Mi madre se ha quedado totalmente dormida, tumbada en la
arena, sobre la toalla y bajo la sombrilla. Sonrío al verla dormir, tan
tranquila. Carlota juega con una colchoneta en la orilla y Vero está sentada a
mi lado. Fumamos un cigarro mientras se va dando la vuelta de vez en cuando.
Pongo los ojos en blanco cuando sé a quién mira.
-Mira nena – me señala con la cabeza – está tremendo no?
-Ay Vero… - digo cansada – de verdad crees que me apetece
ahora mismo fijarme en alguien?
-Busquemos una chica entonces… - dice mirando hacia la
orilla – una que esté bien, que parezca maja… - la observo como repasa a todas
las chicas que ve -
-Que pares! – exclamo en voz baja – que no necesito nada… -
digo sonriendo levemente –
-Un meneo tía… no sé… - vuelve a girarse – necesitas un
chute de autoestima…
-Necesito que te calles… - miro hacia la orilla, donde sigue
Carlota jugando con la colchoneta – y tú? No necesitas un meneo?
-Tú es que no sabes si los tengo porque apenas hablamos…
La frase me cae como un reproche. Un reproche con todo el
sentido. Bajo la cabeza un tanto avergonzada, tiene razón.
-No he querido que sonara así… - intenta excusarse –
-Olvídalo – digo haciendo un gesto con la mano restándole
importancia – tienes razón de todas formas…
-Ay Lula… - se acerca más a mí – estás tan tristona… - me
agarra de los hombros – te veo tan seria…
-Se me pasará… - digo mirando a la arena – sé que todos
tenéis razón… - digo sin saber muy bien por qué estoy reconociendo algo que me
he estado negando tanto tiempo – antepongo el trabajo a todo… por eso siempre
se acaba, por eso no funcionó la vez anterior… y así hasta el principio de los
tiempos… - digo resignada –
-Pues por eso te digo! – dice volviendo a señalar con la
cabeza hacia ese chico – tú imagínate… - me dice expresiva – te acercas, con el
tipo que tienes… con esa melenaza - sonrío mirando al suelo y negando con la
cabeza – hola qué tal? Soy Malú – dice simulando que hablo yo – y él se cae de
espaldas y…
-Y sale corriendo… - termino la frase – Vero… tú crees que
yo voy a ligar con alguien? – digo incrédula – la mitad de los que me conocen
por la tele o lo que sea, piensan que soy una borde… - pone los ojos en blanco
– y la otra mitad no sé ni lo que piensa…
-Ay de verdad… - me corta – me dices en serio que tú te
acercas a ese tío y sale huyendo? Como te digo ese, te digo cualquiera…
Le observo con detalle por primera vez. Se sienta en la
hamaca con un vaso en la mano. Parece alcohol, tiene hielos y un limón. Deja el
vaso en la arena y se quita la camiseta. Pongo los ojos en blanco con el codazo
de Vero.
-Nena – me mira – me acerco yo? – alzo una ceja – pero tú
has visto eso?
-Que te calles! – exclamo en voz baja – por favor Vero, no
hagas nada… - le miro sentarse mientras bebe de su vaso – será gay seguro…
-No me lo parece… - niega Vero – mira, yo me acerco, le
pregunto qué hace allí solito y que tengo una amiga que seguro que le va a caer
bien y…
-Por favor… - pongo los ojos en blanco, esta mujer es
imposible –
Giro mi cabeza hacia la orilla y, de repente, mi corazón parece
pararse.
-Dónde está Carlota? – pregunto, haciendo que Vero se gire
asustada –
-Estaba ahí… - dice levantándose – Carlota! – grita mirando
a todas partes –
-Qué pasa? – dice mi madre levantándose de la arena –
-La niña mamá… - digo levantándome asustada –
No hay comentarios:
Publicar un comentario