lunes, 25 de febrero de 2019

CAPÍTULO 47: PASADO PISADO

Se quita de encima de mí y se tumba boca arriba, tapándonos con la sábana. Le miro. Está… como serio. Le observo sin saber bien qué decir.

-Qué te pasa? – pregunto poniéndome de lado para verle algo mejor –

-Nada… - dice sin mirarme y sonriendo levemente – nada… - repite negando con la cabeza –

-Oye… - me incorporo hacia él – te has puesto serio de repente… - resopla y me aparta la mirada –

-Malú… - dice con un tono de voz algo apagado – me paso a veces verdad?

Me deja descuadrada. Se pasa en qué exactamente? Le miro extrañada y vuelve a apartarme la mirada.

-Te pasas? – pregunto todavía extrañada – en qué?

-Pues… - resopla y se calla durante unos segundos – que no pienso lo que digo a veces… - noto como se va poniendo tenso poco a poco –

-Hugo… - le miro – todavía no sé a qué te refieres…

-Olvídalo – contesta rápidamente y se levanta para ir al baño –

Le observo caminar, como cabizbajo, y le escucho suspirar al entrar al baño. Algo ha pasado que no he entendido muy bien. Quizá es que él es cariñoso y yo no. Sí lo soy, pero me cuesta mucho. Le veo salir y, sin decir nada, se tumba en su parte de la cama. Tiene otro gesto, como más destensado, pero me da la sensación que lo está fingiendo.

-Me lo vas a explicar? – pregunto a su lado mientras se tumba –

-El qué? – pregunta mirándome sonriendo –

-Joder Hugo… - digo cansada – a qué te referías con lo de que a veces te pasas?

Me mira y vuelve a presentar ese gesto como… triste… no sabría explicarlo. Pero lo cambia rápidamente por una nueva sonrisa fingida.

-Nada, que soy un pesado… - dice mirando al techo y haciendo como que se ríe –

-Pesado? – pregunto extrañada y me incorporo de nuevo – Hugo, me lo vas a explicar de una puta vez? – digo ya algo enfadada –

-Por qué te enfadas? – pregunta mirándome con esa medio sonrisa que me está poniendo nerviosa –

-Porque acabamos de echar un polvo y de repente te apartas y ni me tocas – me mira y aparta la mirada – y me dices que a veces te pasas… - suspiro – me puedes explicar a qué viene eso?

Me mira y noto como aprieta su mandíbula con fuerza. Mira al techo de nuevo y se toca la frente, como si le doliera la cabeza.

-Sé que nos conocemos de unos días solamente… - comienza a hablar – está siendo todo muy… raro… - dice algo nervioso – y muy normal a la vez, no sé… - le miro y sonrío, es exactamente lo que pienso yo – es que… - me mira – tengo la sensación de agobiarte…

-De agobiarme? – pregunto incorporándome y apoyándome en mi brazo izquierdo, con gesto sorprendido – pero de donde te sacas eso?

-Pues… - sonríe de manera triste y me aparta la mirada – del pasado supongo…

Le observo. Pone cara de no haber querido decir eso. Vuelve a suspirar, diría que incluso algo agobiado.

-Me lo vas a explicar de una vez? – pregunto mirándole con gesto serio, sin entender nada –

-Malú pues… - suspira – que a mi me cuesta que me salga ser… - resopla – cariñoso y todo eso… - alzo una de mis cejas –por cosas que me han pasado… - dice nervioso - pero cuando me sale pues… - niega con la cabeza – me convierto en un pesado y… - le miro alzando las dos cejas, observándole bien – sé que esto no es… - balbucea – que bueno que… - le miro interrogante – que no sé lo que es esto… - sonrío sin querer – pero que me sale ser… - carraspea nervioso – cariñoso contigo…

-Te he dicho que no me guste? – le corto y me mira instantáneamente –

-Ha habido gente que si…

Lo suelta y me hace darme cuenta de lo que quiere decirme. Creo que en anteriores relaciones, alguna vez le han hecho creer cosas que no son.

-Hace mucho tiempo que no me comportaba así con alguien… - dice sin mirarme – me refiero a… - suspira – siempre me he cortado mucho en lo que decía o en lo que hacía… - le miro sorprendida – no sé qué me pasa contigo… - dice mirándome fugazmente y dejándome un poco anonadada – mis últimas dos parejas… - resopla – eres demasiado pesado, déjame espacio – dice como si hablara por ellas – yo necesito caña, que seas diferente… - niega con la cabeza – no sé por qué te estoy contando esto… - le miro sin saber bien qué decirle – es que a veces sé que digo cosas que igual, en unos días, te suenan a demasiado pronto… - voy a hablar pero me lo impide – y lo sé, sé que soy un pesado muchas veces y…

-Deja de decir que eres un pesado joder! – exclamo algo enfadada y me mira hasta algo asustado – Hugo, yo te he dicho eso en algún momento?

-Lo pensarás seguramente… - dice apartándome la mirada – pensarás, mira éste tío, que justo después de follar como locos me dice estas cursiladas conociéndome de hace nada…

-Si, pienso eso exactamente – digo irónica y me siento en la cama – con qué gilipollas has estado saliendo tú? – digo saliéndome del alma las palabras – Hugo… - suspiro – el que no te conteste o… no te diga cosas similares no… - va a hablar pero le corto – me cuesta muchísimo soltarme del todo, pero no me molesta para nada que me las digas… - me mira algo avergonzado – al contrario… - digo con voz dulce – me encanta que seas así…

Me mira con un gesto sorprendido y aparta la mirada. Se sienta en la cama, apoyado en el cabecero, pensativo.

-No sé cómo comportarme contigo… - dice sin mirarme – no sé si hacer lo que me sale o cortarme, o…

-Te estás liando tú solo Hugo… - digo sentándome a su lado – mis últimas relaciones tampoco han sido… - suspiro recordando la que se lió hace unos meses – supongo que sabrás algo de la historia…

-Algo sé… - dice sin mirarme – te sigo… - le miro algo sorprendida – en las redes digo… - sonríe algo avergonzado – todo eso está terminado? – pregunta incluso con tono algo temeroso –

-Terminado? – me río sin querer – sabes la prensa como transforma las cosas no? – me mira – más que terminado, diría que ni llegó a empezar realmente… - digo segura – fue una tontería… - digo sin mirarle – me han puteado muchas veces sabes? – me mira de nuevo – a mi también me cuesta fiarme de alguien y lo estoy haciendo contigo… - suspira sin mirarme – lo de hoy en mi casa… - sonrío sin querer – era como si fuera todo tan normal que no nos conociéramos de hace días, sino de más tiempo…

Me mira y sonríe sin querer, bajando la cabeza. Me pego a él, todavía sentada, y agarro una de sus manos.

-Creo que tenemos muchas cosas en común… - digo sin mirarle – te puedo contar una cosa sin que te enfades? – me mira alzando una ceja y me da por reírme – fue cosa de Vero eh? – me mira expectante – te cotilleamos las redes sociales… - me mira sorprendido mientras me siento avergonzada, y luego empieza a reírse – lo siento, fue cosa de ella…

-No me lo puedo creer… - dice riéndose – y? – me mira –

-Fue el día que me invitaste a cenar… el día después de… lo que pasó en la puerta de mi casa… - sonríe mirándome –

-Y te ayudó a atreverte a quedar conmigo después de cotillearme las redes? – dice todavía riéndose –

-Compartimos muchas cosas… - digo bajando la cabeza – supongo que eso es algo un poco nuevo para mí… - me río levemente –

-También te digo una cosa – dice mirándome – aunque no las compartiéramos… me seguirías pareciendo una mujer maravillosa…

Le miro sorprendida y me sonrojo solo con escucharle. Resoplo. Su forma de pensar es como la mía, en casi todo lo que conozco.

-Ves? – dice chasqueando la lengua – me paso a veces… - dice apartando la mirada –

-Oye! – exclamo – deja de decir eso ya por favor! – digo algo indignada – que entonces si que vas a ser pesado de verdad!

-Bueno vale! – exclama algo molesto – joder… - susurra – tu me cuentas tus complejos y yo te cuento cosas que me rayan… - resopla - y me gritas cojones…

Le miro y tiene gesto enfadado. Vale, la que se ha pasado soy yo. Veo como se sienta en el borde de la cama, de espaldas a mí.

-Solo estaba intentando contarte que… - me habla de espaldas – da igual… - se levanta de la cama y se va hacia la terraza –

-Hugo… - me arrodillo en la cama – ven… - todavía sigue de espaldas –

-No podía ser como me salía… - dice sin mirarme – se cansaban de mí, o eso decían… - le escucho con un pequeño nudo en la garganta – de Sonia ya lo sabes, se lió con otro sin haber terminado conmigo… - le veo negar con la cabeza – pero la anterior me hizo lo mismo y lo único que me dijo es que era demasiado… - resopla – que se cansaba de que fuera siempre tan… - deja de hablar y me levanto hasta llegar a su altura de espaldas – no sé cómo comportarme contigo para que no te agobies… - permanezco a su espalda – también me decía que tenía un problema porque siempre me apetecía… - hace gestos con las manos – ya sabes… - me sorprendo – y que la agobiaba… - se da la vuelta – pero es que no hacía nada, solo era cariñoso joder y… - no me mira, resopla mirando al suelo – me rechazaba… - suspira – luego me enteré que me rechazaba porque se veía con otro… - sonríe amargamente – un macarra de estos… - sonrío mirándole – que no hace nada en la vida… - niega con la cabeza – intenté ser así, más pasota… más… - me mira fugazmente – frío… - me está dando mucha ternura que me cuente esto – pero no puedo serlo…

No digo nada, solo me abrazo a él. Estamos desnudos. Me da exactamente igual. Necesito darle un abrazo. En mi vida me han dado muchos palos, pero parece que a él también. Dice que no sabe cómo comportarse conmigo para que no me agobie. No sabe que no me agobia. Hago que se siente en la cama y me siento a su lado. Me va a costar expresarme, pero voy a hacer un esfuerzo.

-Dices que no sabes como comportarte conmigo… - me mira – exactamente así… - digo segura – crees que si no me gustara como eres conmigo, te llevaría a mi casa conociéndote de hace 1 semana? – me mira y sonríe sin querer – o menos… - río – Hugo… - suspiro – mis últimos meses han sido horrorosos y no esperaba encontrarme con alguien como tú… - me mira sorprendido – tan… - sonrío avergonzada – se me ha puesto todo de punta cuando me has dicho que, si tuvieras que dejar de verme mañana… te mueres… - resopla y mira al suelo –

-No te lo digo esperando que me contestes lo mismo o… - sonrío – o que te sientas obligada a decir cosas que…

-Yo también me muero si pienso en dejar de verte mañana…

Suelto la frase. Sin pensarla. Dejándome llevar. Me sorprendo, no me creía capaz de hacer algo así y menos con alguien a quién conozco tan poco. Pero me gusta. Me gusta mucho como es, cómo me trata, como me hace sentirme… y todo lo que pasa cuando entramos en esta habitación o cuando no estamos aquí. Lo que acaba de pasar, tan visceral, tan intenso, tan sexual, con tanto deseo… y tan mutuo… joder, es que qué más da el puto tiempo? He estado con gente durante meses y no he sentido ni la mitad de lo que me pasa cuando estoy con él.

Cuando le miro, me está mirando intensamente. Diría que hasta con un toque de emoción que no había visto hasta ahora. Él me ha visto llorar, yo a él no. Por un momento, siento que se va a poner a llorar y no voy a saber qué hacer. Me toca el pelo y me aparta un mechón de la cara, con sumo cuidado. Me besa sin avisarme, sin pedir permiso, no le hace falta hacerlo. El beso es tan tierno, tan lento. Sus manos no van a ninguna parte de mi cuerpo, solo a mi cara y a mi pelo. Cuando termina el beso, nos quedamos mirándonos unos segundos. Me mira de una manera demasiado bonita.

-Eres preciosa… - dice acariciándome el pelo –

Me deshago. Me voy a deshacer de un momento a otro. Bajo la cabeza avergonzada. Todavía me avergüenza que me diga esas cosas. Pero me gusta, y ya lo sabe. Veo como se tumba en la cama y me hace un gesto para que me tumbe a su lado. Nos tapamos con la sábana. Me apoyo en su pecho, en la parte derecha, mientras él abre el brazo derecho para abrazarme. Me hace caricias en la espalda que me hacen sonreír.

