sábado, 2 de marzo de 2019

CAPÍTULO 69: EL PROYECTO

Miro atentamente la pantalla, viendo como los demás hacen lo mismo. Me han dicho que este es el mejor de todos los que han llegado. Que no entienden como la persona que lo ha hecho, ha captado qué tipo de espectáculo queríamos hacer. La verdad es que, conforme empieza el vídeo, en 3D, con una visión desde arriba de una plaza de toros llena, con asistentes al espectáculo también simulados, incluso saltando, me da un cosquilleo en el estómago. Suena como una intro de guitarras y batería potente, acompañada de un juego de luces que coincide en intensidad con las pantallas. El escenario diseñado me encanta. El que siempre pensé que querría hacer en los sitios grandes. Con dos grandes lenguas que se juntan en el centro y un pasillo central que llega al mismo sitio. Sitio para correr, para moverme.

Todo viene acompañado de otra simulación sobre cómo se trataría el sonido en el espectáculo, haciendo hincapié en una buena escucha mía y de los músicos y del sonido ambiente. El sonido ambiente, tan básico para mí para no sentir que le estoy cantando a una pared. Los detalles técnicos no los entiendo, pero las caras de aprobación del equipo son claras.

-Qué? – me preguntan –

-De las cosas técnicas ni idea… - me alzo de hombros – pero me ha flipado…

-Si alguien, sin saber nada, ha captado lo que queríamos… - dice uno de los responsables de mi equipo – imagínate cuando lo sepa… - resopla – además, ha adjuntado un presupuesto que se ajusta bastante a lo que pensábamos, con bastantes innovaciones en cuanto a imagen… mejores pantallas… - asiento – para mí, este es el mejor proyecto de inicio.

Todos le apoyan y yo me dejo llevar por las sensaciones. Me da la sensación de ser el adecuado. Quizá es el adecuado para sustituir a Medrano. Doy mi aprobación y me comunican que nos reuniremos en unos días con la persona que lo ha mandado, que van a ponerse en contacto con él.
Al llegar a casa, me siento cansada. Ni Danka, ni Rumba, ni Chanelo me quitan este hastío. Casi un mes. No he sido capaz de volver a hablarle, ni de decirle nada. Vuelvo a meterme en sus redes sociales y veo una actualización. Me da un temblor de manos importante. Ha subido una imagen de él en la playa, en Algeciras. Seguramente se la haría su hermana, yo no se la hice. O quizá ha vuelto allí?

Una sola frase debajo de la foto: Coge aire y vuelve.

Me estremezco. No se si es un mensaje para mí. O es para él. O es un adiós. O es un llámame. La cosa se ha calmado bastante, como no nos han visto juntos, los rumores han parado. Tiene algunos comentarios y no puedo evitar leerlos. Algunos, fans míos lanzándole piropos. Un comentario de su hermana, la reconozco por la foto y el nombre: “qué bien sales en las fotos hermanito… en persona eres más feo”. Me río al leerlo y abro su contestación. “Da gusto compartir genes con alguien tan simpática como tú”. Vuelvo a reírme. Se llevan bien. Aparece otro comentario de su hermana “El simpático siempre has sido tú, yo me llevé la belleza”. Otra vez me río. Vuelvo a mirar su foto. De perfil, con la playa de fondo, con las gafas de sol y sentado en la arena. Sin querer, le doy al perfil de su hermana. Me sigue. Respiro hondo. Si, tiene una imagen de aquel día, de los dos en la playa. La foto reza: “cuánto me alegro de verte feliz”. Suspiro con pena. Suspiro y vuelvo a su perfil sin darme cuenta. Aparece un circulito rojo alrededor de su foto. Una storie de esas. No puedo evitar darle para verla. Un vídeo corto de un perro, un Golden. Y un texto superpuesto. “Desmond viendo a Desmond”. En el vídeo se ve al perro en el sofá, da la sensación de que está viendo la tele. Reconozco la imagen. Un capítulo de perdidos. Salgo de la storie automáticamente. El perro se llama así por el personaje. Uno de mis favoritos. Por qué? Por qué tengo que acordarme de esa noche ahora? No puedo evitar ponerme a llorar sin querer. Ese fue el día en el que hablamos de seguir viéndonos al volver a Madrid. Ese fue el día en el que el sexo se transformó en algo mucho más fuerte. Suelto el móvil y me llevo las manos a la cabeza. Le echo de menos. Mucho. Pero es imposible.

1 comentario:

  1. Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssssss porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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