CAPÍTULO 36: DESCANSA

Minutos. Minutos llorando sin poder consolarla salvo con un abrazo. No sé exactamente por qué llora tanto… supongo que porque está sobrepasada… o porque no se esperaba que le dijera todo lo que le he dicho… Quizá esperaba que saliera corriendo, quizá le ha pasado otras veces… no lo sé. Tras minutos así, va calmándose poco a poco. No voy a soltarla hasta que ella no quiera. Cuando deja de llorar, se separa lentamente de mí y veo como tiene todo el rímel corrido. Lágrimas negras por sus mejillas. Las aparto con mis dedos, sin decirle todavía nada.

-Joder… - susurra – Hugo te he manchado… - me señala el hombro y veo que está con manchas negras –

-Qué más da? – digo sonriendo de forma tierna – mejor? – pregunto comedido y asiente levemente –

-Tengo que estar horrible… - susurra –

-Y dale… - digo negando con la cabeza –

Sonríe y baja la mirada, todavía algo emocionada. Se levanta sin decirme nada y va al baño. No puedo evitar seguirla. No ha cerrado la puerta. La descubro limpiándose la cara con un papel y, cuando me ve por el espejo, me aparta la mirada y noto como se tapa los pechos con el brazo.

-Quieres una camiseta? – me acerco por la espalda lentamente hasta abrazarla – no te tapes anda… - digo con voz dulce –

-Me da vergüenza… - dice con voz de niña –

-Quieres que me vaya? – me mira como asustada a través del espejo – a la cama, y te espero allí – le aclaro y veo como sonríe levemente y mira al suelo –

-Ven anda, que mira como te he dejado el hombro… - se da la vuelta y, con un papel mojado, frota en mi hombro mientras la observo –

Su mano izquierda sigue tapando parcialmente sus pechos, no sé bien por qué. Agarro su mano y la bajo. Se paraliza durante un segundo y se gira, dejando el papel al lado del lavabo. Vuelvo a abrazarla por detrás, mirando su gesto por el espejo del baño. Suspira al verse desnuda de nuevo, supongo que no solo corporalmente, como antes.

-Eres preciosa… - digo con tono dulce, apoyando mi cabeza en su hombro y mirándola por el espejo –

Su mirada y la mía se cruzan a través del reflejo. Está algo seria, como triste… no sabría explicarlo.

-Tenía la autoestima por el suelo y lo subes cada vez que abres la boca… - dice sonriendo levemente –

La miro pero no mira al espejo. Solo mira al lavabo, con un gesto de vergüenza tremendo. Su autoestima por el suelo. Debe haberle costado mucho decir eso. Suspira y apoya sus manos en el lavabo, como si estuviera cansada.

-Ven a la cama… - digo dulcemente – creo que necesitas descansar no? – me mira fugazmente y asiente –

Me adelanto y, antes de que llegue a la cama, le doy una camiseta de las mías. Se la pone sin mirarme.

-Gracias… - susurra – necesito un cigarro creo… - dice con voz tímida –

-Hecho – digo rápidamente, dándole ropa suficiente –

-Sabes que tenía una bolsa en casa con ropa y se me ha olvidado traérmela? – dice riendo levemente –

-Bueno – sonrío mirándola – vuelves a ser mi rapera favorita… - digo mirándola vestida con mi ropa –

-Jajaja – ríe levemente –

Me pongo unos pantalones y una camiseta y salgo con ella. Nos sentamos donde, hace un buen rato, estábamos cenando. Suspira mientras fuma, como si quisiera hablar y no pudiera. Espero paciente, no sé si quiere hablar de lo que ha pasado o quiere estar en silencio.

-No quiero que te vayas… - dice de repente, sin mirarme – yo también quiero… - me mira fugazmente – probar… - dice tímidamente -

-Vale… - respondo dulcemente –

-Nadie me había dicho lo que me has dicho tú… - dice de nuevo sin mirarme, noto como vuelve a emocionarse un poco – joder, soy gilipollas… - noto cierto tono de rabia en su voz –

-No lo eres… - acerco mi silla a la suya –

-De repente me daba vergüenza que me vieras desnuda… - dice bajando la cabeza –

-A mi me encantas… - digo sonriendo tiernamente –

-Con lo de la pierna… - sigue hablando sin mirarme – he cogido unos kilos… - su tono suena avergonzado por completo –

La miro sorprendido y alzo mis cejas. Me mira y, al ver mi cara, se ríe levemente.

-Y donde están? – pregunto de forma graciosa – además… - acaricio su cara – qué tontería es esa?

-Estaba muy delgada antes… - mira hacia la calle – bueno, no sé… - niega con la cabeza – el caso es que al estar con esto… - señala el pie – pues…

-Malú, estás tremenda… - digo rápidamente – me importaría una mierda los kilos y todas esas tonterías… - le aclaro – pero es que estás tremenda – vuelvo a repetirle –

-No son tonterías… - dice rápidamente – cada uno tiene sus complejos…

-Ya… - respondo un poco contrariado – perdona, no quería…

-Que ya lo sé… - dice mirándome con una leve sonrisa – si creo que me han venido bien… - sonríe de repente – están más… - señala sus pechos y sonrío extrañado – da igual… - dice algo avergonzada –

-Están perfectas… - digo rápidamente – a mi me encantan… - se ríe nerviosa – lo habrás notado supongo… - me mira avergonzada -

-Se han definido un poco y… bueno, al recuperar algo de peso pues… - dice dando una calada –

-Malú – la corto – te he dicho que me encantan… - le repito – a mí me parece que… - dirijo mi mirada a la zona y vuelvo a mirarla resoplando – joder, que me encantan coño… - oigo como se ríe – que me encantas entera cojones – digo sin saber bien ya como decirlo -

-De… - me mira un tanto tímida – de verdad te parece que estoy… - hace una pausa – bien?

-Bien? – le pregunto incrédulo – solo bien? – sonríe sin mirarme - Dame unos días más… - digo mirándola fijamente y me mira interrogante – y te quito todas esas inseguridades… - sonríe avergonzada – y te pongo el autoestima donde tu quieras… - me levanto de la silla y me apoyo en la suya, con mi cara a escasos centímetros –

-Si ya lo has hecho… - dice negando con la cabeza – no me hagas caso… - me aparta la mirada – no sé ni lo que estoy diciendo…

Me quedo en la misma posición, cojo su cigarro y lo apago y hago que se levante de la silla. No le digo nada, agarro su mano y hago que entre en la habitación, cerrando la puerta de la terraza. La escucho suspirar mientras camina hacia su lado de la cama. Me siento en el borde de mi lado y me tumbo, mirándola girando la cabeza. Me acerco deslizándome hasta ella y me mira fugazmente.

Con mi mano izquierda, la tapo con la sábana y meto mi mano por su camiseta. Me mira algo avergonzada. Me había fijado previamente, pero no le había preguntado. Tiene una cicatriz que supongo que es por una apendicitis, igual que yo, pero tiene otra más arriba, en el abdomen. Cuando la toco me mira de nuevo fugazmente y resopla.

-Me operaron de la vesícula… - dice mirando al techo – se nota mucho verdad?

-No se nota nada… - digo seguro – solo que yo te he observado mucho… - digo incorporándome un poco – y muy de cerca… - ríe levemente – espera… - frunzo el ceño recordando algo – sé lo que te pasó… - asiento y me mira – claro… - asiento reflexivo por no haberme acordado antes – le regalé tu documental a mi hermana y me obligó a verlo con ella…

-Jajajajaja! – estalla en una carcajada – te obligó?

-Bueno… - me alzo de hombros – yo también quería verlo… - digo sonriendo y me mira negando con la cabeza – esto es por lo que te pasó verdad? – digo acariciando su abdomen y asiente – pues no se nota nada a no ser que te mire tan de cerca como yo… - ríe levemente – a mi también me operaron de apendicitis… - digo apartando un poco mi pantalón y enseñándole la cicatriz –

-También la había visto… - dice algo avergonzada –

Mi mano izquierda sigue subiendo hasta el borde de su pecho derecho. Me mira con gesto extrañado.

-Estoy agotado, no voy a hacer nada… - digo aclarándoselo y haciendo que se ría – me gustan mucho… - digo acariciándola – bueno… - carraspeo un poco nervioso por lo que voy a decir – tú me gustas mucho…

Me mira automáticamente y sonrío apartando la mirada. El mismo gesto que suele hacer ella. Me acaricia la cara con su mano derecha, haciendo que la mire.

-Tú también me gustas mucho… - susurra –

-Pfff… - resoplo levemente – es que aunque esté cansado… - me pego más a ella – es que podría… - digo convencido – es que no pararía… - digo con cierto tono lascivo –

-Hugo… - dice riendo levemente – que noto ya las agujetas y no ha pasado ni la noche todavía… - me mira y noto que su mirada tiene cierto gesto dulce –

-Vale vale… - alzo los brazos – te puedo dar un masaje en los muslos si quieres eh? – digo de broma –

-Hugo! – exclama mirándome sonriente –

-Que es broma… - digo abrazándome a ella con mi cabeza en la almohada – apago la luz? – me mira –

Se queda mirándome durante unos segundos, de nuevo como antes. Acaricia mi mejilla izquierda otra vez y acerca sus labios a los míos. El beso ahora no es solo uno fugaz, entreabre sus labios poco a poco, haciendo que intensifique el movimiento de los míos. Nuestras lenguas contactan despacio, creo que sin ninguna pretensión. No sé cuanto tiempo dura el beso, ni sé cuando me he puesto encima de ella, solo sé que no hemos separado nuestros labios. Cuando lo hacemos, me separo un poco para poder mirarnos. Me sonríe. No deja de hacerlo. Acaricia mi espalda por encima de mi camiseta y yo hago lo mismo con sus costados. Me mira y noto como se le cierran los párpados sin querer. Sonrío enternecido.

-Qué sueño tienes… - susurro pegado a sus labios – apago la luz vale? – asiente y nos damos un fugaz beso –

Me quito de encima de ella y alargo el brazo hasta apagar la luz. Me tumbo a su lado, de nuevo, esta vez sin vernos.

-Descansa cielo… - digo a posta, repitiendo lo que le ha sorprendido antes –

Noto como se incorpora un poco, como intentando verme.

-Si, te he llamado así… - digo dándole un beso en la mejilla, notando como sonríe –

-Descansa gordo… - dice de repente, con voz muy dulce, dejándome descolocado –

-Gordo? – pregunto sonriendo –

-Si… - dice tímida – aunque no lo estás… - me acaricia el abdomen – es cariñoso…

-Ya… - sonrío enternecido – ya lo sé… - paso mi brazo por encima de su abdomen –

Sonrío. Sonrío mucho. Por un momento he pensado que lo que estaba pasando se iba a terminar y he sentido un nudo en el estómago enorme. No sé lo que me pasa con ella, es demasiado pronto para saberlo, pero sé que me encanta. Y que quiero seguir con esto, sea lo que sea lo que vaya a pasar.