viernes, 1 de marzo de 2019

CAPÍTULO 62: TE LO JURO


Sentada en la cama. Así llevo no sé el tiempo. Mi madre ha intentado entrar pero se lo he impedido. No sé cuánto tiempo he estado llorando. No se merece que llore por él. No se merece nada. Mi móvil suena y, cuando veo que es un whatsapp de él, se me revuelve el estómago. Siento asco.

“Jefa, estoy en el hotel. Te echo de menos”

Cínico. Hijo de puta y cínico. Miro la hora. Las 8 de la tarde. Pienso fríamente. Voy a seguirle el juego, voy presentarme allí, y va a cagarse. Va a arrepentirse de haberme hecho algo así.

“Ha ido bien la tarde?”

Pregunto de forma fría, aunque no se nota demasiado.

“Si” responde rápido “Lo necesitaba”

Lo necesitaba. Tengo unas ganas de partirle la cara inmensas. Hijo de puta. Qué necesitaba? Tirarse a otra? Hablar con el fotógrafo que ha hecho esto?

“Me alegro… quieres que vaya?” pregunto de forma totalmente falsa

“Claro… quiero verte ya”

Claro que va a verme. Va a verme y por última vez.

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Menos mal que mi hermana no se ha quedado a dormir. No hubiera podido mantener la mentira y hubiera tenido que poner en un compromiso a Malú, contándoselo todo. Qué ganas tengo de verla joder. Unas horas y ya la echo de menos. Las horas con mi hermana me han encantado, las necesitaba, pero a quién necesito ahora mismo es a ella. Abrazarla, oler su pelo… acabar en la cama, besándonos, como todos estos días. Me miro al espejo en el baño y sonrío. Sonrío más que nunca.

Escucho dos golpes en la puerta. Es ella. Me pone nervioso todavía verla. Nervioso y con una sonrisa en la cara que no me la puede quitar nadie. Abro y sonrío. Va con un chandal con capucha. Me río al verla, ha tenido que entrar por la puerta principal y se ha camuflado. No consigo ver su mirada, mira al suelo.

-Mi rapera favorita… - digo riéndome – ven aquí… - agarro su mano y cierro la puerta –

Al cerrar la puerta, se suelta de mi mano rápidamente y se quita la capucha. Su mirada es seria, fría, con rabia. No entiendo nada. Su mano derecha impacta en mi cara sin ni siquiera darme cuenta. Me da tan fuerte que me hace tambalearme. Me llevo mi mano izquierda a la cara y la miro ojiplático, sin poder hablar.

-Eres un hijo de puta… - dice con voz ronca – lo tenías todo planeado verdad? – la miro sorprendido, sin poder hablar –

-Qué… - balbuceo – qué haces? – digo tocando todavía mi mejilla – qué estás diciendo? – pregunto mientras veo como me mira apretando la mandíbula –

-Necesitabas estar solo verdad? – dice acercándose a mí, con gesto de furia – solo o con otra? – trago saliva, nos ha visto y está pensando lo que creo? – no he conocido a nadie más cínico, cabrón y mentiroso que tú… - me mira con furia –

-Malú… - digo intentando explicárselo pero me corta –

-Y esto cuando lo pensaste? – me enseña el móvil y veo una portada de una revista en la que salimos los dos – cuando hablaste con el fotógrafo eh? – grita – eres un maldito hijo de puta…

-Malú, pero qué es esto? – digo mirando el móvil sin entender nada –

-Cínico de mierda… - dice pegándome con el puño en el hombro varias veces, con fuerza – no va a haber abogado ni dinero que pague lo que has hecho… - dice con rabia – no sabes lo que voy a hacer contigo… - la miro ojiplático – te voy a hundir… - su mirada es de ira absoluta – mírame bien… - la miro – es la última vez que me ves… - voy a hablar pero me corta – eres un mierda…

Se da la vuelta y camina hacia la puerta, pero la agarro del brazo, reteniéndola.

-Malú para… - se intenta zafar de mi –

-Suéltame! – grita –

-Malú, no es lo que piensas joder! – exclamo mientras se da la vuelta y comienza a pegarme con la otra mano en el pecho –

-Cómo has podido hacerme esto? – grita llorando – suéltame!

No le hago caso, la agarro de las dos manos y la pego a la pared, para que se esté quieta y me escuche.

-Malú, joder no he hecho nada, te lo juro…

En ese momento, noto su rodilla impactar en mi entrepierna. Me encojo y caigo al suelo, de lado.

-Vete a la mierda – exclama –

La escucho caminar hacia la puerta, no puedo levantarme, mis manos están en mi entrepierna, el dolor es muy intenso.

-Es mi hermana! – grito desde el suelo – la chica de la playa es mi hermana joder! – grito sin poder levantarme, quejándome de dolor –

Veo desde el suelo como detiene sus pasos. Subo la mirada y su mano está en el pomo de la puerta, paralizada.

-No te lo he dicho porque… - comienzo a levantarme – porque ya te dije que ella te seguía y no quería que… - me quejo de dolor todavía – que te sintieras en la obligación de hacer nada… - no puedo mirarla, me arrodillo con las manos en la entrepierna todavía, me duele menos, pero todavía duele – joder Malú… - susurro – tienes que creerme… puedo demostrártelo…

Alzo la mirada y me está mirando desde la puerta. Su mirada es diferente. Su gesto sigue siendo serio. Me levanto y agarro el móvil.

-Mira su Facebook joder… - le enseño una de las fotos que ha colgado mi hermana y la mira con sorpresa – mira el nombre de ella… - digo todavía con mi mano derecha en la entrepierna – es mi hermana coño… - lanzo el móvil a la cama – me has hecho daño joder! – exclamo apoyándome en la pared – y qué cojones es esa portada? – digo mirándola – cómo puedes pensar que te haría algo así?

No contesta. Solo me mira. Toco mi mejilla izquierda, todavía dolorida por la hostia que me ha soltado.

-No tengo ni puta idea de qué son esas fotos Malú! – grito desesperado – te lo dije! – exclamo – te dije que volverías a desconfiar de mí cuando pasó lo del vídeo – digo enfadado caminando hacia la cama para sentarme, todavía con una mano en la entrepierna y costándome andar – no he hecho nada joder! – grito mirándola –

Conforme me siento, me levanto y voy hacia ella. Me mira como asustada.

-Te he mentido, si… - digo con ganas de llorar – pero joder! – exclamo – para protegerte! – la miro – no quería ponerte en el compromiso de tener que venir a conocerla… sé que te hubieras sentido obligada…

-Mientes… - susurra – si me has mentido con eso, puedes mentirme con las fotos… -  me mira dudosa, mirándome a los ojos -  

-Qué? – exclamo – te estoy diciendo que no tengo ni puta idea de eso! – grito – podré ser muchas cosas… - digo con algo de rabia – pero no soy desleal… - me mira y noto como traga saliva – ni traiciono a nadie…

-Y de dónde salen estas fotos? – exclama mirándome –

-Yo que sé! – grito quedándome a pocos centímetros de ella – nos vieron Malú, lo sabes!… - digo recordando la noche en la que salimos a cenar – vieron el vídeo, sabían que estabas aquí… - me alzo de hombros – yo qué coño sé! – exclamo – te dije que me harías esto! – grito enfadado – que volverías a culparme de algo en lo que no tengo nada que ver! – me mira algo asustada – cómo puedes ser otra vez tan injusta conmigo… - siento unas ganas de llorar terribles – también piensas que te mentí ayer? – digo mirándola intensamente – en todo lo que te dije? – me mira también intensamente – vete… - digo negando con la cabeza – vete de aquí Malú… - le pido dándome la vuelta – no puedes hacerme esto… no puedo con esto joder!

No responde. No la oigo moverse… la escucho suspirar levemente y creo que solloza. Escucho sus pasos hacia la puerta y cierro los ojos. No puedo evitarlo. Me doy la vuelta y la agarro de nuevo de un brazo. Nos miramos. Me mira asustada. No sé si piensa que voy a hacerle algo. Sí, voy a hacerle algo. Voy a besarla. No se me ocurriría hacer otra cosa. Agarro su cara y beso sus labios de forma desesperada. No se aparta, se agarra a mi cuello. La pego a la pared y se abraza a mi cintura con sus piernas. Nos besamos con tanta fiereza que tengo ganas de morderla. Las ganas de llorar no se han ido. Es más, se acrecentan. No puedo aguantarme. Me separo de ella, hago que me suelte y comienzo a llorar.

Noto su mano en mi espalda pero la aparto rápidamente. Estoy enfadado y decepcionado. Escucho como ella comienza también a llorar y no puedo evitar darme la vuelta. Está con las manos en la cara, apoyando su espalda en la pared.

-Malú… - digo llorando – no he hecho nada… - me acerco a ella – te prometí que nunca haría nada que te perjudicara… - niego con la cabeza – y a las primeras de cambio vuelves a desconfiar de mí… - comienza a llorar más amargamente – no sabes el daño que me hace eso… - digo llorando a su lado – no te vale de nada lo que pasó ayer! – digo con un tono de voz más alto –

-No me grites por favor… - me ruega llorando dejándose caer por la pared, apoyada con su espalda, hasta sentarse en el suelo – qué querías que pensara? – dice llorando –

-Malú, mírame… - le obligo a que me mire – nunca juro por nada ni por nadie… - digo serio, secándome las lágrimas – pero te juro por mi padre – digo con voz seria mientras me mira sorprendida – que no tengo nada que ver con esas fotos y que la de la playa era mi hermana… - me mira a punto de llorar otra vez – iba a contarte lo de mi hermana, te he enseñado la foto, has visto su nombre, sus apellidos coño… son los mios… - digo sollozando – iba a contártelo ahora joder… - lloro – le he mentido por ti! – le señalo – me ha preguntado quién me ha hecho sonreir así y he mentido en todo, maldita sea! – grito – a mi hermana! – le grito – te prometí que no se lo contaría a nadie! – sigo con el tono de voz alzado – ni siquiera se lo he contado a ella y piensas que tengo algo que ver con esa mierda? – señalo su móvil – me crees capaz de hacer algo así joder? – pregunto indignado – te he mentido con lo de mi hermana porque, de repente, se ha presentado aquí! – grito – mañana tiene una reunión en Sevilla y quería verme y me ha avisado cuando estaba casi entrando a Algeciras… - digo negando con la cabeza – no tenía que haberte mentido, lo sé! – grito – pero no sabía qué hacer para que no te agobiaras joder! – exclamo -

-No me grites… - vuelve a pedirme sin dejar de llorar – lo siento… - susurra –

-Joder Malú… - digo arrodillado a su lado, cansado – no puedes confiar en mí, es eso verdad?

-Hugo… - susurra – lo siento vale? – se disculpa llorando – te he visto con ella y luego he visto las fotos y… - llora amargamente –

La miro llorar. Por primera vez en toda esta pelea, la comprendo. Ha asociado todo y ha pensado que le había engañado. Como tantas otras veces lo habrán hecho. De repente, ya no siento enfado. Solo siento tristeza al verla así. Ni siquiera sé como acercarme, ni si abrazarla. Acerco mi mano de forma lenta a su pelo hasta que lo acaricio. Al notarlo, comienza a llorar más fuerte.

-Malú… - digo conmovido – no… - balbuceo – no llores así por favor… - reprimo las ganas de llorar de nuevo que me están entrando – ven aquí…

No me mira. Solo se desliza hasta mí y la abrazo. Se abraza a mí de forma desesperada, agarrándose a mi camiseta con rabia.

-Lo siento… - dice amargamente sin dejar de llorar – Hugo…

-Cálmate… - digo con tono dulce – jefa… - acaricio su espalda – entiendo que… - carraspeo – que si me has visto con mi hermana has pensado que era… - resoplo – y luego has visto las fotos y… - suspiro – pero te juro que nunca se me ocurriría irme con nadie ni traicionarte así…

-Lo entiendes… - dice sollozando y alza la mirada – cómo puedes entenderlo? – pregunta llorando – no me merezco que lo entiendas… - dice sin dejar de llorar –

-Cómo que no? – pregunto abrazándola otra vez. De nuevo esa inseguridad, esa fragilidad, aparece en ella – entiendo que hayas pensado que… - suspiro – pero ni siquiera me has dejado hablar coño… - digo con tono algo enfadado – te has puesto a darme hostias joder…

-Te he hecho daño?... – alza su cabeza y roza mi mejilla, la que hace unos minutos ha marcado con su mano – joder Hugo… - niega con la cabeza sollozando – te duele ahí? – señala hacia abajo y sonrío levemente –

-Ya no… - digo con voz dulce – yo también te he arrinconado… - digo con sentimiento culpable – lo siento… - niega con la cabeza sollozando, abrazada a mí – te he hecho daño yo? – pregunto mirando sus manos y niega con la cabeza – nunca te lo haría Malú… - digo notando un nudo en la garganta – necesitaba que me escucharas… - niego con la cabeza – lo siento… siento haberte arrinconado así…

-Hugo… - se incorpora y apoya la cabeza en la pared – como puedes estar pidiéndome perdón tú después de haberte pegado yo? – se seca las lágrimas –

-Si te ibas… - digo adoptando su misma posición – no te iba a volver a ver… - digo notando de nuevo el nudo en la garganta – no sabía qué hacer… - el nudo en la garganta se transforma en lágrimas en mis ojos – joder Malú, no he hecho nada, te lo juro…

Me encojo de piernas y escondo mi cabeza en las rodillas. Comienzo a llorar de nuevo. Una opresión en el pecho aparece y no puedo quitármela. Ha dudado de mí… pero, no sé por qué, no sé cuál es la razón… la entiendo. La entiendo y se me olvida todo.

1 comentario:

  1. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaassssssssssssssssssssssssssssssssssssssss porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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