Le observo sin hablar, sin que se note que le estoy mirando.
Soy experta en hacer eso. Soy una observadora estupenda. En la arena, sentado,
con su camiseta puesta. Se la ha puesto. Si fuera un chulo, podría estar aquí
con el torso al descubierto, pero se la ha puesto.
-Y qué hace aquí un chico tan guapo solo? – pregunta mi
madre, recibiendo una mirada sorprendida por mi parte –
-Eh… - mira a mi madre y aparta la mirada, bajando la vista
a la arena – bueno… - carraspea – cosas que pasan… - dice algo nervioso –
-Pero eres de por aquí? – pregunta de nuevo mi madre,
haciéndome revolverme en la toalla –
-Eh… bueno… - vuelve a mirar a mi madre y al suelo
alternativamente – vivo en Madrid… - Noto como Vero me mira, pero paso de
mirarla – mis… - traga saliva – mi madre es de Málaga y mi padre era de Almería…
Era. Me quedo con ese dato. Mi padre “era”. Falleció
supongo. No se si mi madre o Vero han caído en el comentario, pero yo si. De
vacaciones. Otro dato con el que me he quedado. Vive en Madrid y está de vacaciones?
Ahora? No, no cuadra.
-O sea que tienes sangre andaluza! – exclama mi madre – y
habías estado alguna vez por aquí?
-No – niega sonriendo – la verdad es que no…
Le miro durante un segundo y vuelvo a bajar la mirada. La
verdad es que parece un chico muy tímido. Tiene que estar agobiado por las
preguntas de mi madre, que sé que no van a parar.
-Y qué te parece? – pregunta interesada –
-Muy bonito… - dice mirando a la orilla – bueno, en
realidad… - sonríe – he visto poco… apenas he estado todo el tiempo en la
playa… - vuelve a sonreír y vuelvo a apartar la mirada. Ni siquiera me mira.
Normal –
-Oye pues si estás solo, necesitarás a alguien que te enseñe
esto – dice mi madre decidida –
Veo su cara casi de pánico. Se parece un poco a la mía. Demasiado
lejos para darle un codazo a mi madre. Demasiado lejos para darle un codazo a
Vero, que asiente tras beber de su cerveza.
-No si… - intenta escapar – si ya tenía pensado visitar
varios sitios y eso… - dice restándole importancia –
-Es que Pepi, a lo mejor ha quedado con alguien o conoce a
alguien de aquí… - dice Vero con clara intención de saber algo y agacho la
cabeza para que no se vean las ganas que tengo de matarla –
-No… - responde tímidamente – la verdad es que no…
-Pues ya está! – exclama Pepi – mira, pa empezar, te vas a
venir a cenar esta noche a casa
Su cara de pánico vuelve a parecerse a la mía. Ríe casi sin
querer y, ahora si, miro a mi madre que me hace un gesto en plan “qué pasa?” y
miro a Vero que sonríe y me alza una ceja. Pongo los ojos en blanco.
-No no… - alza las manos – que va, pero muchas gracias…
-Claro que si hijo! – exclama Pepi – es lo mínimo después de
lo que hiciste ayer… - va a hablar pero mi madre le corta – que encima también
nos recogiste todo esto y lo dejaste ahí – señala el chiringuito – un chico tan
buena gente solo en Algeciras pudiendo cenar en casa? – niega con la cabeza de
manera dramática – ni hablar.
-No… - ríe nervioso – en serio, que no es necesario… - le
observo, está comenzando a sudar, parece que lo está pasando mal –
-Mamá… - acierto a decir, con tono de intentar que deje de
agobiarle –
-Hijo, tú conoces a Pepe de Lucía? – pregunta de repente
haciéndome poner cara de no entender nada –
-Cómo? – pregunta sorprendido y con una leve sonrisa – joder…
- ríe negando con la cabeza –
-Tú lo quieres conocer? – pregunta mi madre, dejándome
muerta – ayer cuando le contamos lo que había pasado, lo primero que dijo fue
que te invitásemos a cenar… - nos mira alternativamente a las 3 durante un
segundo – es una buena oferta no?
-Vas a cenar con nosotros?
La voz de Carlota aparece a su derecha. Es hija de Vero, no
hay duda. Qué mirada de pena. Hugo la mira con la boca entreabierta, como
queriendo poner una excusa, pero es imposible. Le entiendo por un momento. Es
imposible.
-Emm… - mira a Vero y a mí fugazmente, pero vuelvo a bajar
la mirada con una leve sonrisa que no sé por qué tengo – vale… - dice con tono
de resignación –
-Guay! – exclama abrazándose a él y sale corriendo a la
orilla a seguir con su castillo de arena –
-De mayor que estudie algo para convencer a la gente… - dice
mirando a Vero – tipo abogada o algo así… - se me escapa una leve risa, pero la
reprimo y vuelvo a quedarme seria. Sigo sin fiarme – le irá bien…
-Jajaja – ríe Vero – oye, voy a bañarme con la niña… - alzo
la mirada y veo que mira a mi madre, no puede ser – te vienes Pepi?
-Si! – exclama levantándose como un resorte y desapareciendo
de debajo de la sombrilla – echadle una miradita a las cosas – dice mirándome y
mirando a Hugo, que asiente un tanto contrariado.
Las voy a matar. Qué tipo de broma es esta? Me dejan aquí
con él? El silencio se hace dueño de la situación. Diría que hasta inunda toda
la playa. Estoy incómoda. Muy incómoda.
-Qué tal tu pie? – pregunta de repente –
Le miro sorprendida. Sabe lo de mi pie. Querrá enterarse de
cómo estoy. Es un paparazzi o algo así, seguro.
-A qué te dedicas? – pregunto con cierto tono borde –
Me mira con gesto contrariado, como no entendiendo nada,
pero le mantengo la mirada, de forma desafiante.
-Soy… - veo como tiene un ligero tartamudeo – soy ingeniero
de imagen y sonido… - levanto una de mis cejas, no me creo absolutamente nada –
-Ya… - respondo seca – claro… - digo irónica – deja de
fingir, porque sé lo que quieres…
Su mirada se clava en la mía. Frunce el ceño y mira
fugazmente hacia la orilla, donde están Vero y mi madre con la niña.
-No… - le noto nervioso – no sé a qué te refieres…
-Venga ya… - digo irónica de nuevo – vienes aquí, te sientas
con unas cervezas… y me preguntas por el pie? – digo algo indignada – qué
quieres, una entrevista? Unas fotos? – mi tono comienza a ser molesto –
-Para para… - hace un gesto con las manos – no estoy
entendiendo nada de lo que dices…
-Lo entiendes perfectamente – digo segura – vienes aquí,
casualmente – digo remarcando la palabra – sabiendo que yo estoy aquí… y
comienzas a hacer preguntas…
Me mira serio, callado, sin hablar. Suspira con media
sonrisa, como de forma irónica, lo que me enerva todavía más.
-Piensas que soy un periodista o algo así? – pregunta como
incrédulo –
-O algo así no – digo segura – lo eres verdad? Porque si lo
eres, ya te puedes ir yendo – digo con todo mi tono borde -
-En fin… - veo como se levanta de la arena de repente, cosa
que me sorprende – ayer también era un periodista que quería sacarte una foto
mientras se ahogaba una niña no? – me mira intensamente, como molesto… comienzo
a pensar que he metido la pata – solo me he acercado a vosotras porque la niña
me ha visto… - dice cogiendo su botellín de cerveza – el del chiringuito me
había dicho que estabais aquí pero no me he acercado… - sonríe de medio lado –
precisamente por no molestar… y porque me parecía raro hacerlo… - niega con la
cabeza – no soy periodista, ni fotógrafo ni nada de eso… - dice mirándome,
haciéndome sentir mal – puedes estar tranquila, por mí nadie sabrá nada de lo
de ayer… - da dos pasos a un lado – yo no soy así… - se da la vuelta – por
cierto – se gira de nuevo mirándome – espero que tu pie esté bien.
Sin decir nada más, se va caminando hacia la salida de la
playa. Por un momento pienso en levantarme y disculparme, pero no lo hago. Al
momento, veo venir a Vero y a mi madre con la niña, sorprendidas.
-Dónde va? – señala Vero mirándome –
-Tenía prisa… - digo mintiendo –
-No me lo puedo creer… - dice indignada dándome la espalda –
eres increíble Malú… - niega con la cabeza como si supiera lo que ha pasado –
increíble…
Veo como sale corriendo por la arena tras él mientras mi
madre me mira con gesto de desaprobación y Carlota me mira sin entender nada. Decido
no hablar, me pongo las gafas de sol y me tumbo boca abajo. Alcanzo a ver cómo
Vero llega a la altura de Hugo y, por lo que veo, mantienen una breve
conversación.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
-Hugo espera! -
escucho a mi espalda la voz de Vero, la madre la niña… resoplo y paro de
caminar – oye… - llega a mi altura y toca mi brazo izquierdo – te vas?
-Eh… - miro hacia la arena y veo a la niña, que nos mira en
la distancia – si… - me rasco la cabeza sin saber bien qué decir – es que tengo
prisa…
-Prisa… - dice irónica y vuelve a agarrarme del brazo al ver
que iba a comenzar a andar de nuevo – ha sido borde contigo verdad? – sonrío
sin querer, negando con la cabeza –
-No te preocupes… - digo mirándola – no quiero molestar a
nadie, de verdad – digo sincero – sentarme ahí con vosotras ha sido una sobrada
por mi parte… - digo restándole importancia – me alegro de que Carlota esté
bien, de verdad… - toco su brazo derecho con cariño –
-Hugo… - vuelve a cogerme del brazo – no te vayas así… -
dice con algo de insistencia – Malú es desconfiada… no está pasando un buen momento…
y sé que puede llegar a ser muy borde pero…
-Vero – la corto – no te preocupes… - toco de nuevo su brazo
derecho de forma cariñosa al ver el apuro que está pasando – ya te he dicho que
no quiero incomodar a nadie…
-Pero lo que hiciste ayer… - voy a hablar pero me corta – me
siento en deuda contigo y…
-No tienes una deuda con nadie – la corto de forma segura –
ni nadie tiene que ser amable conmigo por eso… - niego con la cabeza – ni
invitarme a su casa si no quiere… - va a hablar pero lo impido – tienes una
cría muy bonita… - digo de forma dulce mientras frunce el ceño – dile que he
tenido que irme… - resopla – es muy lista… - sonríe sin querer – lo de ayer… -
resoplo y bajo la cabeza – te aseguro que fue importante para mí poder ayudaros…
- digo sabiendo lo que digo, pero dejándola descuadrada – me alegro de que todo
saliera bien, de verdad… - veo como niega con la cabeza – pero esto está de
más… - señalo hacia las sombrillas – es meterme donde no me llaman – intenta
hablar pero la corto – no, de verdad… - resopla – dale un beso a Carlota vale?
Me mira no muy convencida, pero supongo que sabe que voy a
irme, así que asiente. Vuelvo a tocar su brazo derecho en señal de
agradecimiento y comienzo a andar, esta vez por la acera, con paso lento,
consciente de que Vero sigue mirándome. No es que haya sido borde… es que ha
sido una auténtica imbécil conmigo. Espero no tener que volver a cruzármela, la
verdad.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
Veo como se marcha mientras Vero se queda plantada durante
unos segundos. Me siento tan mal en este momento… pero no soy capaz de admitir
que, muy probablemente, me he equivocado con ese chico. Mi gesto de cansancio
se acentúa cuando veo venir a Vero muy seria, con paso firme y rápido, hasta llegar
a nosotras.
-Carlota cariño, ve a jugar un rato a la orilla… - dice
seria –
-Por qué se ha ido Hugo? – pregunta inocente, haciéndome
sentir fatal –
-Tenía prisa cariño… - dice sin mirarme – haz un castillo de
esos grandes vale?
Me incorporo un poco, viendo como la niña asiente no muy
convencida y va hacia la orilla con su cubo y su pala.
-De verdad te lo digo Malú… - comienza a hablar y decido
apartar la vista – que hagas sentir mal a una persona hasta el punto de que se
vaya de aquí…
-Ay Vero, de verdad… - digo desganada – ni que fuera el rey…
- digo irónica –
-No – dice agachándose para mirarme de frente – solo es el
tío que ayer le salvó la vida a tu ahijada… - resoplo y bajo la cabeza – a mi
hija – remarca alzando un poco más la voz – y tú, con tus neuras, con tus
desconfianzas hacia todo lo que se mueve… - gesticula con las manos – haces que
se largue de aquí como si hubiera hecho algo malo…
-Ahora resulta que es normal que un desconocido se ponga a
tomarse una cerveza aquí, como si nada – digo intentando aguantar mi argumento
–
-Lo que no es normal es que pienses que eres el ombligo del
mundo – la miro con gesto serio, ofendida – todo el mundo quiere perjudicarte…
- dice poniendo voz de mofa – todo el mundo se acerca por interés…
-Basta Vero… - le digo cansada –
-No, basta no – se arrodilla delante de mí – ese chico ayer
nos ayudó sin conocernos de nada… - miro al suelo – sin ni siquiera saber quien
eras… - sonríe un tanto irónica – que, por otra parte, ni que fueras la persona
más famosa del universo… - dice molesta – y tú, a cambio de lo que hizo ayer,
poco más que le echas de aquí… - voy a hablar pero me corta – te crees que no
sé lo que le habrás dicho? – niega con la cabeza – si incluso te ha justificado
de lo mal que se sentía… - la miro con sentimiento de culpabilidad – mira a tu
ahijada – la señala – no hubiéramos podido sacarla ayer y lo sabes – resoplo
apartando la mirada – mírala y pregúntate qué mierda estás haciendo con tu vida
para tratar así a alguien que nos ayudó de esa manera…
El silencio vuelve a apoderarse de la escena. Noto la mirada
de mi madre clavada en mi rostro, pero no me atrevo a mirarla.
-Eres imposible Malú…
Es lo único que sale de su boca. Mi madre, que tantas palabras tiene siempre, solo tiene que decirme eso. La he cagado mucho, mucho más de lo que pensaba.
Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaassssssssss porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaáaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminar