Escucho el público rugir. Ya estoy en mi posición, en mi
sitio, a la derecha del escenario. Todos los músicos preparados y el vídeo que
hemos preparado, comienza. El sonido parece perfecto, todos me alzan el pulgar en
señal que todo está bien. Oigo los gritos con el vídeo y casi puedo imaginarme
lo que puede estar sintiendo ella ahora mismo. Tiene que irle el corazón a mil.
Me va a mí, y no voy a cantar…
Acaba el vídeo, se apagan las luces, el sonido de su micro
está preparado y comienzo a oírla. A oírla entre gritos. El sonido ambiente es
ensordecedor. Lo bajo un poco instintivamente, para que esté más cómoda.
Entonces el foco la enfoca. Puedo verla bajar las escaleras y noto como el
corazón todavía me va más rápido. Lejos de ti es la canción con la que arranca.
No me hace ningún gesto, con lo cual creo que todo va bien.
Cuando la veo caminar firme de un lado a otro o hacer movimientos, noto hasta…
¿excitación?. Cojones Hugo, céntrate. No es el momento de esto. Cojo aire
fuerte, intento no mirarla demasiado, aunque tengo que hacerlo por si me marca
algo.
Cuando termina la canción, se gira para coger el pie de
micro y me mira, haciéndome un gesto con el pulgar arriba, se lo devuelvo. Qué
sonrisa más tonta. Cuando suena contradicción… nah, ya no puedo pararlo. Me
duele la entrepierna, y no por las patadas que me han ido propinando, sino
porque vaya tela. Se ha soltado y se ha puesto a bailar de una manera que… yo
escucho a la gente de las primeras filas gritar y no me extraña. Con las
guitarras comienza a mover las caderas de manera descontrolada y, por un
momento, se queda moviéndose así mirándome. Alzo una ceja y sonríe de forma
pícara. Acaba de hacer eso? Me falta oxígeno pero en el cerebro… está en otro lado
completamente.
Afortunadamente. Repito en mi cabeza. Afortunadamente,
contradicción termina. Gracias Dios mío. Pero comienza “me quedó grande tu
amor”. Una canción que recordaba de hace muchos años y de algún concierto… la
recordaba emotiva… pero soy una montaña rusa ahora mismo. Ahora resulta que no
estoy excitado, sino que emocionado. Se gira hacia mí y me hace uno de sus
gestos que ya entiendo. Hago lo indicado y ya no se gira.
Cuando termina la canción, retoman lo que me contó Jose que
hacían en giras anteriores. Terminaban la canción los dos juntos, él con la
guitarra y ella mirándole. Emotivo cuanto menos. Sonrío al mirar a Víctor me
mira de reojo y me hace un gesto como de llorar y le hago una peineta.
El concierto va avanzando sin sobresaltos, sin problemas. Me
sorprendo con la capacidad que tengo de solucionar los problemas que pueden ir
surgiendo de forma rápida. Llega “Desprevenida” y me mira de vez en cuando pero
sin hacerme señales. Miro instintivamente todo, comprobando que está todo bien,
hasta que creo que es por otra cosa. Escucho algún gritito de las primeras
filas y veo como Malú canta la canción con una gran sonrisa en la cara. Qué
quiere decir con eso? No lo entiendo. La canción dice muchas cosas que creo que
habíamos dejado ya claras… no me molesta, para nada… pero me descuadra mucho.
Desaparece de la escena, la veo pasar por delante de mí, y, sin
mirarme, dejarle el micro a Víctor. Se va a cambiar de ropa mientras la música
sigue. Allí estoy yo, con mi rayada.
La siguiente es ciudad de Papel. Subida a unas escaleras,
con un vestido en el que vamos a proyectar tantas cosas referentes a ella, que
va a ser un espectáculo visual. De hecho, la gente graba más que en ninguna
otra canción, al menos esa es la sensación que tengo. Ni una orden de sonido
por su parte, por lo tanto, todo va bien.
El concierto continúa. Está feliz. Está inmensamente feliz.
Va de un lado a otro, con su pie ya recuperado, saltando, corriendo. Entre
encadenada a ti y caos, escucho por los cascos su voz. Se ha ido al micro que
está en contacto conmigo.
-Por qué me oigo mejor que nunca? – pregunta y la miro y
está riéndose –
-Porque soy un enchufado – respondo por el micro por el que
puede oírme –
Veo como se va para adelante riéndose justo antes que empiece
Caos. Río sin poder evitarlo, creo que me está escuchando reírme porque se ríe
al comenzar a cantar y me hace un gesto para que pare. Paro de reírme en cuanto
veo como vuelve a moverse por todo el escenario y trago saliva de nuevo con sus
movimientos. Qué bien me lo estoy pasando, pienso irónicamente notando dolor en
la entrepierna.
