Ya está todo montado. Casi todo. Entra un coche y sale ella.
La veo desde el escenario. Sale del coche comiendo chicle, nerviosa, y cuando
ve el escenario se pone a pegar saltitos como una niña pequeña. Me río mientras
estiro metros y metros de cable por detrás de los instrumentos. Cato y yo
tenemos la broma de que siempre estamos a metros de cable, más que a ninguna
distancia concreta. Cato, yo, los técnicos, y todo el equipo. Todos con esa
broma. Además de otras muchas. Me siento tan integrado en el equipo que es como
si llevara años trabajando con ellos.
La saludamos sobre el escenario, lleva ya la camiseta que
llevamos todos. Malú. Oxígeno. STAFF en la parte de atrás. Y acreditación. Me
planto un segundo mirando hacia la grada y pienso en cómo es posible que tenga
los ovarios de ponerse aquí plantada a cantar.
-Impresiona eh?
Me giro, no reconozco la voz de la persona que me habla. Le
veo. Alejandro Sanz en persona, con las manos en los bolsillos, a mi lado,
extendiendo su mano para estrecharla. La estrecho por pura inercia. Mi cara
debe ser un poema. Sonríe y hasta se ríe.
-Eres Hugo, verdad? – dice mirándome y asiento – Malú habla
mucho de ti… - alzo mis cejas – aunque ya te he visto yo por redes sociales
haciendo lo que se hace con los amigos… - me da dos golpes en el hombro -
Sonrío y bajo la cabeza. No me puedo creer estar hablando
con este hombre. Le escucho desde que era un enano. Y es tremendamente
agradable.
-El enchufado – la voz de Malú aparece a mi espalda y agarra
mis hombros apretando un poco y haciéndome algo de daño que me hace encogerme
un poco – joder, has dormido bien eh? – dice refiriéndose a la tensión de mi
cuello –
-Perfecto después de la caja de orfidales… - digo irónico
haciendo que se rían los dos –
-Podríamos hacer una prueba de sonido con él, Hugo? –
pregunta Malú señalando con la cabeza a Alejandro –
-Claro! – exclamo caminando hacia mi zona –
Es el único invitado de la noche. Así ha querido que fuera
Malú. El resto de canciones, las cantará ella, pero Llueve alegría, será con
él. Hemos preparado unos vídeos parecidos a los que ya habían antes cuando Malú
cantaba esa canción, pero con algunas imágenes más bonitas incluso. Voy a
escuchar esta canción con mis cascos, en directo, cantada por ellos dos. Será
demasiado para mí? Seguramente.
Me hacen una seña y comienzan a cantar. En mis cascos
aparece la voz de ella al principio, van a estar moviéndose por el escenario.
Es el que diseñé. Con dos lenguas a los lados, que se unen en el centro y
vuelven al escenario por un pasillo central. Lo que queda dentro de esas
pasarelas es la zona premium. He pasado con el coche esta mañana y había tanta
gente haciendo cola que he flipado en colores. Están esperándola. Y la van a
ver. Y van a flipar. Estoy seguro.
Tras el ensayo, primero con Alejandro y después ya ella
sola, todo queda preparado. Todos me avisan del ritual de Malú. Mucha agua,
muchos pasos, pocas palabras, y, media hora antes, aislada completamente. La
miro aguantándome la risa un poco al ver como se mueve. Con esos tacones de
medio metro con los que se me hace imposible pensar siquiera en dar un paso.
Nuestras miradas se cruzan de vez en cuando y nos sonreímos.
Poco tiempo antes de que el concierto vaya a empezar, todos
estamos en la sala de reunión y Malú aparece. Todos se sorprenden. Se quedan estupefactos.
No parece que lo haga nunca. Parece que siempre lo hace mucho antes pero quedan
como unos 45 minutos y allí está, sentada en una silla, con nosotros. Se ríe al
ver las caras de todos. Se sienta cerca de mí y le sonrío, sonriéndome un tanto
avergonzada.
-Nos la han cambiado… - dice Paco – 21 años llevo con ella
eh? – dice alzando los brazos – tienes fiebre?
-Qué pasa? – dice haciéndose la indignada – me apetecía
estar con vosotros… - dice con tono de niña – habéis visto lo lleno que está
ya?
-Está lleno del todo jefa… - dice Yago – se oye desde aquí…
Sonrío y noto nerviosismo. Alejandro también está. A la sala
entran los padres de Malú, Vero y Carlota, acompañados de Sol. Me tenso. No les
he vuelto a ver.
-Compadre! – exclama Alejandro abrazando a Pepe –
Miro a Malú inconscientemente. Justo me mira y sonríe
levemente. Carlota, al verme, pone una cara de ilusión que no me la creo ni yo
y corre hacia mi silla. Me levanto riéndome y la agarro en brazos. Se me agarra
al cuello e, incluso, noto como va a comenzar a llorar. Corto el llanto
separándola.
-No llores enana! – digo abrazándola otra vez – creces por
momentos eh? – digo mirando a Vero que me mira sonriendo – dame un beso anda… -
me hace caso y me da un sonoro beso en la mejilla –
La dejo en el suelo y me acerco lentamente a Vero, que
deshace la distancia más rápidamente y me abraza fuerte. No decimos nada, solo
nos abrazamos de forma muy fraternal. Sol nos mira a la derecha. Deshago el
abrazo con Vero y doy un fugaz abrazo a Sol y un beso en su mejilla, sonriendo.
No la había visto hasta ahora. Al mirar a la izquierda, Pepi me observa algo
emocionada. No sé qué hacer hasta que se acerca a mí y me abraza. El abrazo me
parece tan sincero que me pone un nudo en la garganta.
Pepe me observa y yo le observo a él. No hablamos, solo nos
miramos. Esboza una pequeña sonrisa.
-Al final nos hemos vuelto a ver… - dice Pepe en referencia
de aquella última conversación –
Sonrío algo emocionado sin decir nada y me acerco a él,
estrechándole la mano, pero me arrastra a abrazarle. Me da un par de palmadas
en la espalda. Escueto, corto, pero suficiente. Sonrío mirándoles y vuelvo a mi
silla, sentándome y soltando un suspiro creo que lo suficientemente sonoro para
que Malú me mire. Nos miramos y me sonríe de forma tierna. Su mano derecha aprieta
levemente mi pierna izquierda, de forma fugaz. Sé que entiende lo que acaba de
pasar. La mezcla de cosas, de sentimientos, se acaba de congregar en esa sala.
Sin querer, miro a Alejandro, que sigue cerca de Pepe, y me mira sonriéndome de
manera cómplice. Bajo la cabeza algo avergonzado. Me impone mirarle. Es tan
raro estar aquí…
-Alguien tendrá que decir algo no? – propone Rubén, sentado
delante de un teclado que está en la sala – que es un día importante… - sonrío
y miro a Malú, que niega con la mano – jefa…
-No no… - niega en rotundo – no me va bien llorar ni hablar
ahora mismo –
-Yo… - me atrevo a hablar, no sé bien lo que estoy haciendo,
pero necesito hacerlo – sé que soy el nuevo… - todos me miran, algunos siguen
hablando sin escuchar – hola, buenas – alzo un poco la voz de forma irónica y la mano derecha –
aquí, el enchufado… - digo irónico y todos estallan en una carcajada – no, en
serio… - digo intentando ponerme serio – que… - me pongo nervioso por momentos
– quería deciros que… - carraspeo – que bueno, que llevo poco tiempo aquí pero…
- sonrío mirándoles a todos que me miran con gesto tierno – que me habéis
acogido genial y… - sonrío desviando la mirada – que después de lo que ha
pasado últimamente… - me refiero al accidente – que para mí sois como de mi familia…
-Puto enchufado… - oigo refunfuñar a Paco algo emocionado y
me río –
-Y… - alzo mi mano porque muchos intentan acercarse a mí –
tengo que deciros que estoy cagadísimo… - se ríen a carcajadas – que esto
vosotros estáis acostumbrados pero yo… - resoplo – y ayer no podía dormir de lo
cagado que estaba… - miro a Malú que me mira un tanto emocionada – y tengo un
piano en casa que no usaba desde hace… - suspiro – que ni de coña toco como
Rubén, que Rubén en Bach y yo soy… Bah! – se ríen con la broma – pero que si
Rubén me deja… - se levanta y me deja el asiento dándome un golpecito en el
hombro – no sé lo que estoy haciendo… - digo levantándome y sentándome al piano
-
Todos me miran, Malú me mira hasta sorprendida. Decido no
mirar mucho alrededor, aunque soy consciente de que hay mucha gente, algunos
técnicos seguirán fuera supongo…
-Esto es un error completamente, pero bueno… - digo
completamente avergonzado – es para todos eh? – aclaro mirándoles – me salió
ayer pensando en hoy y en vosotros… - carraspeo –
Cojo aire y miro a todos, que me miran atentos. Malú se
sienta en la silla al revés, apoyando su cabeza en el respaldo, sobre sus
brazos, parece que quiere escucharme atentamente.
Comienzo a tocar los primeros acordes al piano hasta que
comienzo a cantar, muerto de vergüenza, mirando el piano solamente.
-Cuando el jefe no te dé las gracias – intento que mi voz
suene lo más afinada posible - Cuando te den el Nobel de la Paz – sonrío -
Cuando te sientas invisible – la miro y le sonrío, me está sonriendo
sorprendida - o no te paren de parar… - baja la cabeza un tanto avergonzada -
Cuando no venga nadie a tus conciertos – niego con la cabeza - y seas centro
del corazón – la miro y tuerce el gesto, negando con la cabeza - Cuando llenes
estadios enteros - señalo fugazmente hacia fuera y sonríe de nuevo hacia el
suelo - portada de Rolling Stones…
Les miro y, algunos, me están mirando algo emocionados o
riendo tímidamente. Bajo la cabeza de nuevo para no emocionarme y poder seguir.
-Cuando lo hagas todo aquel febrero – subo un poco el tono
de voz - Y cuando no lo vuelvas a hacer más… - miro a Malú que me mira
apretando los labios intentando no emocionarse - Piensa que yo siempre tendré
un hueco para volverlo a intentar… - miro hacia el resto, que me sonríen
emocionados mientras toco el piano - Por si te hace falta estaré aquí – cierro
los ojos - Solo un par de versos de metros de ti – miro a Cato y se ríe - Y es
que en cada historia, leyenda, hay un punto sin fin… Coge aire y vuelve… - miro
a Malú mientras sigo tocando el piano, me mira con los ojos entrecerrados, como
extrañada por esa frase. Sonrío. Esa frase la usé en una publicación e imagino
que es por eso - Y las cartas del banco sean ciertas – miro al resto y veo a
Yaiza asentir algo emocionada - Y no queden más sueños por vender – dirijo mi
mirada al piano - Cuando te compren el silencio – miro a Malú directamente y
alzo la voz - y les calles a canciones…
Veo como baja la cabeza y la apoya en su brazo, sujetándose
al respaldo de la silla, esa frase va totalmente hacia ella.
-Tú sigue soñando despierto – vuelvo a alzar un poco más mi
tono de voz - Los lunes son los padres y ya está – escucho alguna risa con esa
frase - Llévame otra vez a ese febrero, que me quiero levantar… - termino esa
estrofa con un falsete suave - Por si te hace falta estaré aquí – miro a Malú
que me mira con los ojos un poco rojos - Solo un par de versos de metros de ti
– sonrío - Y es que en cada historia, leyenda hay un punto sin fin… - miro a Malú
de nuevo - Coge aire y vuelve – veo como asiente levemente - Por si te hace
falta estaré aquí – miro alrededor y veo que muchos están emocionados - Solo un
par de versos de metros de ti – miro de nuevo a Cato y a los demás, que se ríen
con esa frase - Y es que en cada historia, leyenda hay un punto sin fin – la
miro de nuevo - Coge aire y vuelve…
Mientras toco el piano, voy haciendo una melodía, sin letra,
con mi voz.
-Uhhh…. Uhhhhh…. Uhhhh… - primero muy suave mientras la
intensidad y los acordes del piano van in crescendo – uhhhh… uhhhh…. Uhhh…
Vuelve! Vuelve! – improviso – uhhhhh… uhhhh… uhhh – hago un falsete más agudo –
uhhhh… uhhhhh – paro de cantar y hago un par de acordes para afrontar el final
de la canción - Por si te hace falta estaré aquí – digo casi sin cantar - Solo
un par de versos de metros de ti – la miro y veo como intenta limpiarse las
lágrimas sin que se le corra el maquillaje - Y es que en cada historia, leyenda
hay un punto sin fin… - digo susurrando esa última frase mirándola - Coge aire
y vuelve…
Termino la canción y hay un silencio durante unos segundos
hasta que alguien, no se quién, dice un “joder” y empiezan a reírse de forma
emocionada. Me he emocionado un poco al final y me río para disimular.
-No lloréis cabrones… - digo limpiándome sutilmente los ojos
– ya está… - digo haciendo un gesto con las manos… les miro y están todos ahí,
con la lagrimilla… incluida Malú – yo que pretendía animaros… - niego con la
cabeza – me he equivocado, claramente… - digo sentándome en la silla al lado
del piano –
-Qué va cabrón… - dice Rubén – joder, no sabía que
componías…
-Yo tampoco… - digo rápidamente riéndome – no, Rubén, esto
hay que subirlo eh? – señalo a la gente refiriéndome al ánimo –
-30 minutos chicos… - dice Cato algo emocionado y veo como
Malú se va a levantar, me levanto y me pongo frente a ella –
-Espera – le digo – que vamos a cantar la que te pasé ayer…
- no me mira, pero veo como sonríe – la escuchaste? – asiente – te gustó? –
asiente –
-Me tiré mucho tiempo escuchándola y leyendo la traducción…
- sonríe – y llorando también…
-Nada de llorar – la agarro de los hombros – Rubén! –
exclamo – sube esto tío…
-Va gente! El himno de los ensayos? – me mira y asiento
rápidamente –
-Hugo, que yo necesito media hora antes de cada concierto y…
-Tú lo que necesitas es saltar y divertirte con tu equipo –
la corto – 5 minutos… - le digo mirándola – nada más… después te vas… - resopla
y me mira – no dices que no quieres perderte momentos así? – sonríe mirándome -
-Esa puta canción me ha dejado en la mierda, que lo sepas… -
dice sincera –
-No pretendía eso joder… - digo algo apurado –
-En la mierda y, a la vez… - me mira – me ha encantado, has
clavado muchas cosas… - sonríe – parece que me conoces de hace años… - sonrío –
-Desde siempre… - digo sonriéndole ampliamente mientras baja
la cabeza y se sienta en la silla –
-La jefa se queda! – exclama Rubén – vamos eh? Hay que
aprovecharlo!
-Yaiza, tú primero – digo y asiente –
-Pero luego tú – río al ver la vergüenza que le está dando –
Rubén comienza a tocar la canción y sonrío al escuchar la melodía
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ResponderEliminarERES GENIAL!
ResponderEliminarSoy fan de esta novela y este capítulo con todo lo que esta pasando con Malú me encanto. Oye lo único que noto un poco aburrida la historia dale un giro u algo porque al menos a mi a veces me aburre un poco (Te lo digo con la mejor onda y con todo el respeto)
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