Me siento en la arena, al lado de la silla donde está Pepi,
enfrente de Pepe y Vero, y al lado de Malú. Carlota se sienta casi pegada a su
madre. Cuando veo como Pepi empieza a sacar los bocadillos y a repartirlos no
puedo evitar reírme. Todos me miran, incluida Malú, que creo que no entiende
muy bien la risa.
-Siempre hacemos esto – dice Pepi como justificándose –
aunque Malú hace mucho tiempo que no estaba aquí… - la miro y baja la cabeza
algo avergonzada –
-No Pepi, si no me reía por eso… - digo rápidamente – es
que… - sonrío algo melancólico – es exactamente lo que hacíamos antes cuando
íbamos con mis padres a la playa mis hermanos y yo… - sigo sonriendo – me ha
recordado a buenos tiempos…
Hay un silencio de unos segundos. Sigo sonriendo, totalmente
melancólico, incluso diría que noto un pequeño nudo en la garganta que
desaparece al notar como Malú acaricia mi pierna. Pepi me mira con un gesto un
tanto emocionado mientras me da el bocadillo y Pepe… Pepe tiene la intensidad
de su hija. No hace falta que diga nada para saber lo que piensa, o eso me
parece. Vero, directamente, sonríe mirándome y mirando a Malú, como si le
encantase que me pusiera así.
Pepi me da una lata de cerveza y me hace una carantoña sutil
que me hace ponerme algo colorado. Miro a Malú, sigue mirándome con un gesto de
ternura total y posa fugazmente su cabeza en mi hombro, de forma cariñosa. Nada
más dar un pequeño bocado al bocata, hago un sonido de placer. Pepi se ríe a mi
lado.
-Dios, que bueno está esto… - digo con la boca algo llena
todavía –
-Los bocatas de Pepi son míticos… - dice Vero riéndose –
-Eso es lo único que echo de menos de ella… - dice Pepe con
tono irónico –
No entiendo lo que ha dicho, pero Pepi se ha reído y le ha
dado un manotazo en la pierna. Miro a Malú y me hace un gesto que no entiendo.
Se acerca a mi oído y me lo dice. No están juntos. Sus padres no están
juntos??? La miro con gesto de sorpresa. Pero si parece, por como se llevan,
todo lo contrario.
-Si hijo, estamos separados… - dice Pepi notando como me he
sorprendido –
-No nos aguantábamos como pareja – añade Pepe – pero como
amigos y padres, nos soportamos bastante bien… - dice como si tal cosa
haciéndome reir –
-En fin… - suspira Pepi – tenía que haberte puesto en el
bocadillo un poco de lejía… - dice bromeando –
Veo como se ríen y todavía no me lo explico. Miro a Malú que
me mira sonriente y se alza de hombros.
-La familia hijo – dice Pepi – siempre unida, pase lo que
pase… - sonrío de medio lado y asiento –
Pienso en mi familia. Mi madre vive sola, mi hermana con su
novio, mi hermano con su mujer y sus hijos… y, a veces, siento que hemos
perdido vínculo desde lo de mi padre. Como que cada uno vamos por libre, pero,
seguimos estando unidos en las fechas señaladas. Pienso en los días que llevo
sin llamar a mi madre… y a mis hermanos… y me da cargo de conciencia. Creo que
ni siquiera sabían que estaba aquí hasta que apareció lo del vídeo.
Cuando me termino el bocadillo, de repente siento unas ganas
terribles de hablar con mi madre. Evidentemente, sin contarle nada de lo que
está pasando aquí. Malú no ha dejado de observarme durante toda la comida.
Apenas he hablado. Me he quedado muy pensativo.
-Venga Carlota, túmbate en la sombra que hay que hacer la
digestión – escucho a Vero y veo como la niña accede –
-Has comido bien? – pregunta Pepi –
-Si Pepi – respondo sonriendo – muchas gracias…
Me mira como sabiendo lo que me pasa. Me da la sensación que
tiene la misma sensibilidad para estas cosas que su hija. Pepe se recuesta en
la hamaca, haciendo gestos de como estar lleno. Sonrío.
-Qué te pasa? – pregunta Malú en voz baja –
-Nada – respondo rápidamente fingiendo una sonrisa –
-Mientes fatal… - responde sonriendo –
De repente, siento ganas de llorar. Me las aguanto pero no
sé por qué han aparecido. O sí. La nostalgia.
-Cuéntamelo anda… - dice dándome un leve codazo –
-Nada que… - sonrío nervioso – me ha dado nostalgia, solo
eso…
Me mira apretando los labios, como algo emocionada y, sin
decir nada, me abraza. Justo lo que necesitaba. Lo ha vuelto a hacer.
Necesitaba un abrazo y lo ha sabido.
Río algo nervioso al deshacer el abrazo, por aguantarme las
ganas de llorar. Voy hacia mi mochila y agarro el móvil. Voy a llamar a mi
madre. Malú me observa un tanto cariacontecida pero me sonríe de forma tierna.
Supongo que sabe lo que voy a hacer.
-Hijo! – le oigo exclamar al otro lado del teléfono – pasa
algo?
-No mamá… - sonrío, casi siempre que la llamo es porque ha
pasado algo – cómo estás?
-Pues… - noto como no se entera de nada – bien hijo, pero
qué pasa?
-Nada mamá… - camino por la orilla – solo quería llamarte… y
hablar un rato…
Le oigo suspirar.
-Estoy en la playa… - digo mirando la mar – te acuerdas
cuando veníamos con papá todos, con las sombrillas… - escucho como ríe algo
emocionada – las sillas… la nevera… - sonrío emocionado – no hemos vuelto a
irnos todos juntos… - digo tímido – podríamos hacerlo este verano…
-Hugo… cariño… - escucho como comienza a llorar –
-Mamá… no llores… - digo intentando no llorar yo – solo
quería que supieras que… - me tapo la boca un segundo reprimiendo el llanto –
que te quiero mucho y… - escucho como llora levemente – y aunque no te lo diga
y solo consigamos juntarnos todos de vez en cuando… - suspiro – me gustaría que
volviéramos a hacerlo…
-Claro hijo… - responde emocionada – Hugo cariño pero tú
estás bien?
-Si – respondo sonriendo ampliamente – me está viniendo muy
bien estar aquí… - sonrío todavía más –
-Y cuando vuelves? – pregunta mientras noto como se va
serenando –
-Pronto mamá… - me giro para mirar hacia Malú, que me
observa atentamente – de momento me apetece quedarme unos días más…
-Como quieras hijo… - dice de forma cariñosa –
-Bueno mamá… - suspiro sentándome en la orilla – te quiero
mucho…
-Y yo a ti cariño… - dice emocionada –
-Te mando luego una foto de la playa? Es preciosa… - digo
ilusionado –
-Claro, sabes que me gusta mucho que me mandes fotos… - dice
emocionada –
-Vale, luego te la mando vale? – digo dulcemente – un beso
mamá
-Un beso cariño…
Cuelgo el teléfono y me quedo con el apoyado sobre mis
labios. Las ganas de llorar no se han ido pero me he quedado más tranquilo. Sé
que estaba preocupada y también sé que es de ese tipo de personas que no le
gusta agobiar a los demás, aunque sean sus hijos. Llevo meses ausente, meses
sin prestar la atención que debería a mi familia. Y la familia de Malú, sin
querer, me lo ha recordado. Me apetece llamar a mi hermano, pero me apetece
verle, cara a cara, así que, sin pensármelo mucho, me pongo de espaldas a la
orilla, para que se vea la playa y no haya posibilidad de que vean a la familia
de Malú, e inicio una videollamada. Sé lo que estará pensando. Tarda en cogerlo
y, cuando lo coge, escucho a mis sobrinos de fondo gritar “tito” y sonrío.
-Hermano, qué pasa? – su cara es de estar preocupado –
-Nada Jose! – exclamo riéndome – qué tal? Donde están los
enanos! – aparecen casi quitándole el móvil y gritándome a la vez – hola
enanos! – Les hago un gesto con la mano para saludarles – qué hacéis?
-Papá ha cocinado pizza! – grita Paco ilusionado –
-Y le hemos ayudado! – grita Lucía haciéndome reír –
-Que no gritéis! – exclama mi hermano por detrás –
-Hola Hugo! – me saluda Laura, la mujer de mi hermano –
-Hola! – saludo de forma efusiva –
-Estás en la playa? – pregunta Paco sorprendido –
-Si, a que mola? – pregunto haciendo que se vea un poco más
el mar – este verano venimos si queréis
Les escucho gritar emocionados y veo como mi hermano le hace
un gesto a Laura. Se piensa que no le he visto, pero el gesto ha sido como para
que se lleve a los niños.
-Venga niños, vamos a hacer los deberes – dice Laura –
-Pero que está el tito! – exclama Lucía – y no tengo
deberes…
-Si que tienes – dice Laura haciéndome reir – venga, dadle
un beso al tito
Me gritan de nuevo y no paran de mover las manos saludándome
o despidiéndose mejor dicho. Desaparecen de la imagen, en la que se queda mi
hermano mirando primera en la dirección en la que se han ido y luego mirándome
a mí.
-Menudo jaleo tienes en casa siempre… - digo riéndome –
-Eh nano… - dice acercándose un poco más el móvil. Así me
llama de forma cariñosa – va todo bien?
-Claro! – digo riéndome – mamá me ha preguntado lo mismo… -
me mira sorprendido –
-Has hablado con mamá? – pregunta –
-Si bueno… - digo bajando la cabeza – ya sabes que la playa
me ayuda a pensar… - miro la pantalla y mi hermano me mira como preocupado –
estoy bien, de verdad… - digo sincero –
-Seguro? – pregunta no muy convencido – sigues en Algeciras?
-Si – respondo sonriendo – es que estaba aquí y… - río algo
nervioso – Jose, sé que he estado muy ausente estos meses… - veo como niega con
la cabeza –
-No estabas bien Hugo, todos lo hemos entendido – dice de
forma comprensiva –
-Ya pero… - sonrío – me estoy perdiendo muchas cosas de los
críos, lo sé…
-Nah, no te creas… - le resta importancia – ya has visto que
siguen igual de locos que siempre…
-Os echo de menos Jose… - digo sonriendo – cuando vuelva nos
reuniremos todos…
-Me parece perfecto hermano… - sonríe – pásalo bien, recarga
pilas y nos vemos pronto – asiento mientras escucho a los niños gritar – tío
esto es para cortarse las venas, te lo juro… - dice de forma graciosa haciendo
que me ría – no tengas hijos nunca, consejo de hermano.
-Anda tira… - digo riéndome –
-Me alegro de haber hablado contigo nano – dice sonriendo –
-Yo también… - sonrío – hablamos pronto vale? – asiente – y
dale un beso a mis sobrinos anda…
-Si se dejan… - se ríe –
Me despido y cuelgo con una sensación como de paz. Queda
casi lo más difícil. Mi hermana Rocio, aunque es la pequeña, es la que más me
impone. Quizá porque siempre ha sido la más cabal de los 3. Y tiene un genio…
joder, me recuerda a Malú a veces. Sonrío al ver su nombre en el móvil y vuelvo
a iniciar una videollamada. Tarda segundos en cogerlo.
-Hombre!!!! – exclama haciéndome reir – el gaditano
desaparecido! – río –
-Qué tal hermanita? – pregunto mirándola –
-Aquí en casa con Nacho… - mira a la izquierda – bueno, creo
que está cagando, ahora te saludará…
-La madre que te parió… - digo riéndome a carcajadas –
-La madre que te parió a ti, que me haces una puta
videollamada donde se ve la playa… - dice fingiendo enfado – sigues en
Algeciras de mi corazón? – asiento sonriente – hostia, pues sigues allí porque
has encontrado algo que te hace quedarte o qué?
La madre que la trajo. Me conoce mejor que mamá. Niego con
la cabeza rápidamente y, sin querer, miro hacia Malú, que sigue atenta a lo que
hago.
-La cara lo dice todo – dice riéndose – y estás feliz?
-Ro! – exclamo – que no te líes joder, que estoy aquí porque
estoy bien… porque necesitaba desconectar…
-Ya ya… - dice con gesto de no creerse nada – bueno pues yo
que sé… ya me la presentarás…
-Y dale… - pongo los ojos en blanco y sonrío –
-Hacía tiempo que no te veía sonreír así… - dice poniéndose
seria de repente – sea lo que sea, me cae bien… - Ya te digo, pienso para mí, y
no puedo evitar reírme –
-No quieres saber por qué te llamaba? – digo intentando
cambiar de tema –
-Para enseñarme que estás en la playa y que quiera matarte?
– dice de forma irónica – a ver, dispara…
-En realidad… - río nervioso – tú sabes más cosas que Jose…
- digo en referencia a lo que ha ido pasando los últimos meses – he hablado con
él… y con mamá… - me mira sorprendida – necesitaba llamaros…
-Y eso? – me mira preocupada – ha pasado algo?
-No no – me apresuro en contestar – solo que… - suspiro – sé
que he estado muy ausente en los últimos meses… - sonríe mirándome con ternura
– sabes más o menos lo que ha ido pasando y… - bajo la cabeza – que lo siento
enana…
-Me estás pidiendo perdón por haber estado superando una
depresión, haber cambiado de trabajo y haberte encontrado con una hija de puta
que te ha engañado? – dice de corrido – qué quieres, que te mate? – río sin
querer – deja de decir tonterías anda…
-Me ha dado mucha morriña estar aquí… - digo sin mirar el
móvil – te acuerdas cuando nos íbamos con papá y mamá a la playa en la
furgoneta aquella que se caía a cachos? – ríe y me contagia – que no sé ni cómo
llegábamos a Málaga con eso…
-Estás melancólico eh? – pregunta mirándome – no hemos vuelto
a hacerlo… - dice reflexiva - no me vas a hacer llorar, capullo – dice algo
emocionada –
-Te digo lo mismo que a Jose… - sonrío – este verano nos
iremos todos a la playa, como antes… todos juntos… - asiente – aunque falte
papá…
-Ay Hugo joder… - se queja tocándose los ojos – cuando
vuelves?
-No lo sé exactamente… - digo sonriendo –
-Claro, estarás ahí con gente que has conocido y eso… - dice
mirándome –
-Y dale… - vuelvo a poner los ojos en blanco –
-Quédate el tiempo que necesites, hermano… - dice mirándome
sonriente – cuando vuelvas, quiero ver esa sonrisa… - sonrío avergonzado – y
dale las gracias a quien te la esté provocando…
-Eres imposible, en serio… - niego con la cabeza –
-Mira, ya ha vuelto Nacho de cagar – le enfoca y Nacho le
mira alzando las cejas – saluda a tu cuñado, que está en la puta playa mientras
nosotros estamos viendo Netflix como enfermos… - me río –
-Hola cuñado – me saluda Nacho y le saludo con la mano –
tenías que decirle que estaba cagando?
-Pues hijo – veo a mi hermana – cagar cagamos todos… - río
de nuevo –
-Os dejo con esos temas escatológicos – digo sonriendo – nos
vemos pronto…
-Llámame más joder, o escríbeme… - me exige – que al final
tendré que ir a Algeciras a verte… - sonrío bajando la cabeza – pásalo bien hermanito…
-Te quiero enana… - digo sonriendo –
-Me quieres? – pone cara de sorpresa – Nacho, tú eso ya ni
me lo dices…
-Cómo que no? – le escucho de fondo y me hace reir –
-Yo también te quiero Hugo – sonrío enternecido –
-Y yo cuñado! – escucho a Nacho por detrás –
-Hablamos vale? – veo como mi hermana asiente – un beso…
Al colgar, siento unas ganas inmensas de llorar. Tenía que
haber hecho esto antes. Qué ha pasado desde que he llegado aquí? Es como si
hubiera tenido que venir hasta aquí para volver a poner toda mi vida en orden.
Me giro de nuevo, hacia la orilla, y encojo mis piernas, con mi móvil en la
mano.
De repente, noto una mano en mi espalda.
-Todo bien? – sonrío al escuchar su voz –
-Si… - respondo de forma corta –
-Has llamado a tu familia verdad? – pregunta sentándose a mi
lado –
-Si… - vuelvo a contestar y aprieto los labios – qué cojones
tiene este lugar? – pregunto mirándola – no sabes la de cosas que he puesto en
su sitio desde que estoy aquí…
Sonríe enternecida y aparto la mirada hacia el mar. Noto
como se pega un poco más a mí y posa su mano derecha en mi muslo izquierdo.
-No han sido unos meses fáciles… - digo reflexivo – eso lo
compartimos creo, no? – me mira sonriendo levemente y asiente – he dejado de
lado cosas importantes… - niego con la cabeza – llevaré como 2 meses sin ver a
mis sobrinos… - agacho la cabeza –
-Hugo… - aprieta levemente mi muslo – por lo que me has
contado, los últimos meses has estado pasando por una época mala… - asiente –
medicándote… - sonrío algo avergonzado – a veces, cuando pasan esas cosas,
necesitas estar solo…
-Ya pero he tenido que venir aquí para poder pensar… -
tuerzo la boca – necesitaba disculparme con ellos… - sonrío sin querer – no me
he dado cuenta hasta que he visto como te llevas con tu familia…
-Tenemos nuestras cosas eh? – dice de forma divertida – a mi
hermano no lo conoces… - se ríe – de pequeños nos matábamos y ahora no puedo
vivir sin él…
-Eso me pasaba a mí con mi hermana… - sonrío – es más
pequeña que yo, y no paraba de putearme…
-Pues igual que yo con mi hermano… - ríe –
-Le compadezco… - me mira fijamente – tenía que ser difícil
aguantarte de pequeña…
-Oye! – exclama dándome un manotazo – si era un amor… - dice
haciéndose la chula – lo que pasa que los hermanos mayores sois cabrones…
-De cabrón nada… - digo rápidamente – mi hermano Jose si que
era más capullo… - sonrío –
-Te ha venido bien hablar con ellos no? – dice con voz dulce
y asiento –
-Mi hermana te da las gracias…
Le miro y noto su mirada asustada. Comienzo a reírme.
-Quita esa cara… - digo riéndome – te prometí que no le
contaría nada a nadie… - la escucho resoplar aliviada – solo que ha notado que
estoy sonriente… - me mira con una ceja alzada – y me conoce, así que ha
supuesto que estoy… - le miro fijamente – conociendo a alguien especial…
-Especial… - dice susurrando y acercándose un poco más a mí
–
-Si… - digo susurrando y notando como se va a acercando –
-Pfff… - resopla – si no tuviera miedo de que me echaran una
foto, te comía a besos ahora mismo…
La miro automáticamente, sorprendido, y noto como, al decir
la frase, se pone colorada y baja la cabeza. Lo ha dicho sin pensar. Sonrío
entre enternecido y excitado.
-Yo también te comía a besos… - digo susurrando con tono
sugerente – pero tu padre me acojona mucho…
-Jajajajaja! – estalla en una carcajada – es más serio… -
dice cambiando de tema – pero le conozco, le caes muy bien…
-Está bien saberlo… - sonrío – oye, te has echado crema? –
digo observando sus hombros –
-Si, me tengo que embadurnar entera siempre… - dice algo
avergonzada – me salen unas ronchas… - le miro extrañado – algo así como una
alergia al sol… - sonríe – pero con embadurnarme y protegerme en las horas
clave en la sombra… - se alza de hombros – no pasa nada…
Me quedo mirándola unos segundos. Nos quedamos mirándonos. Por un momento, pienso en besarla, aunque sea fugazmente, pero me imagino su cara de pánico y su enfado posterior, y me contengo. Ojalá no tuviera que contenerme.
Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssssss porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminar