CAPÍTULO 136: LA VUELTA

Salimos del hotel, con mi maleta y su bolsa, de camino a casa de mi padre. Llevamos 3 días aquí y hemos decidido volver. Le he pedido que me deje espacio… y que vayamos despacio… y lo ha entendido. Lo que pasa es que ahora, cuando pienso en montarme en el coche sola, con su coche detrás, y que yo me vaya a mi casa y él a la suya… me arrepiento.

-Bueno… - suspiro al cerrar la puerta de la casa de mi padre y mirarle – vas detrás de mí no? – asiente – con cuidado vale?

-Vale… - me da un beso en los labios – cuando quieras parar, me avisas que llevo el manos libres – asiento –

-Qué rabia venirnos en dos coches, de verdad… - me quejo –

-El siguiente lo hacemos en un coche solo – sonríe dándome otro beso – no vayas rápido eh? – me apunta con el dedo a punto de subirse al coche –

Sonrío y me subo al mío. Salgo de Algeciras con su coche detrás, aunque, al incorporarme a la carretera, le pierdo un poco de vista, pero, rápidamente, se sitúa detrás de mí. Sonrío al ver que me da las “luces” para que sepa que es él y le saludo con la mano por el retrovisor.

Durante el viaje, repaso estos días. De pensar que nunca más íbamos a vernos, a acabar donde empezamos, en el principio, con todas esas fotos y con todo lo que hemos hecho. Es que hasta la regla ha dado igual, nada que tenga ver conmigo le da apuro o pudor. Eso me hace sentirme hasta más segura. Parecerá una tontería, pero es así. He descubierto un mundo nuevo con el sexo teniendo el período. Vaya tela, 37 años después. Sigo pensando de dónde cojones ha salido este hombre y por qué estaba soltero cuando le conocí y por qué está soltero ahora.

Soltero casi porque un poco más y le aboco a quedarse con Bea. Qué celosa me puse. Quería matarla a ella, o, mejor dicho, a él. Pensaba que me entendía, pero se cansó de entenderme… y lo comprendo.

Tras 2 horas conduciendo, hacemos una parada. Le marco con el intermitente hacia un área de servicio. Paramos los coches y veo como se baja del coche con sus gafas de sol puestas. Está muy bueno, lo siento, pero es así. Vestido, desnudo, da igual. Se acerca a mi coche mirando alrededor, con su cigarro encendido y una mano en el bolsillo. Me parece muy sexy verle así. Sonrío de forma pícara y me mira algo extrañado.

-Qué pasa? – dice acercándose a mí –

-Que estas muy sexy… - digo sin cortarme – me das un beso? – pongo voz de niña –

Sonríe negando con la cabeza y me da un beso fugaz en los labios.

-Quieres un café? – asiento – cortado – me señala con el dedo y asiento – voy…

Le veo entrar al área de servicio mientras me quedo apoyada en el coche. Suspiro al verle salir con los dos cafés humeantes.

-Tu cortado… - me lo da – vas bien para seguir? – asiento –

-Ven, que nos vamos a hacer una foto – saco el móvil dispuesta a hacernos un selfie pero me mira raro – es para mandárselo a Vero y que tenga una explosión cerebral…

-Jajajajaja – estalla en una carcajada – pero si ya sabe todo… - sigue riéndose –

-Ya, pero no le he mandado ninguna foto hasta ahora de las que nos hemos hecho… - río – ven… - me agarra el café y le agarro por el hombro, viendo como se agacha un poco mirando al móvil mientras echamos la foto –

Observo la foto. Los dos con gafas de sol, sonrientes, con gesto gracioso. Se la mando a Vero y, automáticamente, veo que está en línea y escribiendo. Me río mientras Hugo se apoya en mi coche y comienza a beber de su café.

-Mira… - digo riéndome enseñándole la respuesta de Vero –

“AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH – escucho a Hugo reírse a carcajadas – LA PUTA PAREJA DEL AÑO!!!!”

-Tu amiga está muy loca… - dice riéndose –

-Es que hay más… - río – mira…

“QUÉ GUAPOS ESTÁIS JODER!! – se ríe – LO SUPE ESE DÍA EN LA PLAYA!!!”

Me mira extrañado y me río sin querer.

-Vero fue la que te detectó en la playa ese día… - me mira sorprendido – decía que me acercara a hablar contigo…

-Ahora entiendo muchas cosas… - bebe de su café y le miro interrogante – os vi mirarme y como Vero te daba codazos… - pongo los ojos en blanco –

-Es muy sutil Vero… - digo irónica –

-Oye… - le miro – cuando lleguemos a Madrid… - frunzo el ceño – me… - balbucea – me voy a mi casa?

Le miro y bajo la mirada. Qué le digo? Por un lado… no… por favor, que se venga a casa… Por otro lado… espacio…

-Mejor me voy a casa y hablamos y nos vemos mañana no? – dice mirándome –

-Hugo… - intento explicarme –

-Que no pasa nada Malú… - dice sonriendo – ya lo hemos hablado… - me acaricia la mejilla – llegas a casa, estará tu madre o Sol o… - asiento – habláis, descansas… - sonrío – y mañana o cuando quieras nos vemos…

Le miro y agradezco que lo entienda. Creo que en mi casa está mi madre y sería un poco extraño llegar con él, es cierto. Bueno, a decir verdad, si mi madre me ve llegar con él, le da más besos a él que a mi.

Subimos de nuevo a los coches tras darnos varios besos tiernos y seguimos con el camino. No estoy cansada, aunque vamos a tener que hacer otra parada. Estamos bastante lejos en coche.

En la siguiente parada, ya la última, nos quedamos en mi coche, comiendo algo rápido. Noto como me mira y paro de comer. Me da vergüenza que me miren cuando lo hago.

-Qué pasa? – pregunto aún con la boca llena –

-Que te voy a echar de menos… - dice mirándome –

Le miro con un gesto de ternura tremendo y, por un momento, tengo la tentación de decirle que a la mierda, que se venga a casa y mañana ya vemos… pero luego me da miedo. Luego me da vértigo. No quiero que vayamos rápido. Este fin de semana vamos a estar juntos, vamos al norte y pasamos el fin de semana allí.

-Yo también voy a echarte de menos… - digo mirándole –

Se arquea un poco y consigue besarme. Pero no un beso casto, sino uno largo. El beso termina con él haciéndome una caricia en la mejilla y bajándose del coche. Suspiro y doy el último bocado antes de arrancar de nuevo el coche.

Seguimos el camino hasta que veo como me hace una señal con las “largas” de nuevo y pone el intermitente. Es la salida hacia su casa. Pongo un segundo las luces de emergencia. Nuestra forma de despedirnos. Suspiro al seguir conduciendo hasta casa. Me encantaría que se hubiera venido pero… es mejor que vayamos poco a poco.