sábado, 9 de febrero de 2019

CAPÍTULO 7: INESPERADO


Mi madre se ha quedado totalmente dormida, tumbada en la arena, sobre la toalla y bajo la sombrilla. Sonrío al verla dormir, tan tranquila. Carlota juega con una colchoneta en la orilla y Vero está sentada a mi lado. Fumamos un cigarro mientras se va dando la vuelta de vez en cuando. Pongo los ojos en blanco cuando sé a quién mira.

-Mira nena – me señala con la cabeza – está tremendo no?

-Ay Vero… - digo cansada – de verdad crees que me apetece ahora mismo fijarme en alguien?

-Busquemos una chica entonces… - dice mirando hacia la orilla – una que esté bien, que parezca maja… - la observo como repasa a todas las chicas que ve -

-Que pares! – exclamo en voz baja – que no necesito nada… - digo sonriendo levemente –

-Un meneo tía… no sé… - vuelve a girarse – necesitas un chute de autoestima…

-Necesito que te calles… - miro hacia la orilla, donde sigue Carlota jugando con la colchoneta – y tú? No necesitas un meneo?

-Tú es que no sabes si los tengo porque apenas hablamos…

La frase me cae como un reproche. Un reproche con todo el sentido. Bajo la cabeza un tanto avergonzada, tiene razón.

-No he querido que sonara así… - intenta excusarse –

-Olvídalo – digo haciendo un gesto con la mano restándole importancia – tienes razón de todas formas…

-Ay Lula… - se acerca más a mí – estás tan tristona… - me agarra de los hombros – te veo tan seria…

-Se me pasará… - digo mirando a la arena – sé que todos tenéis razón… - digo sin saber muy bien por qué estoy reconociendo algo que me he estado negando tanto tiempo – antepongo el trabajo a todo… por eso siempre se acaba, por eso no funcionó la vez anterior… y así hasta el principio de los tiempos…  - digo resignada –

-Pues por eso te digo! – dice volviendo a señalar con la cabeza hacia ese chico – tú imagínate… - me dice expresiva – te acercas, con el tipo que tienes… con esa melenaza - sonrío mirando al suelo y negando con la cabeza – hola qué tal? Soy Malú – dice simulando que hablo yo – y él se cae de espaldas y…

-Y sale corriendo… - termino la frase – Vero… tú crees que yo voy a ligar con alguien? – digo incrédula – la mitad de los que me conocen por la tele o lo que sea, piensan que soy una borde… - pone los ojos en blanco – y la otra mitad no sé ni lo que piensa…

-Ay de verdad… - me corta – me dices en serio que tú te acercas a ese tío y sale huyendo? Como te digo ese, te digo cualquiera…

Le observo con detalle por primera vez. Se sienta en la hamaca con un vaso en la mano. Parece alcohol, tiene hielos y un limón. Deja el vaso en la arena y se quita la camiseta. Pongo los ojos en blanco con el codazo de Vero.

-Nena – me mira – me acerco yo? – alzo una ceja – pero tú has visto eso?

-Que te calles! – exclamo en voz baja – por favor Vero, no hagas nada… - le miro sentarse mientras bebe de su vaso – será gay seguro…

-No me lo parece… - niega Vero – mira, yo me acerco, le pregunto qué hace allí solito y que tengo una amiga que seguro que le va a caer bien y…

-Por favor… - pongo los ojos en blanco, esta mujer es imposible –

Giro mi cabeza hacia la orilla y, de repente, mi corazón parece pararse.

-Dónde está Carlota? – pregunto, haciendo que Vero se gire asustada –

-Estaba ahí… - dice levantándose – Carlota! – grita mirando a todas partes –

-Qué pasa? – dice mi madre levantándose de la arena –

-La niña mamá… - digo levantándome asustada –

No hay comentarios:

Publicar un comentario