Llega un momento clave del concierto. Todos los secretos. Sé
que esta canción es, quizá, una de las más importantes que va a cantar hoy.
Todos los músicos alineados y ella sentada en el centro. El
nudo en la garganta aparece nada más empezar a cantar. Miro de reojo a Víctor y
parece que está también emocionado. A mi izquierda, Vero con Sol miran
atentamente. Ni una señal. Creo que, conforme está cantando, le daría igual no escucharse.
Está cantando como si estuviera en su habitación, en su cama, después de haber
llorado durante horas.
Tras la canción, veo como bebe agua y puedo ver como se seca
algunas lágrimas. Ha llorado cantando, justo lo que parecía. Y creo que mucha
gente escuchándola, también. Yo he soportado la tormenta como he podido… pero
ha sido muy emocionante.
-Hay momentos en la vida… - la escucho hablar y subo el
volumen de su micro, me mira de manera cómplice y sonríe – que son buenos… -
habla caminando por el escenario – y ahí es fácil… muy fácil estar… - remarca –
pero, en los momento malos… - sonríe mirando al suelo – te das cuenta de quién
va a estar contigo hasta el final… - se oyen gritos, muchos gritos, de apoyo o
no sé muy bien de qué – yo tengo una familia… - sonríe – que fue la que tuve
cuando nací… - se alza de hombros – y luego tengo una familia de varias
personitas… - sonrío, sé que viene el dúo – que están en las buenas y en las
malas… y que, a veces… - hace una pausa – hasta cuando más negro se ve todo… -
sonríe – hacen que llueva alegría…
Los gritos son ensordecedores. Todos saben quien va a salir.
Ahí está, Alejandro, con su guitarra. Abraza a Malú, se coloca el micro ayudado
por Víctor, se miran de manera cómplice, con los músicos todavía alineados a su
alrededor.
Comienza a cantar Malú, que mira a Alejandro que está
sentado a su izquierda. Voy ajustando todo para que se les escuche de forma
adecuada, sin poder evitar moverme al ritmo de la canción. Al fondo, imágenes
de ellos dos, del videoclip e inéditas. En cierto momento, la figura de Paco se
mantiene unos segundos, justo para que ellos dos salgan justo delante de él.
Sonrío al verlo y al ver como Cato me alza un pulgar al ver como se ha visto
perfecto. Sonrío y entonces, sin querer, me acuerdo de él. De mi padre. De
Algeciras, sin querer. La miro cantar y me da una sensación de nostalgia,
mezclada con pena, con alegría, con un montón de cosas que no puedo evitar
retener en mis ojos. Una mano se posa en mi hombro y me asusta hasta que me
giro. Vero se ha metido en mi sitio, sabiendo lo que ocurre. Sonrío de medio
lado y noto como aprieta mi hombro en señal de apoyo y entendiendo lo que me
está pasando. Me seco las lágrimas en un gesto casi imperceptible y me
concentro de nuevo.
La canción termina con una guitarra sonando. Malú y
Alejandro se dan un gran abrazo. Los aplausos son ensordecedores. Veo como Malú
se ha emocionado y me mira. Supongo que ve que yo también estoy así y me mira
sorprendida y me alzo de hombros. Sonríe.
-Gracias Alejandro… - dice Malú con voz emocionada – por
todo… tú ya lo sabes… - Alejandro se ríe algo emocionado –
-Cuidenmela – dice con ese acento medio Español, medio de
Miami que tiene – mi hermana ha vuelto… - sonrío al escucharle – el ruido pasa…
siempre te lo dije… - se oyen gritos, muchos gritos - te quiero hermana…
No dicen nada más. Se abrazan y es un momento emocionante.
Vero y Sol están a lágrima viva. Incluso diría que Jose, ese tipo que me dio
una patada en los huevos hace unas semanas, también se ha emocionado. Sonrío al
verles y ver cómo se despiden.
De nuevo otro cambio. Al pasar por mi lado me hace un leve
gesto y asiento como que estoy bien. La siguiente parte es piano y ella. Quizá
mi parte favorita del concierto, no por nada, sino porque no tengo que ajustar
casi nada, solamente disfrutar y estar atento por si Rubén o ella necesitan
algo.
Empieza todo con “Oye”. Oye… maldita sea.
Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssssssssssssssssssssss porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminar