CAPÍTULO 25: PIENSA

-Es increíble… - susurro mientras camino en círculos por el salón, sin poder sentarme, de lo nerviosa que estoy –

-Carlota – escucho la voz de Vero a mi espalda – sube arriba a jugar…

-Pero mamá – le escucho quejarse –

-Sube arriba – dice con voz seria –

Escucho a la niña resoplar y, poco después, subir las escaleras.

-No me puedo creer que hayas hecho eso… - dice Vero con tono serio –

Me doy la vuelta sorprendida. Me la encuentro mirándome, con total decepción. Mi madre se planta a su lado, con su delantal, mirándome, sin hablarme.

-Pero qué? – pregunto incrédula – o sea… - cojo el móvil – la gente no para de hablar de mi, de ver este vídeo! Mírame! – exclamo señalando uno de los tweets que me he encontrado – por culpa suya! – señalo hacia la calle – y tú no te puedes creer qué exactamente?

-De verdad hija… - dice mi madre – no sé cómo has sido capaz…

Las miro a las dos, completamente sorprendida y descuadrada. No me puedo creer que me estén hablando así.

-Pero en serio? – pregunto mirándolas –

-En serio qué Malú? – pregunta Vero enfadada, quitándome el móvil de las manos – es mi hija – remarca – debería de estar enfadada, debería de estar… - hace una pausa y resopla – pero asumo que, si tú eres su madrina, si tú estás con nosotros en la playa… mi hija puede salir en alguna foto… - voy a hablar pero me corta – asumo que el otro día hubiera gente grabando, aunque ni siquiera te reconocieran! Porque hay gente que es así de morbosa! – alza la voz - pero sabes quién no estaba grabando y nos estaba ayudando? – me mira totalmente enfadada – el tío que acabas de echar de casa.

-No me lo puedo creer… - digo negando con la cabeza y dándoles la espalda – o sea… - sonrío irónica – que…

-No Malú – me corta Vero de nuevo – la que no se lo puede creer soy yo… - me giro y la miro, su gesto sigue siendo de total enfado – yo debería de estar enfadada por ver un puto video donde mi hija está a punto de morirse ahogada… - la miro y aprieto la mandíbula – yo debería de estar enfadada! – grita – pero sabes por qué no lo estoy? – se acerca a mí – porque asumo que la madrina que yo elegí para mi hija eres tú – me señala, contactando su índico con mi pecho – y cuando lo decidí, me dio igual que fueras famosa… porque eras mi amiga y lo demás me daba igual – la miro sin saber bien qué decir – no te ha importado que tu ahijada salga tirada en la arena medio muerta… - voy a hablar pero me corta – no te ha importado nada de eso! – grita – lo único que te importa es no salir tú! – grita y vuelve a darme en el pecho con su dedo índice – lo único que te importa es que nadie sepa absolutamente nada de ti, estar escondida como si fueras una delincuente! – grita y noto como sus ojos se están llenando de lágrimas – los demás asumimos quien eres – me mira intensamente – nos adaptamos… - bajo la cabeza un poco avergonzada – y tú siempre te empeñas en complicarlo todo… - resopla y se toca los ojos, creo que intentando que no salgan las lágrimas – nunca aceptarás que puedes ser normal… - la miro y frunzo el ceño – nunca aceptarás que estas cosas pueden pasar… - señala su móvil – y que no son importantes joder! – exclama de nuevo – que es lo importante para ti Malú? – me pregunta con un tono que se me clava en el pecho – lo importante para ti es que tu ahijada haya estado a punto de morir? – la miro y trago saliva – o lo más importante para ti es que hayas salido en un maldito video y la gente lo haya visto?

Se queda en silencio, mirándome durante unos segundos que se me hacen eternos. Miro a mi madre instintivamente y me mira con el mismo gesto. Agacho la cabeza, diría que hasta avergonzada.

-Le has insultado… - vuelve a hablar Vero – le has llamado hijo de puta… sinvergüenza… le has echado de tu casa - enumera tocando sus dedos – y todo porque crees que este vídeo lo ha filtrado él… - resoplo y miro al suelo – te has parado a pensarlo? – no puedo mirarla – te has parado a pensar que él no lo ha hecho? – alza su tono de voz y cierro los ojos, me siento desprotegida ahora mismo - te importa una mierda que ese tío nos ayudase… - sigo mirando al suelo – te importamos una mierda todos… - la miro dolida, no es verdad lo que dice –

-Eso no es cierto – digo con tono parcialmente emocionado –

-Ah no? – pregunta mirándome – si, por una vez – alza su dedo índice – dejaras de pensar en lo que los demás van a pensar de ti… - suspira – si por una vez pensaras antes de hablar… - la miro de nuevo – si por una vez pensaras en cómo se pueden sentir los demás… - trago saliva - te darías cuenta de que ese tío que has echado de tu casa lo único que ha hecho es ayudarte… - me mira enfadada – ayudarnos… - vuelve a coger su móvil – nos ayudó mientras la gente que ha subido este vídeo – vuelve a señalármelo – solo miraba y grababa… - muevo mis ojos sin saber muy bien donde mirar – tiene toda la razón… - la miro de nuevo – eres la persona más injusta que hay en este mundo…

Me mira unas décimas de segundo y comienza a caminar hacia la escalera. La escucho subir y pegar un portazo. Miro a mi madre, que me sigue mirando con ese gesto serio, apático… apoyo mis manos en el sofá, como si me faltaran las fuerzas. Noto como mi madre se acerca a mí, de forma lenta.

-Yo no te he enseñado esto Malú… - dice con cierto tono de decepción – no sé qué te pasa… - no soy capaz de mirarla – pero si hay algo que te he enseñado es a arreglar las cosas que uno estropea… - la miro de forma rápida – piensa en lo que ha pasado… - dice caminando hacia la cocina – y piensa en lo que te ha dicho Vero… - me giro para mirarla de nuevo – porque, aunque me duela… - suspira y me mira con decepción – tiene toda la razón…

La miro durante unos segundos y veo como se gira y camina hacia la cocina. Aprieto mis manos sobre la parte trasera del sofá. Lo que me ha dicho Vero se me ha clavado en el pecho. No me hace falta reflexionar mucho para saber que la he cagado con Hugo… que he metido la pata hasta el fondo. Pero no solo con él, sino con todos. Y, últimamente, la única sensación que tengo constante es esa. La de cagarla sin parar.