Abro los ojos lentamente, como si me pesaran los párpados.
Le veo mirándome, con los ojos entrecerrados. Parece que también se acaba de
despertar. Sonrío al verle. Lo primero que hago al despertarme es sonreír.
Cuánto tiempo hacía que no me pasaba eso?
-Buenos días… - dice en voz baja –
-Mmmm… - me desperezo – buenos días gordo… - digo casi sin
pensar. Le miro algo sorprendida al haberle llamado otra vez así –
-Me gusta… - sonríe – lo de gordo digo… - sonrío avergonzada
– nadie me había llamado así… - le miro – bueno, en el cole cuando estaba
regordete… - se queda pensativo y me hace reírme – pero así cariñoso… - me mira
– no, nunca…
-Estabas regordete de pequeño? – pregunto enternecida –
-Bueno, una época… - le resta importancia – oye yo tendré
que inventarme algo porque seguro que te han llamado cielo muchas veces… - dice
reflexivo sin mirarme –
-Qué más da eso? – digo riéndome –
-Cómo que qué más da? – dice mirándome – pensemos… - se pone
boca arriba, mirando al techo, no puedo evitar reírme – cariño, amor, preciosa…
- niega con la cabeza – nah, eso es muy normal…
-Eres muy tonto… - digo riéndome –
-Se me va a ocurrir algo… - dice todavía en la misma
posición – bizcochito? – me mira y le miro con una cara que bien podría matar a
alguien – jajajajaja! – carcajea – era broma… - río –
-Hugo, que me llames como quieras… - digo riéndome con algo
de vergüenza –
-Lo tengo – me mira y se incorpora – jefa! – hace un gesto
con las manos, arrodillado, como si fuera un titular – eso no te lo han llamado
nunca a que no?
-Jajajajajajajaja! – estallo en una carcajada –
-Está claro… - vuelve a tumbarse boca arriba – jefa… - dice
pensativo – te define… - su voz suena convencida – mandona, con carácter…
-Mandona? – me incorporo con cara de indignada –
-Tráeme una copa y dame fuego… - dice poniendo mi voz
refiriéndose a anoche – sigue… - pone voz lasciva – no pares…
-Idiota! – exclamo levantándome y poniéndome encima suyo –
tu crees que me puedes hacer burla así? – le digo agarrándole las manos
mientras me mira riéndose –
-Lo siento, lo siento… - finge culpabilidad – no me mates
por favor, soy joven… - resoplo y agarro sus manos poniéndolas encima de su
cabeza –
-Que no me hagas burla! – exclamo indignada –
Nos miramos un segundo y mis ojos van directos a sus labios,
que sonríen. No tardo mucho en unir los míos a los suyos. Noto como se ríe
todavía con el beso, hasta que lo intensifico. Ya no se ríe. Gime levemente.
Suelto sus manos y las dirige, directamente, a mi trasero. Lo aprieta contra
él. Qué rápido consigue excitarme. Me hace girar y se pone encima de mí,
levantando mi camiseta con algo de desesperación.
-Así, sin desayunar? – pregunto separándole un poco –
-Yo ya tengo mi desayuno aquí… - dice con voz lasciva
volviendo a besarme –
-Hugo! – exclamo riéndome – que te acaban de sonar las
tripas! – me río –
-Joder jefa… - resopla apoyando su cabeza en mi pecho –
-Un zumito solo aunque sea… - digo intentando evitar reírme
al escucharle llamarme así –
Le veo quitarse de encima y sentándose en la cama, cogiendo
el teléfono.
-Hola buenas… - me aguanto la risa – si, de la 512… -
suspira – si, lo mismo de ayer… - se rasca la cabeza – 2 desayunos si… -
resopla – si, la rosa también… - no puedo evitar la carcajada y noto como se
gira un poco hacia mí – vale, gracias…
-Jajajajajajajajaja – estallo en una gran carcajada al ver
como cuelga el teléfono –
-Qué bonito… - dice dándose la vuelta mirándome – aquí, tu
esclavo…
-Esclavo… - me río tapándome la boca – anda ven… - le agarro
de la camiseta y hago que se tumbe otra vez encima de mí – que eres más bueno…
- digo acariciando su pelo –
-Si si… - dice evitándome la mirada – tú ahora pelotéame…
-Sabes por qué quiero desayunar? – digo haciendo que me mire
– porque tienes un jacuzzi sin usar… - alza una de sus cejas mirándome – y eso
baja la tensión…
Me mira todavía con la ceja alzada y noto como coge aire
profundamente. Lo suelta riéndose levemente.
-Jacuzzi eh? – dice susurrando pegado a mi oído – ahí si que
no me voy a resbalar…
-Es una amenaza? – digo desafiante –
-Totalmente… - responde de forma lasciva, mirándome –
-Vas a tener que llamar a recepción… - me mira extrañado –
porque vas a necesitar el desfibrilador, pero de verdad… - le digo con voz
sensual –
Me mira y veo como respira algo acelerado.
-Joder… - dice mirándome – voy a ir encendiéndolo, que no se
ni cómo va… - se levanta rápidamente y no puedo evitar otro ataque de risa –
Me quedo riéndome mirando al techo. No sé qué es esto… pero
me encanta. Me encanta cómo es. Ayer me sobrepasó. Su forma de hablarme me dejó
completamente descolocada. No sabía qué decir ni qué hacer. Solo me salió
llorar. Llorar como una imbécil. Me tapo la cara algo avergonzada. Pensaba que
nadie iba a fijarse en mi de la manera en la que lo hace él. Me sorprende que
sea todo tan sencillo. Nunca lo ha sido. Y siempre he pensado que no valía la
pena, dio en el clavo. Pensaba que no valía la pena estar conmigo por la forma
de vida que tengo. No quiero hacerle daño a nadie, y menos a él. Pero es tan…
aprieto los labios para no emocionarme otra vez. Qué me pasa joder? Por qué
tengo ganas de llorar todo el tiempo? Y al mismo tiempo, por qué tengo tantas
ganas de reírme?
Estando así, boca arriba, pensando, escucho vibrar mi móvil.
Está en la mesita, no sé si me apetece cogerlo. Lo cojo a regañadientes. Es
Vero. Sonrío. Abro el whatsapp y me encuentro con 2 mensajes.
“Tía” – sonrío – “Todo bien?”
Todo bien dice. Jajajaja. Río sin querer. Dudo en si
contestarle o no. Pero me pongo a escribir.
“Va a quedarse más días” – respondo sin más – “imagínate si
está todo bien”
Escribiendo. Sé que le está dando algo. Estará pegando botes
leyendo esto.
“Queeeeeeeeeeee?” – lo leo con su tono de voz y no puedo
evitar reírme – “Malú!!!” escribe y añade varios emoticonos dando aplausos –
“Nos suben el desayuno y está preparando el jacuzzi” –
escribo a posta para que se muera de la envidia – “supongo que a comer
llegaremos”
Escribiendo de nuevo. Me tapo la boca para no reírme a
carcajadas.
“Dame más envidia, hija de puta!!!” escribe añadiendo varias
gitanillas – “y tú estás bien?”
Sonrío. Estoy demasiado bien. Decido contestarle de forma
contundente.
“Luego te contaré más tranquilamente pero… tengo agujetas” y
añado varios monos tapándose la boca.
“LA MADRE QUE TE PARIÓ” escribe con mayúsculas haciéndome
reír.
“Ayer pasaron más cosas Vero… - escribo casi sin querer – no
sé lo que me pasa, pero estoy demasiado bien” escribo sonrojándome un poco.
“Nena… - escribe de forma cariñosa – no te acojones y déjate
llevar eh? Que te conozco!!”
Sonrío sin querer. Me conoce. Ayer me acojoné mucho, pero
hoy ya no lo estoy. No sé cómo lo vamos a hacer, ni a lo que me voy a atrever,
pero quiero hacerlo. Estoy convencida.
-Jefa! – le escucho desde el baño – ven!
Sonrío y dejo el móvil sobre la mesilla. Voy al baño y lo
encuentro al lado del jacuzzi, con las burbujas.
-Me ha costado… - dice riendo – no te creas que esto es
intuitivo…
-Cuando dices que suben los del desayuno? – me acerco a él
de forma sugerente –
-Eh… - veo como se pone nervioso – oye… - me para – me haces
pedir el desayuno y ahora…
-Como tarden mucho… - me pego a él y dirijo mi mano a su
entrepierna – yo empezaré a desayunar…
Veo como traga saliva y me mira con mucho deseo. Justo en
ese momento, suena la puerta de la habitación. Le miro de arriba abajo y veo
como le he excitado simplemente con lo poco que he hecho.
-Tú crees que puedo abrir la puerta así? – se señala y me
hace reírme – me lo voy a cobrar, que lo sepas… - dice estirando su camiseta
para tapar la parte del pantalón –
Cierro la puerta del baño y me apoyo en el lavabo. Sonrío.
Me miro al espejo y me veo sonriendo. Me miro y veo algo que hacía tiempo que
no veía. Estoy contenta. Bajo la cabeza sin poder parar de sonreír. Me siento
bien, me siento… normal. Con ese pensamiento tan extraño para mi, escucho como
se abre la puerta.
-Señorita – le escucho a mi espalda – el desayuno que tanto
quería para no desmayarse en el jacuzzi – le miro y me mira sonriendo –
Suspiro al ver como se aleja de la puerta. De dónde habrá salido y dónde habrá estado. Cierro los ojos un segundo, como intentando coger aire. Me hace falta, me deja sin aire sentirme así.

Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssssss porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminar