viernes, 1 de marzo de 2019

CAPÍTULO 65: SOL

Ha pasado una semana. No se ha puesto en contacto conmigo. Las fotos publicadas, la prensa hablando sin parar de mí, poniéndome verde porque, según ellos, voy con unos y con otros sin control. Como si tuviera que darle explicaciones a alguien. Fotógrafos de nuevo en la puerta de mi casa. De nuevo llamándome de todo en las redes sociales. De nuevo gastando bromas sobre si Hugo será de una ideología o de otra. De nuevo recluída en casa.

Mi madre no ha aprobado lo que he hecho. De hecho, no para de lanzarme pullitas. No necesito eso, pero creo que, aunque es la decisión más jodida que he podido tomar, es la correcta. No podía arrastrarle a esto. Imagínate que se viera perseguido, como yo. No, era demasiado pronto. Fue bonito. Fue precioso. Fue lo más bonito que podía pasarme. Pero no podía ser. Es así.

Si pienso en él, me pongo a llorar. Una de esas veces, Sol está en casa. Está enterada de todo y tampoco ha entendido mi decisión. Al verme llorar, se sienta a mi lado y me ofrece agua. No dice nada, solo deja que me desahogue.

-Por qué tiene que ser todo así Sol? – pregunto llorando – por qué este machaque? – digo señalando el móvil que apenas puedo coger –

-No estás llorando por eso… - dice mirándome y cruzando su mirada conmigo –

Le aparto la mirada y vuelvo a beber agua. Me conoce. Sabe que estoy llorando por él. Por el daño que le he tenido que hacer. Mi padre me llamó el mismo día y me dijo que reflexionara. Que Hugo había ido a buscarme desesperado a casa y le había jurado por su padre que él no había hecho nada. Por su padre. Igual que a mí.

Bloqueado en el whatsapp, en las llamadas. No puede ponerse en contacto conmigo. Podría hacerlo por las redes sociales, pero no lo hace. Y, si lo ha hecho, es imposible que haya podido verlo de tanto mensaje que estoy recibiendo. Apoyo de mi gente e insultos del resto. De pronto, siento la necesidad de ver sus redes. De buscarle.

-No cojas el móvil Malú… - dice Sol cogiéndome la mano – el programa de la tarde está calentito…

-Déjame Sol… - le aparto la mano y busco su nombre en Facebook –

Solo una publicación desde hace una semana. Una foto. Una foto de la playa. Sin comentario, sin texto. Nada más. La publicó ayer. Se me pone un nudo en el estómago. Significa mucho para mí esa foto. Está esperando. Significa eso?

-Joder… - susurra Sol y me hace mirarla – mierda… - dice mirando el móvil –

-Qué pasa? – pregunto extrañada –

-Han hablado con él… - coge el mando de la tele y la enciende – Malú, esto hay que pararlo…

Hay que pararlo. Después de todo lo que llevo aguantando desde hace meses… hay que pararlo. Cómo? Cómo lo paro? Esas fotos lo dijeron todo. Daban a entender una relación. Y ahora han hablado con él. Me prometió que nunca haría nada que me perjudicase… y va a hacerlo. Va a hacerlo. Una sensación de rabia me inunda y miro la televisión, con expectación y, al mismo tiempo, con miedo. De nuevo pienso que va a traicionarme, estoy segura.

Anuncian las imágenes de él. Le han encontrado por la calle. Y dan paso al vídeo. Trago saliva y Sol me mira negando con la cabeza. Lo único que me faltaba para ensuciar más mi imagen. Han dicho tantas cosas que pensaba que no podía haber nada peor. Pero si, que salga él es todavía peor.

-Hugo, tienes un minuto para nosotros por favor? – escucho a la reportera preguntar mientras veo como camina rápido, con gafas de sol, creo que por Madrid, no identifico la calle -

-Os vais a matar con tanto cable… - dice agarrando del brazo a la reportera que le persigue, está a punto de caerse al tropezarse –

No puedo evitar sonreír levemente ante eso. Hasta ese gesto. Sol sigue mirándome seria.

-Tienes una relación con Malú?

No contesta, sigue caminando mirando al frente. Noto como coge aire y lo expulsa.

-Desde cuando la conoces? Se están diciendo muchas cosas sobre ella… - me tapo la cara – estabas ya con ella cuando ella estaba con…

Se para en seco y se quita las gafas sin dejar que termine la frase. La reportera se queda enfocándole con el micrófono, callada.

-Mira… - suspira – Malú es una mujer maravillosa y todo lo que se está diciendo de ella me parece muy injusto – miro la televisión con los ojos de par en par – ella es una mujer soltera y yo también, no comete ningún delito, es una mujer libre y yo soy un hombre libre – miro a Sol que mira boquiabierta también la televisión – lo que tengamos o no es cosa nuestra, sabéis de sobra que ella nunca habla de esto y a mi me habéis pillado aquí, que no tengo ni idea de cómo funciona esto… - suspira – y podría haceros andar kilómetros sin deciros una palabra pero entiendo que es vuestro trabajo hacer esto y lo respeto, por eso me paro a contestaros – habla con un tono muy amable, sosegado, calmado – pero creo que se está siendo muy injusto con ella, porque solo es una mujer libre, no es ni es una mujer extraña, ni tiene un carácter horrible, ni nada de lo que se está diciendo… - miro a Sol con muchas ganas de llorar ahora mismo – y todo eso lo sabe el que la conoce.

Sol me mira con el mismo gesto que el mío. De sorpresa. No me puedo creer que, después de haberle hecho lo que le hice, esté hablando así de mí. Sigo mirando a la televisión, la reportera parece que se queda sin palabras.

-Entiendo tu trabajo, de verdad… - dice de manera incluso dulce – y entiendo que esto sea noticia porque Malú es una de las artistas más importantes de este país… - trago saliva, se me ha secado la garganta – pero es eso, una artista… que vive de su trabajo… que no habla de su vida… - me tapo la cara – creo que ya es suficiente con todo lo que le ha estado cayendo estos meses no? – la reportera no le dice nada – ella puede estar con quien quiera, cuando quiera y como quiera, porque es una mujer libre… y no ha hecho nada malo… - le sigo escuchando, con unas ganas inmensas de llorar – y te repito, es una mujer maravillosa.

Miro la televisión y le veo allí, sonriendo a la reportera.

-Pero desde cuando os conocéis? Estáis juntos? – vuelve a preguntar como si no hubiera escuchado nada –

-Oye… - dice de forma dulce tocando su hombro – creo que ya te he dicho suficiente… - le sonríe amablemente – tengo cosas que hacer y me gustaría llegar a tiempo…

-Claro – responde la reportera – gracias por atendernos – dice la reportera con un tono un tanto sorprendido –

-A vosotros – responde sonriendo, no mira a cámara, solo la mira a ella, y comienza a andar de nuevo, poniéndose de nuevo las gafas de sol, mientras le siguen grabando –

Me ha defendido. Y ha sido amable. Y ha sido contundente. Y no ha confirmado ni desmentido nada. Ha cumplido su palabra. A pesar de todo lo que le he hecho. A pesar de no dejarle ponerse en contacto conmigo. A pesar de todo.

-Malú…

Escucho la voz de Sol mientras escucho el programa donde se ha emitido la entrevista a traición, por la calle. Le ponen de guapo para arriba. Incluso algunos colaboradores reflexionan sobre lo de que, en realidad, yo no he hecho nada malo porque mi “relación anterior” (si se puede considerar relación) ya estaba terminada. Incluso algunos colaboradores dicen que conocen a gente que me conoce que dicen que no tengo mal carácter ni nada de eso. Está dándose todo la vuelta por 2 minutos de entrevista. Siento unas ganas inmensas de llamarle, de darle las gracias, de verle, de todo… pero no me lo merezco. No me merezco alguien así. Esa idea no sale ni saldrá de mi mente.

-Malú… - vuelvo a escuchar a Sol – por una vez, no te has equivocado… - la miro y hace un gesto con la cabeza – bueno si, te has equivocado dejándole… 

1 comentario:

  1. Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssssss porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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