Subo las escaleras con cierto dolor en el tobillo. Todavía
me cuesta hacer ese giro, pero puedo hacerlo. Me paro en la puerta de la
habitación en la que siempre se quedan Vero y Carlota. Respiro hondo y llamo un
par de veces con los nudillos. Sin esperar respuesta, abro. Me encuentro a Vero
de espaldas, con la maleta sobre la cama, echando ropa sin parar. Carlota me
mira durante unos segundos. Se clava su mirada en la mía. Me mira con
decepción. Una niña, mi niña, me mira con decepción. Sin decir nada, sale de la
habitación. Como si fuera mayor y supiera que tiene que irse para que su madre
y yo hablemos.
-Vero… - digo mirándola – qué haces?
-A ti qué te parece? – dice sin mirarme, mientras sigue metiendo
ropa en la maleta – nos vamos esta tarde.
-Pero… - cierro los ojos y suspiro frustrada – Vero, os
íbais a quedar unos días más…
-Exacto… - me mira fugazmente – pero cuando me doy cuenta de
las prioridades de mi mejor amiga… - me planto en el lado de la cama para
mirarla – sinceramente, prefiero marcharme antes de liarla…
-Vero… - agarro su brazo – lo siento… - digo con tono algo
emocionado – por favor… - suplico – para…
Resopla y lanza una camiseta dentro de la maleta,
incorporándose para mirarme. Se cruza de brazos, con ese gesto suyo tan de
madre. Tan de hermana mayor. No sabría describirlo.
-Sabes cuales son mis prioridades… - digo temerosa –
-Claro que las sé – me mira seria – que nadie se entere que
estás aquí… - resoplo frustrada – que nadie se entere de que Malú pasa unos
días en el pueblo de su familia… - la miro – que nadie se entere que Malú es
una persona normal…
-Sabes que eso no es así… - digo sentándome en el borde de
la cama – sabes lo que quiero yo a Carlota… - se me pone un nudo en el
estómago, luego en la garganta, y me hace encorvarme y taparme la cara – sabes
lo mucho que os quiero a las dos… - me giro levemente – eres como mi hermana –
No puedo reprimirlo. Un llanto sale de mi garganta. Un
llanto que no puedo parar.
-Me he equivocado… - digo intentando hablar mientras lloro –
no sé qué me ha pasado… - vuelvo a taparme la cara con mis manos, apoyando mis
codos en las rodillas – sabes lo nerviosa que me ponen estas cosas…
La escucho suspirar a mi espalda y noto como se sienta.
Primero un poco alejada y luego se acerca más a mí.
-Claro que lo sé… - dice ya con un tono más relajado – pero…
- suspira – no puedes seguir viviendo de esta manera… - la miro fugazmente – no
puedes vivir con esta tensión constante Malú… - no puedo parar de llorar – no
puedes evitar que pasen cosas así… - resoplo agobiada mientras lloro – no
podrías evitarlas aunque no fueras quien eres… - la oigo suspirar – Malú… -
noto como pasa una mano por mis hombros – mírate… - el nudo en la garganta se
me hace más grande – no te estoy diciendo que, de la noche a la mañana, vayas a
los bares de moda y te saques fotos con todo el mundo porque no eres así… -
intento serenarme mientras la escucho – sé que eres discreta, no te estoy
diciendo que no lo seas… - la miro de lado, secándome las lágrimas – lo único
que te estoy diciendo es que te relajes… - vuelvo a taparme la cara – que
respires… - vuelvo a comenzar a llorar – que seas natural, yo te conozco… -
resoplo – qué más da que haya un vídeo como ese y seas trending topic? –
resoplo de nuevo – has hecho algo malo? – aprieta mi hombro – te tiraste a
sacar a Carlota incluso antes que yo… - vuelvo a llorar – nadaste hasta que la
encontraste… - vuelve a apretar mi hombro – no la soltaste aunque te estabas
ahogando tú… - lloro mientras recuerdo el momento de agobio de ese día – esa
eres tú Malú… - la miro automáticamente – la tía valiente que se tira a por su
ahijada y que se mata por la gente que quiere… - me quedo mirándola – no eres
la tía que se esconde como si hubiera robado un banco… - sonrío sin querer – y
tampoco eres la tía que se va de fiesta todos los días al local de moda… -
sonrío de nuevo – ni la tía que trata como una mierda a la gente que no le ha
hecho nada – dice en referencia a lo que ha pasado con Hugo - pero hasta que no encuentres el término medio…
- trago saliva y la miro – no vas a ser feliz…
La miro unos instantes más y bajo la cabeza, apoyando de
nuevo mis manos en mi cara. Noto como me abraza y me aferro a ella, como si me
fuera la vida en ello. Lloro. Lloro mucho, no puedo parar. Vero me consuela
como puede, con ese abrazo protector que tantas veces he necesitado y a veces
no he tenido por la distancia.
Tengo que serenarme, no sé el tiempo que llevo así,
llorando. Me incorporo un poco y me tapo la cara de nuevo, secándome las
lágrimas. Vero pasa una mano por mi pelo de forma cariñosa. La miro fugazmente
y me sonríe de forma tierna.
-Esa ropa es de Hugo? – pregunta de forma dulce –
Asiento sin poder hablar. Se me había olvidado que la
llevaba puesta.
-No vas a contarme nada? – dice dándome un pequeño codazo,
haciéndome que sonría aún teniendo todavía ganas de llorar – así destensamos… -
dice de forma graciosa haciéndome reír –
-Qué quieres que te cuente? – digo tímida – que la he cagado
pero bien… - digo con rabia pensando en la pedazo de noche y de mañana que
habíamos pasado –
-Tendrá solución – dice Vero convencida – ahora cuéntame… -
vuelve a darme un codazo intentando que me anime y vuelvo a reírme sin querer –
con tu whatsapp de ayer tampoco me diste muchos datos.
“No voy a dormir a casa, no os preocupéis, todo perfecto”
recuerdo que le mandé mientras fumaba en la terraza después de habernos
acostado. Sonrío sin querer.
-Fuimos a cenar… - digo sonriendo sin querer – al japonés
este… - Vero asiente – a uno de los reservados – vuelve a asentir – y… - me río
– me reí muchísimo… es… - suspiro levemente – es muy divertido… - miro a Vero
que me está mirando con gesto tierno – quiso pagar él y le dije que no fuera
machista… - Vero se tapa la boca a punto de reírse – me sentí fatal… - me rasco
la cabeza – es de todo menos machista… - sonrío – y me dio la razón y pagamos a
medias…
-Vas a tener que agradecerme que mi objetivo telescópico le
detectara en esa playa… - dice de forma chulesca – qué ojo tengo amiga…
-Calla… - digo avergonzada – después de cenar… - sigo el
relato – me apetecía tanto tomarme algo con él en un bar, como si fuera normal…
- Vero me mira sorprendida – y fuimos…
-Venga ya – dice sorprendida – fuiste a un bar con él? –
asiento algo tímida –
-Entramos y… bueno, la gente me miraba y me agobié un poco
y… - resoplo – no sé cómo se dio cuenta que me sacó a la terraza… - sonrío –
como estaba empezando a hacer mal tiempo, apenas había gente fuera… - chasqueo
mi lengua – aunque vino gente a hacerse fotos conmigo y…
-Y te agobiaste… - asiento –
-Pero me agobié también por él porque… - resoplo –
imagínate… - Vero asiente como comprendiendo – pero me tranquilizó tanto… -
sonrío sin querer – que lo entendía perfectamente pero que si estaba incómoda,
que nos íbamos… - Vero me mira con cara de aprobación total – y, como estaba
agobiada, pues pagó y nos fuimos…
-Y? – pregunta con tono gracioso para que siga –
-Y se puso a llover como si no hubiera un mañana nada más
salir de la terraza… y… - suspiro – hizo una cosa que me encantó… - Vero me
mira atenta – me agarro así del hombro y se estaba calando pero caminaba
despacio para que no corriera… - Vero alza una de sus cejas – por lo del pie… -
asiente – y me agarraba fuerte por si me resbalaba…
-Ay madre… - dice Vero toda emocionada –
-Me di cuenta que me estaba acompañando a casa… - bajo la
cabeza avergonzada – aquí… - miro a Vero y asiente – y no sé qué me pasó Vero…
- niego con la cabeza – nunca pensé que haría algo así pero le dije que no
quería que me llevara a casa…
-Diste el paso tú? – me mira sorprendida – quién eres y qué
has hecho con mi amiga? – pregunta de forma dramática haciéndome reir –
-Allí estábamos, plantados en la calle, calándonos vivos… -
niego con la cabeza – y parecía que no entendía lo que quería decirle… - la veo
y alza una de sus cejas – hasta que le dije que quería tomarme esa copa en un
sitio más tranquilo… - Vero abre la boca de par en par y me hace reírme – no me
mires así… - digo riéndome – en fin… - sigo con el relato – así que sin darme
cuenta estábamos entrando a su hotel por el parking…
-Madre mía – se sienta mejor en la cama – cuéntamelo absolutamente
todo…
-Todo no te lo voy a contar – le digo riendo – cuando
llegamos a su habitación… - resoplo – tía era super amplia… - me sonríe – con
una terraza cubierta… - resoplo – me bloqueé… - alza sus cejas – de repente no
sabía que estaba haciendo allí y me acojoné… - Vero me mira sin entender nada –
pero se dio cuenta sabes? – digo como ilusionada – no sé como pero… se dio
cuenta que no estaba cómoda y no paraba de decirme que me acompañaba cuando yo
quisiera, que no pasaba nada… - oigo a Vero resoplar – me puso una copa y se
puso otra él… y salimos a la terraza – Vero me mira tan atenta que parece que
está intentando saber qué pienso – como estaba cubierta… - sonrío – pero me
dejó la chaqueta y todo… - Vero alza de nuevo una de sus cejas y me hace reir –
y nos pusimos a hablar y… - me río – joder y nos daban ataques de risa… - Vero
me mira tierna – es que tiene una forma de contar las cosas muy divertida… te
lo juro… - sonrío – de repente ya no me sentía incómoda… - hago una pausa –
pero… llegó el momento de ver si me iba o no y… - resoplo – y me puse otra vez
muy nerviosa Vero… - asiento – hasta que… joder, se levantó y me dijo: va, te
acompaño a casa…
-Ay Malú de verdad… - veo como niega con la cabeza –
-Ahí dije… no – digo segura – no me voy… y… - Vero me mira
con cara de saber lo que voy a contar – y nos besamos…
-Por fin!!! – exclama – joder, que parece esto una
telenovela nena… - me río sin querer – y qué?
-Y pasó algo muy gracioso… - digo riéndome – estábamos ahí…
- abre los ojos de par en par – no no, besándonos todavía… - aclaro y se ríe –
y vi el cartel de la puerta de no molesten y dije… yo lo tengo que poner porque
aquí ya no entra nadie…
-Me meo… - dice Vero riéndose –
-No, pero espera… - digo riéndome – que me voy para la
puerta, la abro para poner el cartel y se me acerca todo asustado y me dice:
no, pero no te vayas sola, que yo te acompaño…
-Ay nena… - se lleva las manos al pecho dramáticamente – qué
chico tan…
-Se quedó cortadísimo cuando se dio cuenta de que no me iba…
- Vero sonríe ampliamente – y bueno… - muevo las manos un poco nerviosa – pues
volvimos a besarnos… y… pasó – digo sin más –
-Pasó – dice Vero mirándome – después de esta telenovela lo
único que me vas a detallar es que “pasó”?
-No te voy a contar nada Vero! – exclamo tapándome la cara –
-Joder, no te voy a preguntar nada raro… - miro a Vero sin
creérmela – fue bien?
Me quedo mirándola y me muerdo el labio sin querer.
-Demasiado bien… - digo casi sin querer –
-Ahhhh! – Vero grita y la paro de un manotazo –
-Para! – noto como me ruborizo – ya está, no voy a contarte
nada más…
-Y… - hace un gesto un poco lascivo – proporcionado?
-Mucho – contesto sintiendo mucho calor – no me preguntes
más por favor… - me tapo la cara –
-Y después? – pregunta haciéndome mirarla extrañada – tía,
el después es raro…
-Ya pero… no… - digo sincera – salimos a la terraza,
fumamos… - Vero se mea de risa – y me preguntó si quería quedarme a dormir…
-Y te quedaste claramente… - responde –
-Sabes lo que me dijo? – Vero me mira atenta – que si me
quedaba a dormir, por la mañana llamaba para que nos trajeran el desayuno y
desayunar en la cama – Vero me mira boquiabierta – esa cara se me quedó a mí…
-Pffff…. Jajajajajaja! – estalla en una carcajada y se tumba
en la cama – te ofrece lo que más te gusta del mundo? – pregunta riéndose –
normal que te quedes… - me ruborizo – y esta mañana? – la miro extrañada – hija
mía, que habéis llegado a las dos de la tarde…
-Ay Vero… - digo nerviosa – pues hemos desayunado
efectivamente en la cama… - Vero me mira aguantándose la risa – una rosa blanca
había en mi bandeja Vero… - me mira boquiabierta de nuevo –
-Joder con el Hugo… - dice moviendo la mano – va fuerte…
-Pero no me ha resultado… - suspiro – excesivo sabes? No sé…
- me alzo de hombros – y bueno pues… después de desayunar pues…
-Ahhhh! – grita levemente – repetir es un síntoma muy claro
de que la cosa te ha gustado… - sonrío avergonzada -
-Tía… - digo quedándome seria – la he cagado mucho…
-Un poquito cariño… - dice acariciándome la espalda – pero
lo puedes arreglar no? – me alzo de hombros – puedes ir a buscarle o…
Meto mi mano en el bolsillo y noto el papel. Me sorprendo,
no me acordaba que estaba ahí. Vero me observa y miro el número. No puedo
evitar sonreír.
-Llámale… - escucho a Vero a mi lado – es su teléfono no? – asiento mirándolo – pues llámale Malú…
Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssssss porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminar