CAPÍTULO 107: INCREÍBLE

El ensayo está a punto de comenzar y no aparece. No aparece hasta que la veo, algo acelerada, disculpándose con todos. Ni me mira. Comenzamos el ensayo y recibo instrucciones por su parte, sin mirarme, sin parar de mover su mano hacia arriba o hacia abajo. No entiendo nada, ahora resulta que no se escucha. Vale que no estamos en el Palacio, pero la acústica es buena.

Víctor me mira un tanto cariacontecido. Días sin haber hablado. No me contestó al whatsapp y no insistí ni la llamé. Saqué la conclusión que tocaba. Lo del otro día fue un error y fin.

Terminamos el ensayo y Malú pasa por mi lado sin decir absolutamente nada. Miro hacia Rubén que niega con la cabeza. Me acerco a él de forma instintiva.

-Os escucháis bien? – pregunto temeroso –

Ruben asiente y, con él, todos. Incluído Jose. No entiendo nada. O sí, si lo entiendo. Hay que hablar esto antes de que afecte al show.

Bajo las escaleras y la encuentro hablando con Sol. Sol, cuando me ve, hace un gesto que no consigo entender del todo, pero creo que es como de apiadarse de mí. Camino hacia ella hasta que llego a su altura. Sol me mira y hace que Malú se gire. Me mira, por fin. Pero me mira tan frío que hasta se me hiela la sangre.

-Podemos hablar? – pregunto intentando que no se me note lo nervioso que acabo de ponerme –

-Claro – responde mirando a Sol –

Sol desaparece y Malú se gira hacia mí, cruzándose de brazos, esperando a que yo hable.

-Qué pasa? – pregunto sin saber bien por donde empezar –

-Qué va a pasar? – pregunta con un tono defensivo – no me escucho bien, eso es todo…

-No me refiero a eso – contesto rápidamente – y lo sabes…

Veo como resopla y niega con la cabeza, sin mirarme.

-Hugo, creo que ya somos mayorcitos no? – habla con un tono totalmente frío – lo del otro día fue… - noto como hace una pausa, y, sin mirarme, sigue hablando – un error… - trago saliva, me ha dolido mucho esa frase – fruto del alcohol… la euforia… - sigue sin mirarme –

-Un error… - digo con tono dolido sin poder evitarlo – no contestarme ni hablarme en toda esta semana también es un error? – me mira por fin y baja la cabeza – empiezo a acostumbrarme… - digo de forma irónica – a tu manía de no dejar zanjados los temas…

-Mira Hugo, de verdad… - dice con desgana intentando irse, pero lo evito –

-Mírame y dime que fue un error – digo con tono intenso – que todo lo que pasó en el concierto también lo fue… - me mira y me aparta la mirada – zanja esto – digo con tono duro.

Me mira intensamente. Mantiene la mirada, seria, fría, firme, y dice las palabras mágicas.

-Fue un error – dice con tono serio – que nunca tenía que haber ocurrido… - dice sin dejar de mirarme – espero que eso no afecte a nuestro trabajo – me mira como desafiándome –

La miro durante unos segundos. Mantiene la mirada de la misma manera y yo transformo la mía. Muy bien. Esto está zanjado. Esto ha sido un error. Perfecto. Lo asumo. Ya lo tenía asumido esta semana.

-No te preocupes… - digo con el mismo tono serio – seguiré tus órdenes para que todo salga como tiene que salir…

Sin más, me doy la vuelta y camino hacia mi sitio. No me giro. No pienso hacerlo. Esto ha acabado hasta con el buen rollo que teníamos. Dudo que lo recuperemos, al menos ahora mismo. Estoy enfadado. Enfadado y decepcionado. Su forma de hacer las cosas, su forma de actuar, no me gusta. No es la persona que conocí en Algeciras, ni de lejos. Es una persona fría ahora mismo. Y me parece totalmente increíble que, después de lo que pasó el otro día, acabemos de tener esta conversación.