jueves, 14 de marzo de 2019

CAPÍTULO 121: ENSAYO A MEDIAS

-Eh tío… - aparece Rubén mirándome – no me quites el sitio… - me levanto rápidamente – que era broma coño! – exclama riéndose – sabemos algo de la jefa? – me alzo de hombros – oye… ya que es el último día que… - nos miramos y, ahora si, me levanto y me aparto del piano – por qué no cantas con el micro y probamos sonido hasta saber qué pasa con… - no dice su nombre –

Miro hacia mis sobrinos, que me saludan desde abajo, sonrientes. Sonrío sin darme cuenta y miro a Rubén. Me mira y me hace un gesto hacia la parte de la derecha… están todos… y salen a coger los instrumentos.

-Podríamos tocar esa de Coldplay que tanto nos molaba… - niego con la mano – va tío, si llegas perfectamente… - sonrío y niego con la cabeza, no puedo cantar esa canción ahora, con el significado que tiene –

-Claro que llega – Yaiza me agarra por los hombros –

-La que llega eres tú y… - me callo al pensar en su nombre –

Hay un silencio alrededor. Durante unos segundos, pero demoledor.

-Yo la toco bajando los tonos que hacíamos en los ensayos – dice Rubén – te acuerdas? – sonrío melancólico – va tío…

-Qué encerrona… - niego con la cabeza mientras Rubén me da su micro y veo como Víctor hace una señal con el pulgar hacia arriba – cabrones… - escucho risas y veo como la escalera se llena de gente, de compañeros, por última vez.

-Mirad niños! – escucho a Cato a mi espalda – vuestro tío es todo un artista… - sus manos se posan en mis hombros y me hacen sonreir mientras comienzo a escuchar la melodía inicial –

Me siento al lado de Rubén, en su taburete, dejándole tocar, y comenzando a entonar la canción. No sé cuánta gente está mirando, pero me da igual. Me recuerda a los ensayos, a buenos momentos. Es justo lo que necesito ahora.

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-Estás segura entonces? – veo como Sol me mira preocupada pero asiento – vale, entonces vamos a hacer la prueba de sonido vale? – asiento de nuevo y me abrazo ligeramente a ella –

Al salir del camerino, escucho el piano de Rubén. Supongo que están ensayando sonido sin mí, hasta saber si salgo o no. Miro mi reloj. Faltan dos horas. El tiempo justo. No puedo suspender, es superior a mis fuerzas, aunque sé que va a ser el concierto más intenso de toda mi vida. Me da pánico mirar a la derecha y ver a Hugo cuando me suba ahí. Cuando llego a las escaleras, veo que hay un montón de gente en ellas, de mi equipo, como mirando algo. Escucho a Cato gritar que el tío de los niños es un artista y frunzo el ceño. Miro a Sol y, como no veo nada, salgo a la pista. Justo al salir, empiezo a escuchar de nuevo el sonido del piano. Me viene a la cabeza aquel recuerdo del primer concierto, hace ya un mes, en la sala, cuando Hugo tocó aquella canción tan bonita. Se me eriza la piel cuando le veo sentado al lado de Rubén, con un micro en la mano, y veo a Vero apoyada en la valla, mirando al escenario. Se gira hacia mí y me agarra de los hombros, abrazándome. Veo a sus sobrinos a su derecha, mirando también al escenario, a su tío. Sé qué canción es… sé lo que significa la letra… y no sé si voy a poder soportarlo.


-Come up to meet you, tell you I'm sorry – ya está, mis ojos se han llenado de lágrimas - You don't know how lovely you are – le miro y veo como cierra los ojos en esa parte, me parte en dos. Canta mirando al piano o con los ojos cerrados, supongo que por la vergüenza que le da - I had to find you – se me eriza la piel - Tell you I need you – su voz suena tan bien con esta canción… - Tell you I set you apart – me apoyo con las manos en la valla y Sol y Vero me abrazan por la espalda - Tell me your secrets, and ask me your questions… Oh, let's go back to the start – volver al principio… ojalá pudiera - Running in circles, coming up tails – creo que no sabe que estoy allí… pero Cato si me ha visto y me ha mirado hasta con compasión - Heads on a science apart – aprieto los labios al ver como el equipo le escucha alrededor y la banda también - Nobody said it was easy – hace esos falsetes tan suaves que vuelve a erizarme la piel - It's such a shame for us to part – no puedo evitar que una lágrima me caiga por la mejilla aunque la aparto rápidamente - Nobody said it was easy… No one ever said it would be this hard – demasiado duro, pienso mientras intento no llorar a lágrima viva - Oh, take me back to the start.

Volver al principio. Ojalá volver a aquel hotel. A aquella noche en la que estaba tan nerviosa. A aquel primer beso que dio paso a todos los demás. Ojalá volver… veo como mi banda ha comenzado a tocar además de Rubén. Hugo mira hacia la valla, buscando a sus sobrinos supongo, pero nuestras miradas se cruzan. Las mantenemos un segundo, un solo segundo, y bajo la cabeza presa del pánico. No puedo aguantársela.

-I was just guessing – sigue cantando con cierto tono de emoción - At numbers and figures… Pulling the puzzles apart – le aprieto la mano a Vero… lo sabe… no me mira, pero sabe lo que me está pasando - Questions of science, Science and progress – veo como niega con la cabeza justo antes de la siguiente frase - Do not speak as loud as my heart – Vero me mira y bajo la cabeza sin girarme hacia ella - Tell me you love me – no puedo evitar volver a soltar alguna lágrima con esa frase - Come back and haunt me – vuelvo a apretarle la mano a Vero, sé que me está mirando, pero no puedo mirarla… ni a ella ni a Sol - Oh, and I rush to the start – alzo la mirada y sigue mirando al piano mientras el resto del equipo le mira y, algunos, como Cato, me miran a mí disimuladamente - Running in circles… Chasing our tails – veo como cierra los ojos, no sé si algo emocionado - Coming back as we are – vuelve el estribillo y no se si puedo soportar esas frases y esa forma de cantarlas y de decirlas - Nobody said it was easy – veo como gente del equipo se toca los ojos, supongo que, emocionados - Oh, it's such a shame for us to part – Hugo no abre los ojos y yo ahora no puedo parar de mirarle - Nobody said it was easy – Sol me aprieta la mano izquierda, la miro fugazmente y me mira con compasión - No one ever said it would be so hard – suelta un suspiro que se oye por el micrófono y me pone los pelos de punta - I'm going back to the start

La canción original continúa con algunos falsetes pero veo como Hugo le hace un gesto a Rubén para que termine y se toca los ojos, riendo algo nervioso. Veo como vuelve a mirar hacia la valla. Me mira fugazmente y disimulo dándome un poco la vuelta, para que no vea que estoy llorando sin querer. Al mirar de nuevo, veo como se levanta y baja del escenario. El corazón se me acelera. Va con una cara compasiva y apenada a partes iguales. No irá a acercarse a mí ahora no? No. Agarra a su sobrina en brazos. La pobre está llorando. Le escucho consolarla.

-Eh venga cariño… - le escucho – las canciones no son para llorar… - dice con voz dulce, haciéndome tener de nuevo un nudo en la garganta – ya está cielo…

Cielo. Me llamaba cielo. Tengo otra vez muchas ganas de llorar. Muchas. Vero consuela a Carlota que parece que también se ha emocionado un poco y su sobrino, Paco… el pobre está aguantándose hasta que su tío pasa a través de la valla y agarra su cabeza llevándola a su cuerpo.

-Venga va… - dice acariciando el pelo de sus sobrinos – es una canción bonita, pero ya está… - les dice restándole importancia – mira, vamos a hacer una cosa… - deja a su sobrina en el suelo pero vuelve a agarrarse a él –

Me da una ternura tremenda verle así. Con una niña tan pequeña agarrada a su cuello y él intentando consolarla.

-Rubén – escucho que alza la voz – a Lucía le gusta mucho la canción de Frozen, verdad? – la niña se separa del hombro de su tío y se seca los ojos con las manos – y a Paco también, aunque diga que no… - el niño sonríe de medio lado – se la saben, a que si? – dice con tono animado – puedes? – alza la voz hacia Rubén que le alza el pulgar – venga, vamos… - agarra a su sobrina y la sienta en el escenario, haciendo lo mismo con Paco –

-Empieza tú que también te la sabes – dice Paco haciendo reir a parte del equipo –

-Es lo que tiene tener sobrinos… - se alza de hombros – pásamelos… - dice a Víctor, refiriéndose a los micros – venga, aquí – les lleva de la mano, a su lado, al centro del escenario – dale Rubén…

Observo la escena y veo como Hugo me mira fugazmente pero aparta la mirada rápidamente. Se arrodilla entre ellos dos y Rubén comienza a tocar. Veo la cara de ilusión que pone su sobrina, que hace un minuto estaba llorando. Hugo agarra a Paco y le da un beso en la mejilla. Ese gesto me parece tan tierno.

-Ay Malú… - susurra Sol a mi lado y la miro con mirada algo triste – nada nada… - niega con la cabeza al ver mi gesto, pero sé a lo que se refiere. No puedo parar de mirarle –


-La nieve brilla esta noche aquí más – comienza a cantar y escucho a Carlota reírse - ni una huella queda ya – sonrío sin querer al verle cantar mirando a Lucía, que agarra el micrófono con fuerza mientras Paco está rojo con un tomate - soy la reina en un reino de aislamiento y soledad – hace un gesto gracioso con las manos - el viento aulla y se cuela en mi interior – mira hacia nosotras, se me vuelve a parar el corazón, pero no me mira a mí, sino a Carlota, y le hace un gesto para subir sin dejar de cantar - lo quise contener pero se escapó – Carlota dice que no pero Hugo ya ha bajado a por ella y, de un movimiento, la ha subido al escenario - No dejes que sepan de ti – señala a los tres para que canten y le da su micro a Carlota, que comienza a cantar temerosa junto con Lucía, mientras Paco mira a su tio queriendo que le trague la tierra - "que no entren" siempre me dijo a mi – Hugo se da cuenta y se arrodilla a su lado, quedando los tres niños juntos, él en un extremo, abrazando a Paco y cantando los dos con el micro - "lo has de sentir no han de saber" – mira a Carlota y Lucía y les hace un gesto para que canten fuerte - ¡ya que más da! – las señala y para de cantar, por supuesto Paco tampoco lo hace, pero se ríe al menos - ¡Suéltalo! ¡suéltalo! no lo puedo ya retener – Paco se ríe al ver a Hugo hacer el tonto moviendo las manos como si dirigiera una orquesta - ¡suéltalo! ¡suéltalo! ya no hay nada que perder – Carlota y Lucía cantan juntas, como si se conocieran de toda la vida, incluso se sonríen al cantar - que más da, ya se descubrió, déjalo escapar… - Hugo mira a su sobrina y canta con ella la última frase de forma divertida - el frío a mi nunca me molestó.

Creo que no he dejado de sonreír en todo el tiempo que le he visto con los niños. Sabe tratarlos. Y eso todavía le hace más tierno. Suspiro bajando la cabeza y Sol, que ya ha intentado decirme antes lo que piensa, me acaricia la espalda.

Miro a mi equipo, ríen con él. Lo he estropeado todo. Se va por mi culpa. Por un momento, pienso en la frase que me ha dicho en el camerino… “tú sabes por qué no puedo trabajar contigo”. Le miro y está haciendo el tonto, con los 3, haciéndoles reir mientras la canción sigue, cantando Carlota y Lucía.

-Desde la distancia que pequeño todo es – se sienta en el suelo y su sobrino se sienta delante de él, dejando que le abrace y vuelve a besar, esta vez, su pelo, en señal de cariño - el temor que me aferraba, no me va a hacer volver – mira sorprendido hacia su sobrina… y yo también… Carlota ya sabía que cantaba bien pero la niña… también lo hace - Soy libre y ahora intentaré sobrepasar los límites, ya no hay mas reglas para mi – Hugo se une con su sobrino - ¡por fin! – río al ver los gestos que hace con cada “suéltalo” - ¡Suéltalo! ¡suéltalo! que el frío reine ya – Vero me mira y entiendo su mirada… sabe lo que me ocurre ahora mismo - ¡suéltalo! ¡suéltalo! no volveré a llorar – canta fuerte con su sobrina y Carlota, haciendo que Paco también se una tímidamente - aquí estoy y aquí estaré – canta con ellas esa parte solamente - déjalo escapar – hace un gesto de sorpresa al escuchar a su sobrina cantar y mira a Vero, haciéndole un gesto señalando a Carlota y con un gesto de aprobación –

Por mirar a Vero, me ha mirado a mí. No ha sido un segundo, sino algo más. Creo que ha esbozado una leve sonrisa y he tenido que bajar la cabeza. La idea de que este sea el último día que él esté aquí, me mata.

-En las entrañas de la tierra puedo entrar – las niñas siguen cantando y Hugo mira a su sobrina y a Carlota con sorpresa, supongo que por lo bien que entonan - mi alma crece y hace espirales sin parar – le dice algo al oído a su sobrino, que sigue apoyado en su pecho, con Hugo sentado en el suelo, y el niño se ríe. Y yo no puedo evitar sonreír - y un pensamiento en mi surgió y cristalizó – mira de nuevo con sorpresa hacia la izquierda y mira a Paco que asiente como ya sabiendo que su hermana canta así - ya no regresaré el pasado ya pasó – se lleva las manos a la cabeza mirando a la derecha donde gente de mi equipo hace gestos de “vaya voces” - ¡Suéltalo! ¡suéltalo! subiré con el amanecer – le oigo cantar desde aquí, aunque ya no tiene micro - ¡suéltalo! ¡suéltalo! la farsa se acabó – mira hacia las niñas y sigue asombrado - que la luz salga otra vez – Lucía y Carlota se miran de manera cómplice y eso también me hace tener una sensación de ternura enorme - ¡déjalo escapar! – vuelvo a ver el gesto de sorpresa de Hugo pero, justo antes del último verso, mira a su sobrina y le hace un gesto divertido - el frío a mi nunca me molestó.

Al terminar la canción, se escuchan vítores, incluso Vero grita, pero, sobre todo, gente de mi equipo. Veo como Hugo se levanta y agarra a su sobrina de la cintura y la lanza hacia arriba haciendo que se ría a carcajadas. Acto seguido, hace exactamente lo mismo con Carlota. Suspiro. Sol vuelve a acariciarme la espalda, sabe lo que me pasa también. Me pasa que no puedo creerme que sea el mismo Hugo que me ha dicho todas esas cosas hace un rato. Me pasa que es exactamente el Hugo que conocí, el que ha sido así todo este tiempo. Me pasa que la que he cambiado he sido yo. No soy la del principio. Tengo demasiado miedo pero, por un momento, pienso que, con él, no podría tenerlo. Pero es tarde. Es muy tarde. Se va. Me odia.

Le observo como baja a sus sobrinos del escenario y escucho lo que les dice. Algo que todavía me hace sentir peor.

-Venga, que Malú tiene que ensayar… - dice con voz dulce – a que os apetece escucharla? – los dos niños asienten – a mí también… - trago saliva al escuchar esa frase y no aguanto más allí –

Camino hacia la parte trasera del escenario, seguida por Sol. Segundos después, aparece. A mi derecha. Concentrado. La pena me envuelve de pensar que es la última vez que está ahí en un ensayo. Hacemos algunas pruebas y, como siempre, me oigo perfecto. No me atrevo ni a hablarle, solo alzo mi pulgar y ya está. No sé cómo voy a poder cantar hoy. No tengo ni idea. Pero tengo que hacerlo.

1 comentario:

  1. maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaassssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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