CAPÍTULO 79: LAS EXPLICACIONES

Hoy he decidido comer con mi madre. La cosa se ha calmado, ya no me persigue nadie o, al menos, eso creo. Mi madre me ha preguntado tantas veces en estos días por esto y yo le he dado tantas largas… que creo que la comida va a ser el detonante para que tenga que contarle algo…

Al llegar, me lleva de la mano a la tele y señala. Anuncian unas imágenes de ella hablando de esto. Frunzo el ceño y me extraña tanto que niego con la cabeza.

-No me gusta esto Hugo… - dice mi madre con tono enfadado – y vas a trabajar con ésta?

-Ésta tiene un nombre mamá… - digo algo enfadado por el tono que ha empleado – te crees todo lo que sale en la tele… - digo negando con la cabeza –

-Ya… - dice no muy convencida – pues va a hablar… - dice seria – no dice que no habla nunca de su vida?

-Mamá – digo serio – no te metas en esto, hazme el favor… - digo cansado poniendo la mesa – esto es por lo que hemos estado hablando estos días… - digo sincero mientras mi madre me mira extrañada – me ha pedido que yo no diga nada para que no me sigan y que ella se encargaba… - mi madre me mira no muy convencida y señala la tele –

La veo caminando por la calle, de forma rápida, hasta llegar a su casa, con varios reporteros detrás de ella. Tiene que estar pasándolo realmente mal. Sé que esto no le gusta nada. Pero después de los whatsapps que le mandé, lo único que me dijo fue que no me preocupase, que ella se encargaría de todo y dejarían de seguirme.

-Malú, sigues con Hugo? – pregunta uno de los periodistas – en las fotos parecéis enfadados – pregunta otro a la vez mientras la escucho resoplar – es cierto que va a trabajar contigo en la gira?

Malú se gira hacia ellos, mira al suelo y suspira y comienza a hablar.

-Las fotos son de dos amigos paseando a los perros, no os parece? – dice de forma sorprendentemente amable – y si, vamos a trabajar juntos, pero no por lo que estáis diciendo de enchufes ni nada de eso… eso es una tontería y una falta de respeto a su trabajo - dice metiendo la llave en la puerta de su casa sin dejar de mirarles – es uno de los mejores en lo suyo y mi equipo lo eligió porque proponía el mejor proyecto – alzo las cejas al ver como habla tan sincera – dejadle tranquilo, de verdad – dice con gesto de súplica – somos amigos y es un tío genial.

Miro a mi madre de reojo, que mira la tele con un gesto que no consigo descifrar. La conozco tanto que me sorprende no saber qué es lo que piensa. Los periodistas siguen preguntándole, pero les corta de nuevo.

-Os repito que yo no elijo al equipo que trabaja conmigo en función de enchufes, sino que intento conseguir que trabajen conmigo los mejores, y Hugo lo es… - dice segura – además, no soy yo la que lo decide, sino mi equipo… - aclara – dejad el tema, de verdad – dice de nuevo sonriendo levemente – ya os he contestado a todo vale?

Se despide de los periodistas con una sonrisa, cierra la puerta de su casa y la veo entrar de forma tranquila. Miro a mi madre y sonrío cortando un trozo de pollo y llevándomelo a la boca.

-Ya te he dicho que ella se encargaba… - digo de forma triunfante – vas a dejar de tenerle ese odio al ver que ha puesto a tu hijo por las nubes? – digo de forma irónica –

Mi madre me mira por encima de las gafas y no dice nada, solo comienza a comer. La miro de forma tierna. Protectora, como cualquier madre. Incluso conmigo lo es más. No vuelve a salir el tema, lo cambia ella contándome cosas de mis tías y de sus viajes con el grupo de jubilados.

Cuando termino de comer, lo único que me sale es coger el móvil y abrir su conversación. Soy conciso, concreto y escueto.

“Gracias”.