-Ya no vas a las reuniones previas… - dice Víctor apareciendo
a mi espalda –
-Eh? – pregunto girándome – ya… - respondo de forma seca –
bueno, hoy quería concentrarme bien… - pongo la excusa más absurda de la
historia –
-Claro… - contesto Víctor de forma irónica –
-Tío, todo bien? – Cato aparece a mi espalda y me agarra de
los dos hombros. Asiento sin decir nada –
Sé que se refiere a la conversación que hemos tenido Malú y
yo delante de él. Ha sido tenso no, lo siguiente. Doloroso. Es doloroso. Le
prometí que nunca haría nada que le hiciera daño y… lo he hecho. O eso creo,
por sus palabras. Está molesta.
Con todos esos pensamientos, el teléfono me suena y me
extraño. Es mi hermana. Sabe que no debe llamarme a esta hora, a punto de
empezar el concierto. Oigo a Cato decir “10 minutos” y cojo el teléfono.
-Ro, está a punto de empezar el concierto – digo en tono
serio –
-Hugo… - su tono suena a asustado y me transmite el susto en
un segundo – es Jose…
-Qué pasa? – digo asustado, viendo como Cato me mira
frunciendo el ceño –
-Los niños… - mi hermana balbucea –
-Ro por favor! – grito
alejándome de mi sitio – qué pasa?
-Han tenido un accidente Hugo… - trago saliva, no puedo
hablar – Jose, Laura y los niños… - habla de manera atropellada – volvían de
casa de mamá, con el coche…
-Qué estás diciendo Ro? – digo desesperado – dónde están? –
pregunto temeroso de la respuesta -
-En el hospital, estoy de camino con mamá… - escucho a mi
madre llorar de fondo – sé que estás lejos, pero ven cuanto antes…
-Ro, pero cómo están? – pregunto acojonado –
-No lo sé Hugo… - noto como mi hermana se pone a llorar – no
lo sé… - escucho como intenta serenarse – te voy contando, pero ven cuanto
antes por favor…
Cuelgo el teléfono y me quedo congelado, al borde de las
escaleras. Cato me toca el hombro y me asusta. Me giro hacia él y me mira
extrañado.
-Pasa algo? – pregunta preocupado –
-Mi… - respiro acelerado – mi hermano… - trago saliva – mi
cuñada y mis sobrinos… - me mira como asustado – han tenido un accidente con el
coche…
-Qué dices tío? – dice agarrándome de los hombros – pero
están bien? – no puedo ni mirarle –
-No lo sé… - niego con la cabeza – mi… - balbucea – mi
hermana iba de camino al hospital…
-En Madrid? – pregunta Cato y asiento – tío… - se lleva una
mano a la cabeza – tienes que ir no?
Le miro y miro hacia Malú, abajo, con el equipo. 5 minutos.
Todo preparado. No. No puedo irme. Me lo impide ella. No puedo putearla así.
Miro a Cato y niego con la cabeza.
-No puedo haceros eso… - digo volviendo a mi sitio – mi
hermana me irá diciendo qué es lo que ocurre… -
-Hugo… - me agarra del brazo – es completamente comprensible
que te vayas, Víctor y yo podemos…
-No – le corto – No puedo hacer eso… - digo plantándome
frente al ordenador – faltan 5 minutos… - Cato me mira de forma compasiva – si
les ha pasado algo… - niego con la cabeza a punto de llorar –
-Tío… - pone una mano en mi hombro – lo siento… - asiento – estás seguro? – le miro y asiento – empezamos ya… - asiento de nuevo intentando no llorar y dejando mi móvil apoyado al lado del ordenador. Si les ha pasado algo y no estoy allí… no me lo perdonaré en la vida –
maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
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