Desde que llegué a Madrid, desde que se publicaron esas
malditas fotos, no han parado de llamarme. No sé como cojones han conseguido mi
teléfono pero, televisiones, revistas, prensa… de todo. O no lo cojo, o lo cojo
y digo que no voy a decir absolutamente nada. Se lo prometí. A pesar de haberme
hecho tanto daño, se lo prometí.
Mi hermana creo que fue la primera persona del mundo en ver
la portada de esa revista. Antes que nadie. Todavía recuerdo esa conversación,
a pesar de haber pasado ya una semana. La recuerdo como si la estuviera
manteniendo ahora.
-María eh? – pregunta
nada más descolgarle el teléfono – María Lucía querías decir no? – dice
mientras conduzco de vuelta a Madrid –
-Ro, no es el momento…
- digo desganado –
-Pero cómo que no es
el momento??? – pregunta escandalizada – que mi cuñada es Malú!!! – sonrío sin
querer, aunque no tengo ni ganas de hacerlo – eres mi hermano favorito, lo
sabías??? – niego con la cabeza – sabía que, tarde o temprano, llegarías a lo
más alto…
-Ro, cállate – digo
serio –
Hay un silencio hasta
que mi hermana habla ya en tono serio.
-Qué pasa nano? –
pregunta preocupada –
-Ro… - suspiro, no
quiero ponerme a llorar mientras conduzco – no puedo decirte nada solo que… -
resoplo – que no quiero tocar el tema vale?
No sé si he hecho bien o no en hablar con esa reportera,
pero esta semana he estado a punto de llamar a algún sitio para la dejaran en
paz. Se han ensañado con ella, como en su momento. No es justo, Malú no es así,
no es como dicen. Es maravillosa, no he dicho ninguna mentira.
Mi madre no opina lo mismo. No le he contado todo,
evidentemente, solo que, por ahora, no tenemos nada. Ha desarrollado una
animadversión hacia ella que no puedo soportar, pero puedo llegar a entender…
porque me he echado a llorar cuando le he hablado de ella. Solo ha sido una vez
y para explicarle la portada. Tenía que hacerlo. Pero he obviado todos los
detalles, solo le he dicho que la he conocido y… que ahora mismo no tenemos
nada. Bueno, cada vez que sale, la odia intensamente. Le ha hecho daño a su
hijo. Le he pedido por activa y por pasiva que nunca, jamás, comente esto con
nadie, y menos si a la prensa se le ocurre buscarla. Me lo ha prometido y le he
dicho que si rompe la promesa, dejará de verme. He sido tan tajante que hasta
mi madre se ha cagado de miedo.
Mi hermana… mi hermana está flipando todavía. Su hermano con
su mayor ídolo. Insiste todos los días en que vaya a buscarla, aunque no sabe
exactamente qué es lo que ha pasado. Todos los putos días taladrándome el
cerebro. He tenido que ponerme serio y pedirle que deje el tema de una vez.
Creo que ha entendido que algo ha pasado para que yo ya no esté tan contento
como cuando me vio en Algeciras. No le he contado lo que pasó, no quiero que se
sienta culpable… no me he desahogado con nadie realmente. Mi hermana a veces me
escribe y me dice que está harta de leer cosas malas de Malú y que se siente
tentada a escribir… pero es tan sencillo que sepan que es mi hermana… que le he
pedido que no diga nada en las redes.
Mi hermano lo único que me ha dicho es que como no le
consiga un autógrafo a su hija, me corta los huevos. Ni preguntas ni nada. Da
por hecho que tenemos una relación pero no se mete. Discreto, sin más.
Y mis amigos… en realidad no tengo tantos. 3 parejas de mi
círculo íntimo. 2 casadas, una con hijos, y otra novios. Yo, el soltero de oro
y el sujetavelas oficial cada vez que salimos. El cachondeo sobre a donde nos
va a llevar Malú a cenar estuvo presente el primer día, hasta que lo corté
radicalmente. Víctor es mi mejor amigo. Mi persona de confianza. Está casado
con Lydia desde hace 2 años, todavía no tienen hijos, pero están buscando. Víctor
si me ha preguntado más por privado, pero le he pedido que parase. Sé que Víctor
sabe que esto no ha ido bien, nos conocemos desde la carrera. Estos meses,
desde que dejé el trabajo de bombero, ha estado ayudándome a contactar con
gente para volver a trabajar de lo mío. Es, digamos, mi persona de confianza.
Ni siquiera a él le he contado lo que pasó.
No quiero que nadie le perjudique. Quiero verla. Quiero hablar con ella… quiero saber cómo está… pero no puedo. Por la prensa, sé donde vive. Podría ir a buscarla. Y saldría en todas las portadas. Y sería un imbécil porque me pidió que no la buscara. Que necesitaba aclararse… y yo también lo necesito. Si me llamara, iría corriendo? Es la primera vez que lo dudo. Sería todo tan difícil. Las segundas partes nunca fueron buenas. Me da miedo pensar así. Y si me llama y me dice que quiere verme y yo… no quiero? Y si no me llama nunca más porque piensa que, al hablar con la prensa, la he traicionado?
Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssssss porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
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