Mi móvil suena y me despierta. El nombre de Rubén está en
pantalla. Suena y dudo en si cogerlo o no. Lo cojo, con voz de dormido.
-Tío, estás bien? – el tono de Rubén es de preocupación –
-Eh? – pregunto todavía aturdido – si si… - miro a mi
izquierda y la veo dormir todavía de lado –
-Tío, volvemos en cuanto desayunemos… - resoplo – todo bien?
-Si… - respondo incorporándome en la cama – ahora bajo a
desayunar…
Cuelgo y veo como se despierta. Me mira y sonríe, de nuevo
de forma lasciva.
-Hola fiera… - dice tocándome el pecho – te buscan? – señala
el móvil –
-Eh… - la miro y siento que esto ha sido un completo error –
si… es que estoy aquí por trabajo…
-Ya… - sonríe – y me vas a dejar aquí? – se quita la sábana,
está completamente desnuda. Trago saliva –
Pienso durante unos segundos. Sé que va a ser cruel, pero
voy a bajar con ella a desayunar. Quiero que me vea. Si lo del otro día fue un
error, no sentirá nada si me ve con otra.
-Vístete, desayunamos… - digo de forma sugerente – y alargo
la reserva… - sonríe mirándome y asiente –
Al bajar al buffet, Rubén se gira y me mira sorprendido al
ver que entro con esta chica. Saludo con la mano y la diviso. Al fondo, con
Sol, que me mira sorprendida y hace que Malú se gire. Bea creo que no ha
reparado en nadie. Me agarra la cara, me da un beso y se dirige a la zona de
los zumos. Suspiro y me acerco a la mesa donde está Rubén, sin mirarla a ella.
-Eh… - río nervioso – me he quedado dormido… - me rasco la
cabeza – lo siento…
-Ahora entiendo los sonidos de ayer… - dice Julián sin
mirarme –
Alzo las cejas. Nos escucharon. Nos escucharía ella? Miro de
reojo y me está mirando, su mirada, durante unos segundos, me traspasa. Creo
que es de dolor, pero aparta la mirada rápidamente.
-Voy a quedarme unos días… hasta el próximo concierto… -
digo mirando a Rubén, que me mira con cara extrañada – no te preocupes, en 3
días estoy allí para prepararlo todo… - Rubén asiente sin mirarme, parece que
no aprueba demasiado lo que estoy haciendo –
Termino la conversación así, sin más, y me acerco a ella.
Agarro una bandeja, tampoco tengo mucha hambre. Me sonríe y me señala una mesa,
en la otra punta del salón, y asiento.
Desayunando con ella, me doy cuenta que acabo de crear un
cisma en el equipo. Me miran, hablan entre ellos, supongo que ya todos saben
que no vuelvo con ellos, sino que me quedo unos días aquí. Otro error. Otro
enorme error.
Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
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