No puedo parar de pensar en lo que ha ocurrido y no puedo
quitarme de la cabeza la imagen fugaz de mi padre allí, en el incendio, al lado
de los coches en llamas. No puedo quitarme de la cabeza su voz, diciéndome que
me fuera y entremezclándose su voz con la de ella. Como si fuera una señal. No
puedo evitar pensar en aquel capítulo que tanto me gustó de mi serie favorita.
De su serie favorita. La constante. La conclusión que saqué de ese capítulo es
que todos tenemos alguien que nos hace volver a la realidad. Que nos hace despertar
cuando el ruido nos ciega. Mi mano y la suya siguen entrelazadas desde hace ya
tiempo, estoy llegando a mi casa. Miro las manos, sin querer, de forma fugaz.
Frunzo el ceño. No me gusta lo que pienso ahora mismo. No me gusta que se me
pasen por la cabeza cosas.
Sin darme cuenta, llegamos al portal. Veo a lo lejos a mi
madre y a mi hermana, en la calle, ni siquiera han podido esperarme arriba.
Suspiro y suelto su mano, sin querer, no quiero, pero la suelto y desato el
cinturón.
-Es donde están ellas? – pregunta Sol –
-Si… - respondo cansado – gracias por traerme Sol… - digo
apretando levemente su hombro, en señal de agradecimiento, y su mano derecha se
posa sobre la mía –
Miro a Malú y veo como se desabrocha el cinturón, también lo
hace Jose y, por ende, Sol. Se van a bajar todos del coche? Respiro hondo y, al
detenerse el coche, abro la puerta y noto como las puertas del resto también se
abren. Mi madre sale corriendo al verme, llorando y se me abraza.
Me abrazo a ella con fuerza, intentando calmarla.
-Tranquila mamá… - digo con voz sosegada – estoy bien… -
digo acariciando su espalda – no ha pasado nada…
-Pero hijo… - coge mi cara – estás bien seguro? – me mira
fijamente –
-Si mamá… - sonrío con ternura – hermanita… - digo algo
emocionado al ver como espera en el borde de la acera –
Se acerca a mí lentamente y me abraza. Si, prácticamente
Malú y ella miden lo mismo porque tengo que hacer el mismo gesto para
abrazarla. Se abraza a mí y comienza a llorar. Resoplo intentando aguantar,
pero no puedo.
-Ya está enana… - acaricio su espalda – qué hacéis en la
calle eh? – digo sonriendo –
-Cómo iba a esperarme arriba? – pregunta mi madre indignada
–
-No podíamos estar en casa… - dice mi hermana llorando sin
soltarme – era como lo de Papá…
Ahora si que el nudo en la garganta se ha hecho real.
Intento tragar saliva pero no puedo. Llora amargamente. No sé si el resto ha
vuelto a subir al coche, aunque miro a mi madre y mira hacia varios sitios
fugazmente, como mirando hacia ellos.
Cuando me separo de mi hermana, me giro levemente y veo a Sol
apoyada en la puerta del conductor, con gesto conmovido. Malú se mantiene
plantada en su puerta, en un segundo plano, igual que su hermano. Mi hermana me
suelta y no puedo evitar ir hacia ellos. Abrazo a Sol como si la conociera de
más tiempo, con mucho cariño, y ella me abraza igual. Parece muy buena gente.
No nos decimos nada, solo el abrazo, que dura unos segundos.
Camino por detrás del coche y Jose se adelanta a su hermana
para darme un sonoro abrazo. Me da palmadas en la espalda y yo hago lo mismo. El
abrazo dura unos segundos.
-Gracias… - susurra antes de deshacer el abrazo y, cuando
termina, se da la vuelta y noto como se toca los ojos –
Gracias. Por qué? Por ayudar a su hermana supongo. Malú me
mira, creo que no sabe muy bien qué hacer. Sus ojos se ponen rojos al mirarnos
y me acerco a ella abrazándola fuerte. Escucho como comienza a llorar. Sollozar
más bien, no llora amargamente como mi hermana, se contiene, pero me abraza
fuerte. Yo la abrazo con una mano en la cintura y con otra en su pelo, no puedo
evitar retener algún sollozo. Detecto el olor de su pelo otra vez. Cierro los
ojos, me lleva a muchos sitios, demasiados. Al deshacer el abrazo me da un sonoro
beso en la mejilla y mira al suelo, secándose los ojos.
No nos hemos dicho nada. Nos miramos un segundo, solo uno, y nos sonreímos tiernamente. Acaricio su mejilla con ternura y veo como cierra los ojos y suspira. Suspiro también. Nos damos la mano esta vez con los brazos estirados mientras camino hacia el portal de mi casa, donde mi madre y hermana nos miran atentamente. Al llegar, mi madre me mira algo más seria, pero me hermana me mira con una ilusión en la cara que pocas veces le he visto.
Maaaaaaaaaaaaaaaassssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminar