Me despierto temprano. He dormido poco. Por un momento,
pienso que sigo en Algeciras pero me doy cuenta que no. Estoy durmiendo solo.
Me costó dormirme, estuvimos hablando por whatsapp hasta de madrugada. Desmond
me miraba raro al verme despierto tan tarde, no suele pasarme.
Mientras desayuno, me llega un whatsapp suyo.
“Buenos días gordo”
Sonrío y me pongo a escribir.
“Buenos días cielo… has dormido poco como yo?”
“Más o menos…” Añade un icono sonriente “te echo de menos…”
Leo varias veces la frase y sonrío ampliamente.
“Y yo jefa…”
Nah, para qué vamos a seguir hablando por whatsapp si puedo
llamarla. Solo un tono, un solo tono y me coge el teléfono.
-Hola… - su voz suena algo cortada –
-Hola cielo… - su voz cortada, la mía, ñoña – estás
desayunando?
-Si… - responde – y tú?
-También… - contesto algo embelesado – qué conversación de
besugos eh? – le oigo reírse – haces algo hoy?
-No creo… - responde rápidamente – por? – noto su tono de
voz un tanto pícaro –
-Por nada… - le sigo el juego – porque igual te apetecía que
te hiciera una visita… - digo con tono sugerente –
-Suena bien… - responde con el mismo tono – aunque sigo con
la regla, yo te lo advierto…
-Como si eso fuera un impedimento… - digo con doble sentido
– a qué hora quieres que vaya a verte?
-Ya – responde rápido – o sea… - carraspea – cuando puedas…
-Supongo que dejo a Desmond en casa de mi madre para que no
pase el día solo no? – pregunto insinuante – porque no voy a ir a verte y
volverme a mi casa enseguida, lo sabes no?
-Me estás amenazando? – pregunta juguetona –
-Si… - sonrío – mándame la ubicación anda, que no me acuerdo
mucho de cómo se llegaba…
De camino a casa de mi madre, pienso en la excusa que puedo
ponerle. Que no va a ser fácil porque me va a pillar. Supo que me iba porque
estaba agobiado, aunque no sabía que era por Malú, si le dije que quizá dejaba
el trabajo… pero le puse la excusa de demasiado estrés y demasiado viaje… Tendría
que haberle dejado a Desmond a mi hermana. Pero ya es tarde, ya estoy entrando
en casa de mi madre.
-Hijo! – exclama al verme y mira a Desmond – ala, ya me toca
quedarme con el nieto…
-Jajajajaja! – exclamo riéndome – hola mamá… - le doy un
beso sonoro en la mejilla y un abrazo – es que tengo cosas que hacer y no
quiero que pase el día solo…
-Cosas que hacer… - me mira como haciéndome una radiografía
– dónde has estado? – pregunta sentándose en el sofá –
-En la playa… - contesto sin pensar – por ahí… - digo
intentando salir –
-Vas a trabajar otra vez con esa no? – dice algo molesta –
-Mamá! – exclamo levantándome del sofá – deja de hablar así
de ella quieres? – digo molesto –
-Malú, Malú… - dice el nombre con algo de recochineo – Hugo,
es que menudo trabajo te has buscado…
-A mi me gusta… - digo convencido –
-El trabajo o ella? – pregunta mi madre con toda la
intención haciéndome poner los ojos en blanco –
-Cuántos años tengo mamá? – mi madre me mira y vuelve a
sentarse en el sofá, resoplando – sé perfectamente lo que hago…
-Ya, claro… - dice irónica – por eso el día que tu hermano
tuvo el accidente no te dejó irte antes…
-Mamá! – exclamo de nuevo enfadado – no fue así para nada… -
digo cogiendo mi chaqueta – no la conoces… - digo molesto –
-Hijo, pero no te vayas ya… - dice mi madre poniendo un tono
de voz más suave –
-No mamá! – exclamo otra vez – me gusta mi trabajo por una
vez en mi vida… - digo seguro y alzando un poco la voz – me gusta con quién
trabajo… - digo refiriéndome a ella y al equipo – y no conoces de nada a Malú
para hablar así de ella… con ese desprecio…
-Otra vez te ha liado verdad? – dice mirándome – hijo, que
no, que esa gente no se compromete, que te va a hacer daño…
-Mamá! – exclamo de nuevo, ahora si, yéndome hacia la puerta
– te lo pedí en aquella ocasión y te lo pido ahora – me mira fijamente – si le
cuentas algo a alguien me enfadaré hasta el punto que no me verás más… - digo
con tono muy duro – ni siquiera me has preguntado cómo estoy… - va a hablar
pero la corto – lo único que debería de importante es si estoy bien, si estoy
contento o no… - me mira un tanto culpable – y sí, lo estoy… - contesto rotundo
– lo demás no debería de importarte…
-Hijo – me agarra del brazo – no te vayas así…
-Mamá… - me suelto de su mano – ya te avisaré cuando vengo a
por Desmond…
Su mirada me hace ponerme triste, pero, a la vez, tengo
mucha rabia. Rabia por escuchar como habla de ella, no la conoce y se deja
llevar por lo que aparenta. Conduzco de muy mala leche hasta llegar a su casa.
No puedo evitarlo. Estoy de muy mal humor y, por un momento, pienso en decirle
que mejor lo dejamos para otro momento, pero tengo tantas ganas de verla, que
me es imposible…
Maaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminar