miércoles, 27 de febrero de 2019

CAPÍTULO 53: HABLA CON ELLA


No esperaba que este día iba a ser así. Me he reído, he llorado, me he vuelto a reir, la he observado atentamente mientras preparaba los bocatas de jamón y queso. La he vuelto a observar mientras, tumbada en la arena, en la sombra, casi se quedaba durmiendo. Ha conseguido algo. Ha conseguido que me olvide durante un tiempo del día que es hoy. Pero vuelve a mi mente. Cuando lo hace, cojo el móvil. Tengo que llamarla. Tengo que hablar con ella. Como mi madre no tiene móvil con videollamada, tengo que conformarme con su voz, como antes, como siempre ha sido.

Malú me observa al verme con el móvil en la mano. La miro y me sonríe tiernamente. Me levanto y me voy caminando hacia la orilla. Respiro hondo antes de darle al botón verde. Miro al horizonte, el sonido del mar me relaja, siempre lo ha hecho.

-Hola hijo – responde con un tono de voz un tanto apagado –

-Hola mamá… - digo contagiándome del mismo tono –

-No sabía si ibas a llamarme… - dice con voz algo comedida – todo bien cariño? – sonrío –

-Sí… - respondo escuetamente – y tú? Estás bien? – pregunto sentándome en la orilla –

-Bueno hijo… - suspira – este día nunca es fácil…

-Lo sé… - respondo con un breve suspiro – habéis ido Rocío y tú?

-Si… - responde algo triste – ya sabes que tu hermano no quiere… - hace una pausa – y tú tampoco…

-Ya mamá… - suspiro – algún día supongo… - sonrío levemente – te has distraído con algo hoy?

-Si, han estado aquí tus tías… - sonrío – y nos hemos ido a tomar algo… - sigo sonriendo – acabo de volver… - noto su voz un tanto emocionada –

-Mamá… - digo intentando retener la emoción – siento no estar allí… - digo con tono culpable –

-Hijo! – exclama automáticamente – no digas eso! – dice segura – además, tu hermana me ha contado que le hiciste una llamada de esas de video… - sonrío – y te vio muy contento… - dice tiernamente –

-Ya… - miro sin querer hacia Malú, que me observa expectante – lo estoy… - digo sincero – me ha venido muy bien venir aquí…

-Vuelve cuando quieras cariño… - dice comprensiva – cuando pienses que tienes que volver…

Sonrío y, de repente, me emociono. No puedo evitarlo. Intento que no se me note, pero mi madre lo sabe.

-Hijo… - dice sollozando – no llores…

-No quería mamá… - digo excusándome, sin poder evitar seguir llorando –

-Papá no querría que llorases cuando, por fin, estás contento… - dice mi madre, haciendo que me emocione todavía más – sé que le echas de menos… - tapo mi cara con mi mano derecha, sin poder parar de llorar – todos lo hacemos Hugo… - asiento – además, estás en el sitio donde tu padre siempre había querido ir… - sonrío emocionado, todavía llorando –

-Es un sitio increíble mamá… - digo sincero, intentando parar de llorar –

-Tu padre está allí contigo…

Esa frase termina de matarme. Comienzo a llorar de nuevo amargamente. La escucho llorar al otro lado. No quería que pasara esto, pero sabía que pasaría. Noto como Malú se sienta a mi lado. La miro de reojo, no quiero que vuelva a verme así. Pone su mano en mi espalda y me acaricia.

-Estás solo hijo? – dice intentando serenarse – no me gustaría que estuvieras solo allí ahora…

-No mamá… - digo rápidamente – no estoy solo… - miro a Malú que me sonríe tiernamente –

-Me alegro… - sonrío secándome las lágrimas – sea quien sea, que te cuide hoy vale? – asiento algo avergonzado –

-Mamá… - digo mirando de reojo a Malú, no sé si alcanza a escuchar lo que me ha dicho mi madre –

-Tu hermana… - río – que se hace sus conjeturas y nos contagia a todos… - vuelvo a reírme – no pienses mucho más hoy vale? – asiento – papá estaría muy orgulloso de ti hijo… - aprieto los labios para no llorar – y yo también lo estoy… - resoplo reprimiendo las lágrimas – ya paro, que no quiero que llores más… - sonrío sin querer – gracias por llamarme hijo… - sigo sonriendo – sé que no habrá sido fácil hacerlo…

-Me ha ayudado ella… - digo sin querer, cagándome en todo por haber dicho eso –

La miro y me mira con un gesto que, al principio pienso que es tenso, pero luego descubro que es tierno.

-Pues dale las gracias… - dice mi madre tiernamente –

-Se las daré… - digo mirándola – un beso mamá…

-Un beso hijo… - puedo notar como sonríe, aunque no la veo – te quiero…

-Y yo… - sonrío ampliamente –

Cuando cuelgo el teléfono, me quedo con él apoyado en mis labios. Su mano sigue en mi espalda hasta que se desplaza hasta mi hombro y me abraza. Me abrazo a ella sin decirle nada y me recibe sin decir nada también. Sabe lo que me ha costado hacer esto. Me entiende. Creo que es la primera persona que me entiende sin tener que explicarle apenas nada.

-Mejor? – pregunta dulcemente sin deshacer el abrazo –

Asiento sin decir nada y me abrazo más a ella, intentando no volver a llorar.

-Mi hermana el otro día pilló que estaba demasiado contento… - digo sin soltarla – se lo ha dicho a mi madre y ya han supuesto que he conocido a alguien… - noto como se ríe – no les he dicho que eres tú eh? – digo rápidamente, alzando la mirada, con gesto apurado –

-Ya lo sé gordo… - dice de forma cariñosa, volviendo a abrazarme fugazmente – te lo agradezco mucho… - sonrío – te he ayudado a qué exactamente?

La miro deshaciendo el abrazo y me mira con gesto tierno.

-A pasar el peor día de cada año… - me mira y suspira conmovida – has conseguido que se me olvidara en muchos momentos… - acaricio su cara –

-Y no ha terminado el día! – alza su mano advirtiéndome – tengo planes para el hotel…

-Ah si? – pregunto algo sugerente –

-Aparte de esos… - dice poniendo los ojos en blanco – no te esperes nada espectacular eh? – río – sencillo pero efectivo…

Sonrío aunque me ha dejado algo intrigado. La verdad es que me importa poco qué planes tenga, solo quiero que pase el día entero conmigo, que pase la noche conmigo y que este día acabe con ella durmiendo a mi lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario