Salimos del hotel por el parking, como hacíamos antes. Va
vestida de rapera, como antes, solo que con sus gafas de sol de aviador que le
hacen todavía menos reconocible. No hemos tenido la conversación sobre cómo
comportarnos en la calle, así que no tengo ni idea de qué hacer cuando se pone
a caminar. Si caminar detrás de ella, a su lado, si darle la mano, si caminar a
varios metros de distancia… Vamos, que, de tanto pensar sin haber desayunado,
estoy caminando un poco lejos de ella hasta que se gira, con sus manos en los
bolsillos de la chaqueta de chandal y me ha un gesto con las manos de no
entender nada. Al llegar a su altura, no camina, se queda mirándome, frente a
la entrada de la playa.
-Por qué caminas tan despacio? – pregunta extrañada
mirándome a través de sus gafas –
-Eh… - balbuceo – es que no sé como quieres que…
-Hostia… - se ríe y se tapa la boca, bajando la cabeza – que
es por eso… - se ríe de nuevo –
-Bueno… - la miro un tanto ofendido por las risas – tampoco
hace falta que te rías de mí…
-No no… - se apresura a decir y me agarra de las dos manos –
no me estoy riendo de ti Hugo… - mira alrededor, hay todavía poca gente, pero
si pasan por nuestro lado para entrar en la playa, aunque no parecen
reconocernos – ven… - me agarra la mano y camina hacia la calle que da al
callejón de la casa de su padre – no me estaba riendo de ti gordo…
-Joder Malú… - resoplo – es que no sé cómo quieres que me
comporte… - miro al suelo pero, de reojo, veo que me está mirando con gesto
tierno – no sé si quieres que vayamos caminando juntos o…
-Se me reconoce? – pregunta cortándome y la miro extrañado y
luego con gesto serio –
-Vamos, que si se te reconociera no podríamos ir juntos… -
contesto algo molesto –
-No he dicho eso… - me mira a través de sus gafas – Vale,
tendríamos que haber hablado de esto antes de salir… - suspira – Te iba a
llevar a desayunar a un sitio tranquilo… - dice con sentimiento de culpabilidad
– si se me reconociera pues igual nos hubieran parado algunas veces en estos
metros… - señala hacia el parking – necesito algo de tiempo Hugo… - baja la
cabeza – solo eso… - responde susurrando –
La miro durante unos segundos, sintiéndome un poco mal por
haberme ofendido. Necesita algo de tiempo, es lógico. No está acostumbrada a
hacerlo de forma normal, por ahora, necesita hacerlo camuflada. Suspiro y
agarro su cintura para pegarla un poco a mí. Sigue sin mirarme, como
avergonzada.
-Lo siento… - hago que me mire negando con la cabeza – es
que no sabía qué querías que hiciera…
Alza su mirada y puedo alcanzar a ver a través de sus gafas
cierta tristeza en su mirada. Sonrío levemente y hago que se abrace a mí.
-Te acuerdas cuando te decía que lo hacíamos a tu manera? –
le susurro mientras la abrazo y siento que asiente – pues te digo lo mismo… -
ríe brevemente – pero explícame cuál es tu manera…
Se separa levemente de mí y veo como sonríe tímidamente,
mirando al suelo.
-No se te reconoce… - digo haciendo que sonría de nuevo, sin
mirarme – me llevas al sitio ese? – me mira y sonríe levemente –
-Hugo, yo… - suspira – caminamos juntos? – asiento de forma
tierna e iniciamos la marcha –
Tras unos minutos, llegamos a una pequeña cafetería, al lado
del mar, pero no hay playa, es una parte como de pequeño acantilado, por lo que
no hay bañistas y apenas transita gente. Veo como se sienta en la terraza y la imito.
No hemos hablado apenas durante el paseo, que ha sido breve, de unos 5 minutos.
La observo, suspira de vez en cuando y no me mira. No hay nadie en la terraza,
aunque sí un par de mesas ocupadas dentro.
El camarero sale y pedimos. Ella zumo de naranja y tostada y
yo café y tostada. Cuando el camarero se marcha, vuelvo a mirarla. Está
incómoda, o eso creo.
-Querías desayunar en el hotel? – pregunto de forma comedida
pero parece que no es suficiente –
-Hugo, lo estoy intentando vale? – dice con tono algo
molesto. No sé qué contestar. La miro pero no me mira, se muerde las uñas
mirando hacia el mar –
-Zumo y tostada para la señorita… - dice el camarero dejando
el plato y el vaso en la mesa – y café y tostada para el caballero… - asiento
sonriente agradeciendo y el camarero vuelve a desaparecer –
La miro. Mira de reojo el zumo y la tostada pero sigue
mirando al mar, comiéndose las uñas.
-Malú… - digo de forma dulce – no quería molestarte antes… -
suspira sin mirarme, como con cansancio – sé que te cuesta, y lo entiendo… -
digo tranquilo – cielo… - me mira al llamarla así – sé que es difícil pero… -
suspira y baja la mirada – relájate… me ha gustado mucho que quisieras
desayunar conmigo aquí - aprieta sus labios – luego comemos en el hotel o donde
tú quieras vale? – suspira – dime algo anda…
No dice nada. Incluso me planteo que se va a levantar y se
va a ir, pero alarga una mano sobre la mesa y toca mi mano. La entrelazo
mirándola y sonrío.
-Mi rapera favorita lo está haciendo muy bien… - digo de
forma cariñosa haciendo que sonría –
-Me cuesta mucho esto Hugo… - dice con tono culpable – me
apetece hacerlo pero me cuesta mucho… - aprieto su mano –
Sonrío y sigo apretando su mano de forma tierna.
-Quieres que nos vayamos? – pregunto comedido pero niega con
la cabeza – me encanta que lo intentes… - sonríe sin mirarme – poco a poco… -
digo convencido – yo me adapto – niega con la cabeza – hablo en serio… - digo
sincero –
-No tendrías que ser tan comprensivo… - dice suspirando – lo
estoy complicando otra vez verdad? – me mira por encima de las gafas y sigo
notando tristeza en su mirada –
-No estás complicando nada jefa… - agarro su mano de nuevo –
estás intentando hacerlo fácil… - sonríe sin mirarme – a veces intentarlo
tampoco es fácil… - me mira – pero no lo hagamos más difícil… - suspira y baja
la mirada – se te va enfriar la tostada… - intento soltar su mano pero no me
deja –
-Gracias… - dice mirándome a través de las gafas. Sonrío
ampliamente y acaricio su mano –
-Besarte aquí está regular verdad? – ríe levemente – me
aguanto, pero va a costar… - suelto su mano y agarro mi tostada – me va a
costar… - digo dándole un mordisco mientras veo como se ríe ahora un poco más sonoramente
–
Por fin se destensa. Por fin es la misma persona que en el
hotel o cuando estamos a solas, aunque sigue con su camuflaje. Lo entiendo, no
es sencillo para ella y no voy a forzarla. Irá haciendo lo que vaya
atreviéndose a hacer. Me ha pedido tiempo y he entendido para qué. Para
sentirse normal. Al terminar el desayuno, consigo convencerla para invitarla
yo. Quizá ha influido que no lleva la cartera encima. Nos levantamos y
comenzamos a deshacer nuestros pasos. Camino a su lado mientras hablamos, se ha
destensado bastante. Mientras hablamos, noto como su mano roza la mía y la miro
sorprendido. Sonríe sin mirarme y la entrelazamos. Estamos paseando de la mano.
-No te enfades si te suelto la mano si veo a mucha gente… -
dice algo avergonzada mientras veo de lejos la entrada a la playa, que ahora
está más concurrida –
-Enfadarme? – digo sonriendo mirándola – si lo único que me
apetece ahora mismo es comerte a besos… - resopla sonriendo levemente – pero no
lo voy a hacer aquí, tranquila… - digo irónico –
-Eres muy imbécil… - sonríe mirando al suelo –
Pasamos por el callejón de su padre y veo la casa, pero no
nos detenemos. Me extraña.
-No vamos a tu casa? – pregunto todavía con nuestras manos
agarradas y niega con la cabeza – y dónde vamos? – sonríe sin soltarme la mano
al llegar a la entrada de la playa y camina por la arena hasta que se quita las
sandalias. Hago lo mismo –
-Nos sentamos en la orilla? – dice sin mirarme y sin soltar
mi mano, caminando hacia allí –
Miro alrededor, hay algo de gente, pero Malú camina hacia
una esquina, cerca de las rocas, donde no parece haber nadie. Hace un poco de
viento, así que no desentona del todo su chaqueta y su capucha… aunque
contrasta con mis bermudas y mi camiseta de manga corta. Al llegar a la zona de
las rocas, nos sentamos en la arena, cerca de la orilla. Vuelve a agarrarme la
mano una vez nos sentamos. Sonrío mirando hacia el mar y viendo como las olas
rompen contras rocas. Sin hablar, posa su cabeza sobre mi hombro. Sonrío
tiernamente y paso mi mano por sus hombros, pegándola más a mi.
-Me gustaría que bajásemos aquí los dos… - habla con su
cabeza apoyada en mi hombro – a bañarnos, como una pareja normal… - sonrío –
-Pareja… - repito sonriendo y alza su cabeza para mirarme –
qué bien suena… - sonríe y vuelve a su posición inicial –
-Pero si ya me costaba que no me reconociesen cuando iba con
Vero y mi madre… y tenía que hacerme fotos… y…
-Malú – la corto – me basta con esto… - aprieto más su
cuerpo contra mí – en realidad me basta con que tú estés cómoda… - la oigo
suspirar – me has dejado flipado… - alza su mirada fugazmente –
-No va a ser fácil cuando volvamos a Madrid… - dice sin
mirarme –
-Lo sé… - respondo comprensivo acariciando su hombro – pero
podremos llevarlo… - digo seguro –
-Nos perseguirán… - dice con tono triste – como siempre, y
más después de los últimos meses…
-Yo puedo correr muy rápido… - digo de broma – dudo mucho
que reporteros y paparazzis me puedan seguir el ritmo… - ironizo y se ríe –
-Hablo en serio… - suspira –
-No te quedó claro ayer que las únicas fotos que me importan
son las que te enseñé? – me mira y se incorpora, encogiéndose de piernas y
agarrándolas con sus brazos – yo quiero estar contigo… - me mira con gesto
triste y emocionado a la vez – con todas las consecuencias… - resopla – sé
quien eres Malú… - digo mirando al frente – y sé cuál es tu contexto… - me mira
y suspira – todos tenemos una historia no?
-La mía no es precisamente fácil… - dice mirando de nuevo al
frente –
-La mía tampoco… - me mira y baja la cabeza – Malú… -
suspiro – me da exactamente igual tener fotógrafos que me persigan preguntándome
por ti… - baja la cabeza – me da exactamente igual que me saquen en revistas… -
niega con la cabeza – ya te he dicho que sé quien eres… - me mira – y no me refiero
a que sepa que eres la mejor artista de este país… - ríe y aparta la mirada – eso
lo sabe todo el mundo – hablo mirando al frente – me refiero a que te conozco…
- me mira de nuevo – y ya he hecho mucho el gilipollas como para seguir
haciéndolo… - la miro a través de sus gafas – yo te quiero – digo seguro,
haciendo que aparte la mirada, pero agarro su barbilla y hago que me mire de
nuevo – y sé que lo vamos a llevar bien… - acaricio su mejilla – solo tienes
que relajarte un poco…
-Eso es lo difícil… - baja la cabeza de nuevo – no quiero
volver a ser el centro de las miradas… - dice con tono agobiado – que se hable
más de mí por mi vida privada que por la profesional… - asiento mirando al
frente, entendiendo lo que dice – pero es que yo también te quiero… - la miro,
está mirando al mar, creo que con algo de vergüenza, y sonrío – y estoy harta
de esconderme…
-No hacemos nada malo no? – digo agarrándola de nuevo de los
hombros haciendo que apoye su cabeza en el mío – Lo llevaremos bien juntos
Malú… - digo seguro – al principio, cuando nos pillen o, lo que sea… - digo
algo dudoso – pues se hablará de eso pero… - la oigo suspirar – pero si lo
llevamos de forma natural, dejarán de hablar… - me mira – dices que estás harta
de esconderte… - asiente – pues si no huimos ni nos encondemos… - la miro –
dejará de ser noticia… - sonríe irónicamente – ayer nos lo dejamos todo claro
no? – asiente – lo que sentimos y eso…
-Ya lo sé… - dice abrazándose a mi con su brazo izquierdo –
pero entiendes que me dé vértigo no?
-Claro que lo entiendo – digo seguro – a tu manera… ya te lo
he dicho… - me mira y sonríe – como si quieres que no vaya a tu casa ni nada… -
digo de nuevo de forma segura – nos vamos a la mía… - digo mirando al frente –
o… - me alzo de hombros – yo que sé…
-Esa es otra cosa que quería que hablásemos… - se incorpora
un poco, noto que se incomoda – sin que te enfades… - alzo mis cejas
sorprendido –
-Eres experta en acojonarme… - ríe levemente – dispara
-Pues… - carraspea nerviosa – que si vamos a trabajar
juntos… eh… - balbucea – a lo mejor no es bueno que…
-Espacio – digo cortándola y me mira sorprendida – espacio y
despacio – la miro – es eso? – asiente avergonzada – hombre, yo me iba a vivir
contigo sin pensármelo… - digo agarrándola de la cintura y escuchando como se
ríe – pero bueno… en los hoteles si podemos estar en la misma habitación no? –
alza la mirada mirándome irónica – de forma silenciosa claro, que un vecino
puede ser tu hermano y ya he comprobado los rodillazos que da en los huevos…
-Jajajajajajaja – estalla en una carcajada – es que no sé
cómo he podido cagarla tanto contigo… - se abraza a mí y sonrío – lo haces todo
tan fácil… - sonrío de nuevo ampliamente – nunca había sido tan fácil…
-Ya verás como lo es… - la abrazo por los hombros – no
adelantes lo que va a pasar, eso es un error… - asiente – cuando pensabas
volver a Madrid? – me mira y se alza de hombros –
-Y tú? – pregunta mirándome –
-Cuando tú digas… - respondo como en aquella ocasión y hago
que se ría –
-Calzonazos… - dice riéndose –
Me quedo en silencio. Le voy a devolver los acojones que me
provoca quedándose seria, haciendo que piense que la he cagado. Alza su mirada
y miro al frente de forma seria.
-Hugo no… - su voz suena asustada – lo he dicho en plan… -
tartamudea – en plan bien… - niego con la cabeza – quiero decir que… - no puedo
más y empiezo a reírme, recibiendo una palmada en el hombro por su parte – qué
vengativo eres! – exclama –
-Jajajaja! – me río – tenía que hacerlo… - le doy un beso en
la cabeza a través de la capucha – además, soy muy feliz siendo un calzonazos…
- me mira y se ríe – eres mi jefa… - me mira irónica – la erótica del poder… -
digo susurrando pegado a ella – como para no hacer lo que me pidas…
-Es que eres tonto… - se ríe y me mira – esa voz que has
puesto… - dice pegada a mí, con su voz susurrada que tanto me gusta – creo que
es momento de irnos al hotel… - susurra tan pegada a mi oído que se me ponen
los pelos de punta – no te parece? – nos miramos de forma pícara justo antes de
levantarnos de la arena y salir, de nuevo de la mano, de la playa, camino al
parking del hotel –
Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaassssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
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