-Malú… - dice en voz baja – sé que es difícil que te fíes de alguien que no conoces… - giro un poco mi cabeza para mirarle – pero te prometo que nunca voy a hacer nada que te perjudique…
No puedo dejar de mirarle. No puedo. Ni puedo reprimir las ganas de llorar que me acaban de dar al escuchar eso. Sé por qué lo dice. Por los meses pasados. Porque intuye los miedos que tengo. Porque cree que necesito escuchar algo así.

-Pase lo que pase entre nosotros – continúa hablando – nunca haré nada que pueda hacerte daño…

-Joder Hugo… - escondo mi cabeza en su hombro, con muchas ganas de llorar –

-Quería decírtelo para que te lo guardes bien ahí dentro… - toca mi cabeza – lo hacemos a tu manera y como tú digas… ocurra lo que ocurra… - le miro con los ojos un tanto encharcados en lágrimas – no llores anda… - río sin querer – si no he llorado yo antes con lo que me has dicho… - río de nuevo – me da la sensación de que, por primera vez en mucho tiempo… - dice sin dejar de acariciarme la espalda – sea lo que sea lo que está pasando entre nosotros… es mutuo…

Alzo la cabeza automáticamente. Claro que es mutuo. No sé lo que es. O sí. Me estoy pillando de una manera que en mi vida pensé que con 37 tacos me iba a pasar, y más después de todo el vagaje que llevo.

-Lo es… - digo algo avergonzada – aunque me cueste soltarme… - sonríe y acaricia mi espalda de nuevo –

-No hace falta que te sueltes más… - dice de forma dulce – si te apetece si, claro… - me río – pero con lo que acabamos de hablar… - noto como sonríe – acabas de quitarme muchas manías…

-Tú también me acabas de quitar muchas cosas… - digo abrazándole y acomodándome en su torso – parece esto gran hermano… - digo riéndome y veo como arquea su cabeza para mirarme extrañado – 1 semana aquí es como 3 meses en la vida real… - comienza a reírse – todo se magnifica.

-Jajajajajajajaja – estalla en una carcajada y me contagia – luego dices que no eres ocurrente ni divertida… - dice riéndose todavía – tienes sueño? – asiento sin levantar la mirada – yo también… - me abraza – mucha tensión en tu casa – me río – pensando que ibas a besarme delante de tus padres…

-No hubiera pasado nada… - digo restándole importancia –

-No, que va – dice irónico – solo que hubiera soñado hoy con la cara de tu padre… - me río – me ha encantado lo de la guitarra… - sonrío –

-Y a mí… - digo cerrando los ojos notando que empiezo a tener sueño –

-Me quedo embobado cuando cantas… - dice haciendo que levante la cabeza – en serio… - me mira de forma sincera – ya me flipaba antes… - agacho la cabeza y vuelvo a mi posición inicial – he visto conciertos tuyos… - vuelvo a alzar mi cabeza sorprendida – qué quieres? Mi hermana es muy fan! – se excusa – la primera vez que te vi en concierto pensé: Hostia puta como canta no? – me río avergonzada – escucharte de tan cerca es todavía más… - suspiro – intenso… - me acaricia el pelo – me dejas flipando… - le doy un manotazo para que pare – vale vale… - dice riéndose – pero no es peloteo eh? Es que me encanta… - me incorporo otra vez y me quedo mirándole. Sin decir nada, le doy un fugaz beso en los labios y sonrío – la jefa… - dice de repente – qué otro nombre te iban a poner si no?

Me río levemente y me abrazo más a él. Eso que he pensado en casa de mis padres se ha confirmado. Me admira, o eso parece por lo que me ha dicho. Me encanta que me acaricie la espalda, me relaja mucho. El sueño no tarda en aparecer y, con todo ese batiburrillo de pensamientos, me quedo durmiendo con mi cabeza sobre su pecho. Lo de hoy ha sido bastante más especial e importante que cualquier cosa de las que me han pasado últimamente.

1 comentario:

  1. Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssssss porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

    ResponderEliminar