamos, que esa… - resopla – la has visto?

Creo que se me ha parado el corazón. Tiene que ser eso, no le escucho latir durante unos segundos. Después late con fuerza. Su serie favorita es mi serie favorita. Esto pasa en la vida real o es que estamos en el Show de Truman? Me mira interrogante, esperando a que diga algo.

-Nah, da igual Malú… - dice riéndose – es una frikada, ya te lo he dicho…

-Es mi serie favorita también… - digo mirándole todavía sorprendida y veo en su cara también un gesto de sorpresa – de donde coño has salido? – pregunto riéndome –

-Jajajajajaja! – se ríe – en serio? – asiento mirándole –

-Me apetece un montón volver a ver la serie… - suspiro – podría haberlo hecho con el tiempo que he tenido… - sonrío – vemos el último, aunque ya te aviso lloré en su momento y volveré a hacerlo…

-Te crees que yo no lloré? – dice riéndose de nuevo – joder, qué planazo… - dice emocionado – en serio, me encanta… - le miro con ternura – aquí, en la camita, viendo Perdidos… - me abraza – comiendo palomitas y contigo? – sonrío mirando al suelo – me puedes decir un plan mejor? – me río – 

1 comentario:

  1. Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssssss porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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